Capítulo 52

7.1K 616 807
                                    

[LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD // SITUACIONES SENSIBLES AL LECTOR]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD // SITUACIONES SENSIBLES AL LECTOR]

Poché

03:36 p.m. (momento en que Poché sale del Hospital)

Corro de manera desesperada entrando al bosque, siento que en cualquier momento mis piernas fallaran y caeré de bruces contra la tierra. Veo hacia atrás rogando que Félix no me haya seguido. Rogando que todo esto sea una pesadilla y que yo despierte en mi habitación y todo siga igual y yo solo esté esperando los días que falten para irme.

Pero sé que no pasará, sé que lo que estoy viviendo ahora es la realidad.

Murmuro mi secuencia sin parar mientras mis piernas se mueven alejándose cada vez más. Pienso en todo lo que acaba de pasar, en lo que vi...

Dios mío.

Eso no puede ser posible.

Ella no puede estar viva. Ella murió, ella murió.

Quizás si lo repito en mi mente se vuelva realidad y no me esté atormentando ahora como lo hace. Porque solo corrí dejándola atrás, dejándola en las condiciones en como la vi, herida, torturada, golpeada... y Nachi... Dios.

Detengo mis pasos llevando mis manos a las rodillas y tratando de respirar, abro la boca buscando que el aire llegue rápido a mis pulmones.

Esto no puede estar pasando.

Tragando en seco veo hacia los lados y solo veo árboles y hojas en el suelo, solo veo bosque y nada más. ¿Cómo podré llegar a Daniela si ni siquiera sé dónde estoy?

¡Corre, Poché!

Recuerdo la voz de Nachi y me apresuro en retomar mi huida. Corro de nuevo sin parar, tengo que alejarme lo máximo posible.

No sé en qué sentido estoy corriendo, pero solo sé que voy siempre al frente. Quizás solo me estoy adentrando más al bosque, quizás solo le estoy facilitando las cosas a Félix para que me encuentre, no lo sé, pero corro, corro sintiendo mi pecho bajar y subir cada vez más rápido.



-------------------------------------

04:49 p.m.

Mis piernas ya no pueden más, he corrido sin parar durante tanto tiempo que ni siquiera sé cómo aún puedo seguir.

Veo hacia atrás cerciorándome que nadie me siga, pero cuando vuelvo a ver hacia delante me doy de lleno contra el tronco de un árbol. Caigo de manera abrupta al suelo sintiendo todo a mi alrededor dar vueltas. Estoy boca arriba y en esta posición puedo ver las hojas de los árboles moverse al compás de la brisa. El azul del cielo se logra mezclar entre los cientos de tonalidades en verde que hay. Por un instante no escucho nada. El mundo se silencia y yo quisiera quedarme así, quedarme aquí en el suelo mirando hacia el cielo.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora