Capítulo 2

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Una mañana común y corriente para la mayoría de personas sin TOC sería:

Despertar.

Levantarse y asearse.

Desayunar.

Sin embargo, para Poché... para ella es todo un camino que recorrer.

Ella despierta a las 6:30 a.m. sin fallar, como todo en su habitación está perfectamente organizado al levantarse y poner los pies fuera de la cama lo primero que encuentra son sus pantuflas, las calza, sale de la cama y la ordena dejándola como si nadie hubiese dormido allí hace solo unos segundos.

Va al baño que está justo en el pasillo de su cuarto, la abre tres veces y luego la cierra tres veces. Se mira al espejo y ordena su pijama para que esté dónde debe de estar en su cuerpo. Abre uno de los cajones y saca su neceser donde tiene los objetos para su aseo personal. Saca una pequeña caja donde está el cepillo de dientes que cambia cada 30 días sin fallar, junto con su pasta de dientes favorita. Aplica una leve cantidad y lo introduce en su boca, cepilla cada lado diez veces y el frente lo hace 15 veces.

Se enjuaga la boca tres veces. Lava el cepillo cinco veces dejándolo completamente limpio y guarda esos objetos exactamente en el lugar que van.

Peina su cabello veinte veces y posteriormente se saca el pijama, la dobla y la deja en el cesto de ropa que es solo para ella.

Poché tiene un problema adicional, y es que gracias al constante acoso que sufre en el instituto, se ha vuelto mucho más insegura y eso afecta en como ella ve su propio cuerpo, por esa razón desde que cumplió 14, ya no le gusta mirarse desnuda. Así que se voltea quedando de espalda al espejo y se termina de quitar la ropa interior.

Siguiendo de espalda deja su toalla doblada en la encimera, va a la ducha, abre y cierra la llave tres veces, empieza a regular la temperatura del agua, cuando está perfecta para su cuerpo entra, dejando que finalmente el agua caiga sobre ella. Se asea perfectamente sin olvidar, ni ignorar ningún espacio.

Mentalmente cuenta cada segundo hasta que cumple once minutos.

11 es su número favorito por eso muchas de sus rutinas se basan en ese número.

Abre y cierra la llave nuevamente tres veces.

Sale de la ducha envolviéndose en la toalla, la ajusta a su cuerpo, se peina el cabello 15 veces y guarda cada objeto que usó en su neceser para dejarlo en su lugar.

Así es una mañana para Poché, y solo es el tiempo de ducha. Su vida es perfectamente organizada, al menos en lo que ella puede tener el control. Sus rutinas son sagradas y su desespero es enorme cuando algo las interrumpe.

Sin embargo, se ha tenido que adaptar a ciertos ambientes a pesar de hacerle daño, pero no tiene otra opción más que dejarse llevar como le dice su pequeña hermana.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora