Capítulo 16

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Hospital Sagrada Familia

Había pasado un par de horas desde que Daniela había llegado a la emergencia del hospital en la ambulancia, en todo el camino nunca soltó la mano de una inconsciente María José.

Solo en ese momento, a pesar del caos que la rodeaba tanto por fuera como por dentro, pudo hacer un recorrido por el cuerpo de la pequeña niña que ahora estaba con sus ojos cerrados.

En la habitación no había podido ver bien todo lo que esa noche había causado en ella, todo lo que la oscuridad del mal logró hacer en ella.

Poché tenía varias heridas abiertas a la altura de sus hombros, posiblemente hechas con algún tipo de navaja, su labio estaba roto, tenía ambos ojos morados y con intención de comenzar a hincharse. El pijama que usaba y que religiosamente siempre estaba pulcro y perfectamente en su sitio sin arruga alguna, ahora era solo un recuerdo lejano, en cambio, estaba siendo cubierta apenas por una sabana que los mismos paramédicos le habían colocado para resguardar su integridad; apenas quedaban rastros de lo que antes eran las magas guindando en sus muñecas.

Cuando llegaron al hospital, solo veía como bajaban rápidamente a Poché, siempre estuvo sosteniendo su mano, incluso inconscientemente porque en realidad, la mente de Daniela seguía en el cuarto de Poché, seguía en aquella habitación en la que sostenía con fuerza el cuerpo magullado de su Poché.

Su Poché, ese pensamiento tan posesivo le revoloteó en la cabeza. Se estaba refiriendo a esa niña como suya. ¿Por qué? Quizás por la necesidad de protegerla, porque podía ver en sus ojos la bondad que había en su corazón. Y entonces eso mismo le hizo plantearse la pregunta del porqué alguien le haría algo tan horrible a ella.

A su Poché.

No podía dejar de pensarla como suya y no podía comprender todo lo que eso podría significar.

— ¿Señorita?

Una voz que se escuchaba tan alejada del mundo de Daniela comenzaba a hacerse eco en su mente, estaba tan sumida en sus pensamientos, incluso después de haber pasado la etapa del shock inicial, seguía tan perdida en el tiempo, como si simplemente estuviera suspendida o como si lo que estaba pasando en realidad era una mala jugada de su mente.

Quizás...

Quizás era un sueño.

Quizás era una pesadilla.

Quizás ella despertaría y estaría en su cama y entonces tomaría su teléfono y llamaría a Poché y le respondería con su dulce voz adormilada y la insultaría por interrumpir sus horas correspondientes de sueño y luego Daniela sonreiría aliviada porque Poché estaba bien.

Si.

Quizás.

Quizás todo eso no estaba pasando.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora