Capítulo| 47

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Calor.

Eso es lo primero que siento al abrir los ojos de a poco, tengo mucho calor. Miro hacia abajo y descubro la razón por la cual me siento sofocada: Jacob. Su cabeza se encuentra en el espacio entre mi hombro y mandíbula, sintiendo así su respiración chocar directamente en mi cuello causándome cosquillas, sus brazos me tienen aprisionada contra sí y sus piernas enroscadas con las mías. Sonrío y con mi mano, sin mirar, agarro el primer móvil que encuentro para ver la hora.

Miro el móvil en mi mano al darme cuenta que es el de Jacob, lo desbloqueo y miro la hora: 9:45am. Es algo tarde, pero no me importa. Mis padres lo entenderán, al fin y al cabo, no llegaron anoche para despedirse de mí. Acaricio el cabello de Jake y en esos momentos el teléfono vibra en mis manos y sin querer leo el mensaje que llega ya que aparece como pantalla emergente.

Emmy <3

¡Hola guapo! Hace rato que no sé nada de ti.

Me gustaría que saliéramos a beber algo y además hablar contigo de algo importante.

Espero tu respuesta, besos y algo más.

¿Emmy? ¿Será esa Emmy? ¿Y qué quiso decir con algo más? Además ¿por qué siquiera le escribe? Es MI novio. ¿Y por qué la tiene agendada con un corazón?

Celos...

Pues sí. Aunque no debería. Hasta el momento no me ha dado razones para desconfiar.

Antes de que pueda pensar algo más unos tiernos besos en el cuello me hacen soltar una risita y removerme en la cama.

–Mmm... podría acostumbrarme a despertar así –me suelta y me da un beso en la mejilla para estirarse en la cama.

–¿Sí? pues menos mal que ésta ha sido la primera y última vez cariño. No te acostumbres –le doy un beso en la mejilla y me levanto para ir al baño.

Al salir Jacob se encuentra con sus pantalones puestos al igual que los zapatos y se encuentra revisando el móvil con el ceño fruncido, me mira, sonríe y se me acerca lentamente.

–Buenos días, preciosa –me agarra de la cintura y me atrae hacia él.

–Buenos días, precioso –acerco mi cara a la de él para frotar nuestras narices.

–¿De casualidad tenías mi móvil? –pregunta alejándose un poco de mí y asiento.

–Sí, lo siento. Quería ver la hora y lo desbloquee, pero en ese momento entro un mensaje y bueno, pues... me imagino que ya lo leíste –su expresión es cautelosa, me mira fijamente ladeando la cabeza, pero, aunque me gustaría que respondiera todas las preguntas que me hice en mi mente esperaré a que me explique por su cuenta.

–Ella no es nadie para mí; lo sabes, ¿verdad? –pregunta y sonrío antes de darle un pico.

–Sí lo sé, cariño.

–Me alegra oír eso preciosa –sonríe, pero la emoción no pareciera llegarle a los ojos, me muerdo el labio para intentar detener las preguntas que quiero hacerle, pero al parecer Jake me conoce lo suficientemente bien como para decir–. Pregúntame lo que quieras, siento que vas a explotar si no lo dices.

–¿Qué? Pero si yo no... –me enarca una ceja y yo ruedo los ojos–. Bien. ¿Por qué la tienes agendada con un corazón?

–Siempre la he tenido así preciosa, no veo por qué debería borrarlo –me cruzo de brazos y el frunce el ceño–. ¿Qué?

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora