Sigo sin poder decir ni una sola cosa, siento como si de repente me hubiera congelado en mi sitio. Miro a papá preocupada y él sólo los observa fríamente.
Busco a los chicos con la mirada y algunos no entienden la situación, pero los que sí miran la escena con absoluta sorpresa. No entiendo a qué juega mamá, ¿Engañarlo? Ya decía yo que ese cuento de Nos conocimos en la universidad, no era cierto.
Intento ir hacía donde se encuentra ella muy relajada y feliz, pero unas manos en mi cintura me lo impiden.
–Jake... suéltame.
–No quiero que te hagas daño o la pases mal en lo que resta de noche, preciosa.
–Pero es mi papá, no merece esto –intento forcejear, pero veo como mi padre niega levemente con la cabeza y se dirige a donde se encuentra ella–. ¿Papi? ¿A dónde vas?
Me ignora y camina con total seguridad hasta donde se encuentran ellos. Intento ir nuevamente, pero Jake me lo impide.
–Que me sueltes te digo –lo fulmino con la mirada y él niega–. Juro por Dios, Jacob O'connor que, si no me sueltas, terminamos.
Me suelta inmediatamente y yo sonrío para mis adentros, nunca lo dejaría por eso, pero por lo visto es efectivo.
Camino, casi corro tras de mi padre y con sorpresa veo como mamá le propina una bofetada.
–¡No! –le grito a mamá cuando le va a dar otra–. ¡No te atrevas a tocarlo!
Ella me mira y suelto un jadeo al ver el odio en su mirada. ¿Qué le sucede?
–¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tú? –se burla–. No lo creo, mocosa ingenua.
–Mónica, ya basta. Vámonos –interviene Richard.
–No, cariño –ella lo abraza–. Que se enteren de una vez que tú y yo estamos juntos desde hace años.
–¿Qué? –decimos papá y yo en unísono.
–Como oyen, amo a Richard desde mi juventud y él me ama a mí –mira a papá de arriba abajo con desdén–. Sólo estuve contigo por tu dinero, todo fue una farsa.
–Quiero el divorcio y te vas de mi casa –miro a papá con sorpresa al ver que no se encuentra para nada afectado.
–Oh, claro que te lo voy a dar –se quita el anillo que tiene en la mano y lo lanza–. Nos vemos cuando tengamos que firmar, y espero una buena parte de tu fortuna, mi cielo.
Vemos como se aleja con él y sin pensarlo abrazo a papá.
–Está bien, princesa –murmura con pesar y me aprieto más a él–. Estoy bien y esto no va a arruinar lo que queda de tu cumpleaños.
–No puedo creer que haya fingido por tanto tiempo –siento como me acaricia el cabello–. Se supone que era mi madre.
–A veces, la avaricia puede con las personas, princesa. No te sientas mal por eso. Me compadezco de él.
–¿Ya lo sabías? –lo miro y él asiente lentamente.
–Sabía que me engañaba. De hecho, lo ha estado haciendo desde mucho y creyó que nunca me iba a dar cuenta –bufa–. Lo que no esperaba era que estuviera con Richard y que me quisiera por mi dinero.
–Sigo sin creerlo. Que hipócrita.
–Bueno, ya –me frota los brazos–. Continuemos con la hermosa noche que estabas teniendo.
–¿Estás seguro? Yo no tengo ningún problema con dejarlo para maña...
–Oh, no, nada de eso, princesa –me sujeta la mano y caminamos hacia donde están los chicos–. Vamos a continuar como si nada hubiera pasado, no merece la pena.
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Simplemente tú
Teen Fiction~Y cuando mejor te va, es cuando más cuidado debes tener~ La vida da más vueltas de las que esperábamos, si no preguntenle a Charlotte, una chica la cual a crecido creyendo que las personas a las que ama nunca le mienten. Pero lo que ella no sabe es...