Capítulo| 31

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Jacob

Y un tren le paso por encima al dinosaurio... —escucho hablar y hablar a Nial. Y la verdad no sé que mierdas está diciendo, no tengo tiempo para eso.

—Ajá —digo he intento agarrar mi móvil pero ésto se ve interrumpido gracias a Nial.

—¡Joder, Jake! ¿Qué coño te pasa? —pregunta y sólo niego con la cabeza—. Te he estado hablando como un estúpido desde que llegue y tú sólo me ignoras.

—No estoy de humor, es todo —espeto y me dirijo a mi habitación con Nial siguiéndome.

—¿Es por Charlotte? —pregunta y frunzo el ceño.

—¿Por qué carajos sería por Charlotte?

—Quizá porque ¿prefirió llevar a Matthew a dónde sea que fueron y no a ti? —suelta y gruño molesto.

Lo admito. Ando un poco cabreado por eso. De verdad creí que luego de pasar la tarde conmigo, me tendría un poco más de confianza para decirme que la acompañara. Pero no, ella como siempre, buscó la manera más linda, notese mi sarcasmo, para sacarme de mis casillas.

Se me hace imposible que luego de todo lo que le he dicho, indirectamente, no capte que me gusta.

Sí, joder. Me gusta, y no sé porque o cuándo, solo me gusta y ya. Y saber que tiene más confianza con Matthew que conmigo me jode y mucho.

—Pues no, Nial —digo ya acostado en mi cama—. No es por eso.

—¿Entonces?

—Joder. Ya pereces un puto cotilla —digo y rueda los ojos.

—Solo te preguntaba. Pero, está bien —se encoje de hombros mientras se lanza al sillón—. Entonces dime, ¿Qué pasó con Emmy?

—La verdad no lo sé. Un día estamos bien y al otro ella decide irse otra vez.

—¿Irse otra vez? —pregunta—. Oh, pero eso quiere decir que... ¿Habían vuelto?

—No. O sea sí, pero no —digo y el ladea la cabeza confundido—. Mira Nial, estábamos bien, salimos, uno que otro beso, hablamos, pero no volvimos. Y estábamos bien así. De hecho, sólo quería ver si aún sentía lo mismo por ella, pero me di cuenta que no. Luego pasó ésto de Rebecca y sólo desapareció.

—¿Y por eso estás tan ido? —pregunta y asiento levemente—. Aunque no me quieras decir que tienes, siempre termino sabiendolo .

—Pero no es sólo eso. Hay algo que no me cierra aún —fijo mi vista en algún punto de mi habitación.

—Y eso ¿Qué es?

—No lo sé —lo miro—. Estábamos bien. De la nada su mamá se quiere reencontrar con ella, y me pareció excelente y todo. Pero luego aparece Charlotte ahí también, como ya sabes —asiente y continuo—. Bueno, luego de cómo dos horas, él y yo las fuimos a buscar a ese lugar. Cuando llegamos nos llevamos la gran sorpresa de que Rebecca es madre de ambas. Me quedé en shock. No sabía que hacer...

—Te metiste con las hermanas —se rie y lo fulmino con la mirada—. Bien bien, hermanastras —ruedo los ojos y él suelta un carcajada.

—Como decía. Cuando Matthew y Charlotte iban saliendo del estacionamiento, Emmy se volteo y me beso. No me opuse, ni le dije nada. Solo se lo seguí. Cuando nos separamos ella me dijo que la esperara un momento y volvió adentro del café ese. Me quedé un poco confundido. Luego como de cinco minutos parado ahí afuera, me asomé a la puerta y me encontré a Emmy discutiendo con Rebecca...

—¿Rebecca? —pregunta interrumpiendome—. ¿Ella no se había ido cuándo ustedes llegaron?

—Ese es el punto. No entiendo. Si ella se había ido cuándo nosotros llegamos. ¿por qué estaba ahí? Y aparte discutiendo con Emmy. No lo comprendo.

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora