Capítulo 36

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Mini Maratón 1/3

[N/A: Este capítulo si o si deben escucharlo con: (Get you the moon – snøw) de fondo]




Daniela Calle

Sostengo fuertemente contra mi pecho a Poché, acaricio con suavidad su cabello mientras aún sostengo su mano contra mi corazón. Estoy tratando de aclarar mi mente de buscarle algún sentido a lo que ha pasado o por lo menos una razón.

Algo que me dé a entender por qué me está mintiendo.

Lo sé, lo supe cuando vi el cambio en su mirada al momento de responder. Poché es un ser dulce, bueno, incapaz de hacer daño. En su naturaleza no existe lo de "ojo por ojo" ella simplemente es buena y ya está. Por eso sé dentro de mi corazón que hay algo muy malo pasando con mi bonita, algo que tiene que ser atendido por los especialistas, personas que estén preparadas realmente para ayudarla y contribuir en su mejoría.

Aunque yo pueda velar por su bienestar día tras día, para ella jamás será suficiente, no cuando ni siquiera puedo hallar un nombre a lo que sea que le esté pasando.

— ¿Vale vendrá pronto? –su pregunta se escapa en un leve susurro.

— Ella te va a necesitar cuando regrese –respondo y me alejo un poco para darle un beso en la mejilla —Y tú debes ser fuerte para resistir todo lo que viene –otro beso en su frente —Tienes que prometerme que vas a ser fuerte, bonita –mis manos ahuecan su rostro y acaricio su mejilla con mis pulgares mientras observo esos ojos que reconozco —promételo.

Puedo percibir la lucha interna que está librando en estos segundos, y eso solo me hace preguntarme, ¿hace cuánto Poché ha estado así?

Quizás no he visto las señales, quizás no me he fijado lo suficiente o en definitiva no he sido la novia que ella merece. Pero estoy segura que la batalla que está librando en su mente, no es algo de ahora.

Siento sus manos cubrir las mías, se aferra en ellas y se eleva un poco poniéndose de puntitas sobre sus pies. No puedo evitar no dibujar una sonrisa en mi rostro por la ternura que eso me da.

— Prométeme tú, que no vas a dejarme.

Siento la desesperación en sus palabras, aunque su voz haya salido de forma serena, siento la angustia detrás de ella. El miedo a seguir perdiendo, a seguir luchando contra todo a cambio de nada.

— Dilo, Calle.

Vuelve a hablar, sus manos abandonan las mías y se plantan en mi cuello, en mi nuca. Quedamos a centímetros de distancia, su respiración choca en mi boca. De un momento a otro la saliva se me seca y mis labios se sellan. Es como si mi corazón quisiera gritarle que sí, que se lo prometo, que estaré con ella. Pero mi cerebro se niega a ceder ante la orden. Trago el nudo de mi garganta y trato de abrazarla de nuevo, pero ella lo evita.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora