Capítulo 42

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Poché

Primer mes dentro del Hospital / Cinco meses sin Valentina

¿Cuánto tiempo ha pasado?

Si pudiésemos cuantificar el tiempo ¿Cómo lo haríamos? O... ¿ya se ha hecho?

Mis días siguen avanzando dentro de estas paredes, siguen suministrándome medicamentos, siguen las mismas charlas singulares del doctor Robles cada vez que viene. Sigo observando en silencio a la doctora Muñoz cada vez que me hace los exámenes mientras me repite lo de siempre "Tus órganos se ven mejor hoy"

¿Se veían mal antes?

¿Qué tan dañada estoy?

Todavía sigue manteniéndose mis conversaciones con la psicóloga. Llego con Adela acompañando mis pasos, entro a su consultorio y mi vista inmediatamente se sumerge en el verde que ofrece el paisaje a través de sus cristales. La doctora Verónica me dice que soy fuerte, se la pasa repitiéndome eso y yo solo suspiro. Si ser fuerte significa pasar por todo lo que he pasado y aun seguir viva, quisiera ser débil.

Ella aún no ha venido a verme.

Nadie en realidad. Aunque por extraño que parezca aún mantengo la loca y absurda idea de que cuando yo abra mis ojos por la mañana, su rostro sonriente será lo primero que vea. En cambio, solo tengo la misma triste y solitaria habitación.

También está la rutina de observar a la señora de todas las mañanas. Sigue sentándose allí y sigue observando hacia el lago en completa paz. Algo que para alguien con la mente tan dañada como la mía, sería un completo sueño hecho realidad.

El movimiento involuntario de mis dedos se ha estado aplacando, mis temblores los he podido controlar de cierta manera. Aunque aún están los episodios donde mi ansiedad aparece y yo pierdo el control que antes había ganado. Por lo cual es como dar medio paso adelante y cincuenta hacia atrás.

No es fácil.

En mi rutina también se han mantenido los sueños o mejor dicho pesadillas con Valentina. Dejé de soñar recuerdos y ahora solo sueño cosas... es solo su voz, sus gritos desesperados, su llanto en el medio de una oscuridad que me absorbe y que me hace despertar agitada y murmurando mi secuencia.

Esas pesadillas suelen aumentar cuando tengo sesión con el doctor Félix, no sé porque a veces siento que su mirada... es extraña. Trato de no hacerle caso, de ignorarlo, pero algo me pasa con él que cada vez que estoy a solas mi cuerpo se tensa y aparecen ciertos tics que me es imposible controlar.

La psicóloga me recomendó que para buscar un poco de paz intentara hacer cosas que entretienen mi mente. Por lo cual ahora dibujo y leo. Eso me ayuda, por lo menos me evita pensar mientras estoy enfocada en terminar un trazo o cuando estoy perdida en algunos textos.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora