TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADA

Capítulo 27

Daniela Calle

...Las primeras investigaciones que se pueden dar a conocer por parte de la policía es el hallazgo de lo que sería presuntamente el arma homicida, aún no se sabe con claridad que fue lo que pasó, sin embargó, el oficial a cargo de la investigación dijo a nuestro reportero que se trataba de un crimen pasional.

Según algunos vecinos, todo ocurrió pasadas las 8:30 p.m. comenzaron a escuchar gritos y objetos siendo lanzados, en un principio no quisieron interferir, pues creían que era una simple disputa, y al cabo de cierto tiempo todo volvió al silencio. Poco pasaba por sus cabezas que el silencio se debía a que madre e hijo habían sido asesinados con uno de los cuchillos de la cocina.

El primer sospechoso es el señor Mark Ruiz, esposo y padre de las víctimas, a quién también se le busca por la desaparición de la niña, Valentina Garzón. "estamos moviendo a toda la policía de Bogotá y zonas cercanas en busca del sujeto en cuestión, nuestra prioridad es encontrar sana y salva a la niña" –indicó el teniente Morillo.

Lanzó mi celular a un lado del sofá evitando seguir leyendo la noticia y llevó mis manos a mi cabeza tratando de reprimir el grito que quiere brotar de mi interior. «¿Qué carajos pasó?»

Miró una vez más hacia las escaleras de mi casa, desde que llegamos del hospital hace unas horas no he podido tener un momento con Poché.

Luego que Kim nos diera esa noticia, Poché se desmayó, y juro que en ese instante sentí que mi vida se iba. Rápidamente la llevamos hasta un hospital, gracias a Dios el desmayo solo fue por la impresión.

Claro. No es para menos, a mí también me cayó como un balde de agua fría.

Su tía, a pesar que no la conocía mucho más que por Poché, sabía que era buena con ella, sabía que ponía de su parte para darle lo que necesitaba.

Y Mario. No tenía la mejor de las relaciones con él, pero jamás desearía su muerte. Y menos siendo tan horrible como fue.

Insistí sobre todos en traer a Poché conmigo, a mi casa. A pesar de que somos menores de edad y que la policía estaba poniendo trabas, mi papá logró hacer que suceda.

Ahora ella estará aquí mientras todo se aclara y pueden regresar a Valentina.

Dios mío. Valentina.

Esa niña inocente ahora está en las manos de ese loco.

Unos gritos en la parte superior llaman ni atención y de inmediato corro hacia allí.

— ¿Qué pasa?

Pregunto en cuanto abro la puerta y lo que veo me rompe el alma, Poché está en un rincón de mi habitación, abraza sus piernas mientras llora desconsoladamente y murmura su secuencia de números.