Capítulo 35

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Mini maratón: 3/3 (F por mí, no lo coloqué en el cap anterior)

[N/A: Subiré este capitulo sin haber pasado la meta del anterior solo porque hay algunos que deben levantarse temprano y me dio cosita :( así que, se los regalo]





Daniela Calle

Veo a mi papá conversar con el piloto mientras la aeromoza se acerca hasta mi asiento a ofrecerme algo de beber, niego con la cabeza mientras vuelvo mi mirada hacia la ventana que tengo al lado. Estamos a punto de despegar en el jet de la empresa con rumbo a Bogotá.

Son las nueve y treinta de la mañana, es un día despejado sin amenazas de futuras tormentas, por lo cual debería ser un vuelo completamente normal. Asumo que estaremos aterrizando antes del mediodía en suelo bogotano.

Mi mente no deja de pensar en lo que sucedió anoche, aún tengo muy viva la imagen de Anne y su intento de besarme.

«Je t'ai toujours aimé, Daniela.»

Su voz taladrea en mi subconsciente y yo lo estoy dejando, no sé qué diablos me pasa.

Sacudo mi cabeza y trato de alejar todo lo que tenga que ver con Anne. Me enfoco en lo que realmente es importante para mí, Poché. A penas llegue debo ir a verla, sus constantes alejamientos y acercamientos me están dañando y debo encontrar la manera de evitar que su sistema de defensa no afecte nuestra relación.

También tengo que estar presente en la cita con el psiquiatra, y seguir presionando a los ineptos de la policía por la búsqueda de Valentina. No es posible que un ser humano desaparezca, así como así, sin dejar más que rastros que no lleven a ningún sitio.

¿O sí?

¿Es posible que la gente desaparezca de la noche a la mañana?

¿Qué algún ser querido nos dé un abrazo hoy y que mañana no sepamos ni siquiera donde esté?

Me tapo los ojos con mi brazo mientras apoyo parte de mi hombro cerca de la ventana, todo esto me tiene tan agotada. A penas tengo 16 años y siento que mi mente ya tiene 56. Se supone que a esta edad debería estar haciendo otro tipo de cosas, salir con amigos, estar en las fiestas, reír, beber algo de alcohol, perderme a algún lugar con alguien.

«Lo que hacías en Los Ángeles con Anne» me dice mi cerebro.

¡Basta! Me reprendo, no puedo estar con este tipo de pensamientos. Poché es mi novia y me necesita y estoy haciendo todo lo que hago porque...

No puedo creer aun lo que dije anoche en voz alta. «Enamorada» esa palabra se escapó de un momento a otro de mis labios, sin embargo, la saboreé de forma tan exquisita en mi paladar.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora