Capítulo 55

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Poché

Recuerdo vagamente cuando Valentina nació, yo tenía cinco años y estaba en el proceso de entender que era lo que me pasaba. Mi mamá siempre me ayudó todo lo que podía, las terapias y medicamentos que recibía mantenía mi TOC medianamente controlado.

Sin embargo, cuando mi papá me llevó al hospital y vi a mi mamá en la cama con una bebé en sus brazos. Sentí algo en mi interior que no comprendí sino muchísimo tiempo después. Él me acercó sosteniendo siempre mi mano y me ayudó a subir a un ladito.

Yo estaba murmurando cosas porque sentía la ansiedad formarse en mi mente, mi mamá pasó su mano suave y delicadamente por mi mejilla mientras me decía...

Tranquila, mi ángel.

La voz de mi mamá siempre me calmó, era como un bálsamo para cualquiera de mis dolencias, para cualquiera de mis ansiedades, para cualquiera de mis inseguridades. Ella solo me tocaba y era como si mi acelerado corazón volviera al compás regular de los latidos uniéndose con el suyo.

Conoce a tu hermanita –me dijo con una sonrisa bajando su mirada hacia el pequeño ser humano que dormía plácidamente.

Yo seguí su trayecto y cuando vi el rostro chiquito de mi hermana supe que, no iba a existir amor alguno que pudiese compararse con el que yo sentiría por ella. En ese momento pasé de ser solo yo, a ser una parte de ella y ella una parte mía.

Mi mamá me invitó a que yo acariciara a mi hermana y al principio tuve mucho miedo. Comencé a murmurar de nuevo números. ¿Y si era como yo? ¿Y si le hacía daño? ¿Y si no me quería?

Pero cualquier duda se disipó en el aire cuando mi mamá sostuvo mi mano la llevó a su boca dándole un pequeño besito y luego la acercó a la mejilla rosadita de mi hermanita. Cuando pude sentir el tacto de su piel suave contra la mía... los murmuros, la secuencia, la ansiedad, el miedo y mis temores se esfumaron. Cuando acaricié su carita con mi pulgar, y ella reconoció mi tacto abriendo los ojos lentamente para luego mirarme, supe que, aunque pudiese caerse el mundo, yo siempre haría lo que pudiera para protegerla.

Y le fallé.

Trago el nudo que se forma en mi garganta sintiendo la mano de mi novia apretar la mía, llegamos hace veinte minutos al hospital y hemos estado de pie en el pasillo que da hacia la habitación, pero aún no hemos podido ver a Valentina. Los doctores dicen que le están haciendo exámenes de rutina para verificar que todo esté funcionando normalmente.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora