Capítulo 48

11K 654 668
                                    

Poché

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Poché

Mi respiración es pausada, calmada, tranquila. Tengo los ojos cerrados y justo en este momento, en este mísero segundo me siento en paz, todo lo que me hizo daño, todo lo que me sigue lastimando, todas mis perdidas...todo, simplemente se desvaneció.

Después de hacer el amor con Daniela un par de veces más en el sofá, caímos en la cama y nos amamos una vez más.

No puedo explicar lo que ella fue capaz de hacerme sentir, fue como estar volando en una nube con el viento fresco pegándome de lleno en la cara mientras sonrío porque todas las cargas, recuerdos o vivencias se esfumaron de repente y simplemente soy libre.

Me remuevo un poco, seguimos en la cama, la última vez que vi el reloj eran las 03:21 a.m. y eso fue hace como veinte minutos. Estamos desnudas en la pequeña cama de mi habitación y puedo ser sincera al decir que nunca antes me había sentido cómoda con mi cuerpo hasta este momento en el que siento como pasea las yemas de sus dedos por el borde de la piel de mi espalda, de mis glúteos, de mis brazos... de todo mi cuerpo.

Justo ahora, puedo sentirme normal entre sus brazos. Y no hay sensación más satisfactoria para mí que esa.

Mi cabeza está ubicada en el pecho de mi novia, mi oreja esta justo donde está su corazón, escucho sus latidos y siento como su torso sube y baja en compás de su respiración, ella por otra parte me tiene abrazada a su cuerpo. Su mano derecha me acaricia y su mano izquierda sostiene una de las mías entrelazando nuestros dedos.

No hemos dicho ni una palabra desde que me dio ese último maravilloso orgasmo, nos hemos mantenido en silencio disfrutando de la compañía de la otra. Aunque me moriría por saber qué es lo que pasa por su mente ahora.

Me parece tan lejano esos instantes del pasado cuando me aplicaba gel antibacterial cuando la tocaba, ahora mi mente está en plenitud y calma sin susurrar nada porque me siento cómoda con ella.

Solo con ella.

Suelto una pequeña risa al recordar el momento que la vi y tuve mi primer pensamiento.

Era un completo desastre.

Quién lo diría que ahora ese desastre me tendría tan enamorada.

— ¿Qué es lo que está pensando mi bonita que la tiene tan risueña? –escucho que me pregunta mientras mueve un poco su cuerpo para que sus ojos avellanas ahora en su estado natural, conecten con los míos —¿acaso estás pensando en cositas...? –bromea haciéndome ruborizar y sonreír.

— ¡No! –mi rostro mantiene la sonrisa —En realidad estaba recordando lo primero que pensé cuando te vi –escucho como suspira.

— Ya lo sé... que soy un desastre, pero desastre y todo dijiste mucho mi nombre mientras te...

— ¡Cállate! –suelto la mano que tengo entrelazada y le doy un pequeño golpe en el hombro —Eres... increíble –mi voz sale tímida y siento mi cara arder.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora