TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADA

Capítulo 1

Una adolescente caminaba a paso lento por la acera cerca de su casa, en un barrio de Bogotá ubicado en la zona norte, estaba con la vista fija en el piso, no quería pisar ninguna de las rayas. Eso probablemente le desataría toda una avalancha de emociones en su interior, no podía permitirse pisar la raya, así que tenía que mantenerse enfocada con su mirada en el piso.

— Uno... sin pisar –murmuró apartándose algunos mechones de cabello que caían sobre su rostro —dos... llegar a casa pronto –varios pasos más sin esa odiosa raya —tres... ella me hace feliz.

Venía de estar en casa de una amiga, de la única amiga que tenía en el instituto. Solía pasar sus tardes allí desde que la conoció. O desde que más bien esa chica chocó y derramó toda su bebida en su cuerpo.

Vivía a unos escasos cinco minutos caminando, pero su manía de no pisar las rayas siempre le alargaba el camino.

María José Garzón sufría de TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo, fue diagnosticada cuando tenía apenas tres años de edad, su madre se fijó en los pequeños rituales que comenzaba a adoptar su pequeña hija, la llevó a un psicólogo y éste le dejó caer aquel balde de agua fría.

Aunque la noticia impactó a la Sra. Garzón, no se dejó intimidar por todo lo que ese trastorno conlleva, apoyó a su hija y le ayudó a desarrollar habilidades y técnicas que le ayudasen en sus "rituales".

A medida que fue creciendo, cada ritual fue tomando un sentido aún más poderoso para María José, desde cerrar las puertas tres veces, hasta tener un gel antibacterial siempre en su mochila en caso de que alguna persona la toque.

Sin embargo, Martha, la mamá de Poché como le decía su pequeña hermana de 4 años, Valentina. Se dio cuenta que los trastornos de su hija iban cada vez haciéndose más y más extraños. Al punto que cuando Poché cumplió nueve ya no salía de su habitación, se quedaba encerrada todo el día y no permitía que nadie entrase porque para ella sería como "contaminar" su espacio.

Agobiada y sin saber qué hacer, un día emprendió un viaje hacia España, le habían mencionado de un excelente doctor que trataba enfermedades mentales como las de Poché y que tenía varios tratamientos que ayudaban a mejorar en al menos un 60%, eso era casi un milagro para el tipo de trastorno que padecía su hija.

Pero Martha no llegó a su destino, lamentablemente el avión que iba directo a Madrid, tuvo problemas mecánicos al despegar y terminó estrellándose cuando apenas tenía dos minutos en el aire, cobrándose la vida de más de 120 personas y convirtiéndose en uno de los accidentes aéreos más terribles en Colombia.

Eso fue un golpe terrible para la pequeña Poché de 9 años, su TOC se intensificó aún más y se volvió asocial, la única persona que dejaba acercarse a ella era su hermana Valentina. Del resto, no se permitía el contacto de ninguna otra persona.