TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADA

Capítulo 47

[N/A: Ok, antes de comenzar quiero aclararle algo a ciertas personas que inundaron mi DM con críticas nada constructivas.

En primer lugar: Esta historia es compleja, estoy tratando de llevar un hilo narrativo que sea COHERENTE respecto a cada situación, sentimiento, escenario o momento en el que se vea involucrado cada personaje. Si han leído desde el inicio, deben saber que no se trata SOLO de este capítulo esperado en el que los personajes principales están teniendo su primera vez. Se trata de un personaje que padece TOC y ha atravesado por infinidades de cosas realmente dolorosas. Se trata que no se han visto durante MESES, se trata de que son JÓVENES con las hormonas a mil y que no están pendientes de otra cosa más que estar juntas.

En segundo lugar: La próxima vez que me escriban para decirme cosas tan feas como las que tuve que leer, simplemente los bloquearé. Si no les gusta esta historia entonces lean otra, es tan sencillo como eso.

Y, en tercer lugar: ES MI HISTORIA Y YO HAGO CON ELLA LO QUE SE ME DE LA GANA.

Es todo, gracias por su atención :)]

Poché

Siento que el tiempo pierde sentido, es como si cada minuto al lado de Daniela se volviera una eternidad y al mismo tiempo se sintiera como un efímero segundo. La boca de mi novia sigue recorriendo la piel en mi cuello, al parecer se volvió su sitio favorito y no tengo quejas con ello. Porque cada vez que sus labios me besan o succionan en ese lugar tengo que contener las ganas de gemir.

Mis manos viajan desde su espalda y hombros hasta su cabeza controlando los movimientos que hace cada vez que deja un nuevo beso. Cierro mis ojos y mi cuerpo comienza a sentirse desesperado por sentirla.

Instintivamente alzo mi pelvis hasta chocar contra la suya, la tela de su jean me debilita cuando se funde con la mínima tela del pantalón de mi uniforme. Yo abro un poco más mis piernas dándole acceso que ella no duda en tomar inmediatamente pegándose más a mi como si eso fuese posible. Agarro su cara y la subo hasta que mi boca encuentra la suya y la beso dejándonos llevar por el inmenso placer que es saborear nuestros labios.

Su mano derecha comienza a bajar desde mi cara hasta mi pecho, lentamente. Sus dedos pasean por la superficie de mi camisa azul y de pronto pienso que este uniforme es un castigo, porque necesito que me toque. Piel a piel.

Ella sonríe como si supiera lo que pasa por mi mente. Quiero decirle algo, pero pierdo el control de cualquier cosa cuando sus dedos se paran en mi seno izquierdo. Su mirada avellana que ahora parece un marrón casi negro se funde en mis ojos. Mantiene esa sonrisa juguetona en su rostro y yo bajo la mirada hasta donde está su mano, sus dedos toquetean alrededor de mi pezón que cada vez siento endurecer más.