Capítulo 53

7.3K 644 720
                                    

Poché

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Poché

09:23 p.m.

Tengo frio.

Tengo muchísimo frio.

Mi cuerpo se siente rígido y pesado y por momentos solo deseo tumbarme en el piso y dejar de moverme, porque es insoportable el dolor que sienten mis piernas al caminar. Solo nos hemos detenido por lapsos cortos de tiempo a descansar. La oscuridad es tan espesa que ni siquiera la luna logra brindarnos algo de iluminación.

Los sonidos de grillos y búhos es lo que predomina al compás de nuestras pisadas que crujen a cada rompimiento de hoja seca.

La tierra a pesar de no estar húmeda ya se siente pesada, pero supongo que es más por el tiempo que hemos estado caminando sin rumbo aparente.

Aún me parece un sueño todo lo que ha pasado hoy, estoy segura que camino por pura inercia, porque mi mente se mantiene en blanco tratando de asimilar toda esta información.

¿En qué momento dejé de estar pintando mi retrato a estar con mi mamá y Valentina?

¿En qué momento pasé de estar conversando con Nachi frente a la ventana a tenerla contra mi totalmente herida?

Es tan irreal toda la situación, que incluso pienso que puedo seguir en el Hospital y que esto es solo otro de esos crueles sueños que tenía cuando me sedaban.

Mi cuerpo vuelve a temblar cuando una brisa fría nos envuelve, me abrazo al cuerpo cada vez más frio de Nachi, tuve que quitarme la camisa del hospital para cubrir algunas de sus heridas y evitar el sangrado por lo que solo me quede con mi camiseta.

Sigo caminando tratando de ubicar en dónde estoy o por donde vine, pero no lo sé, todo es tan oscuro y tan igual.

— Ahhh –escucho a mi mamá quejarse tras de mí y volteo mi cabeza, las heridas en sus piernas se mantienen a carne viva. Ella me mira y me asiente como diciéndome no te preocupes.

— Podemos...podemos parar un momento –le digo y veo hacia delante, solo oscuridad —Vamos a descansar aquí unos minutos –recuesto a Nachi en uno de los árboles e inmediatamente voy donde se sentó mi mamá con Valentina —¿Aún...aún no despierta? –pregunto con mi voz titilando por el frío.

— Mi ángel –susurra mirándome con devoción y yo le sonrío —Eres tan...tan fuerte –su voz sale entrecortada y sus ojos se vuelven muy brillosos.

— Perdón... perdón por... -agacho la cabeza ocultando las lágrimas que se escapan de mis ojos —yo no sabía... yo pensé que tú...

— Shhh... -me acaricia la mejilla —Eres nuestra...superhéroe –termina de decir y me quiebro llorando en sus brazos.

Ella me rodea como puede y siento su mano acariciar mi cabello.

Mi mamá.

Mi mamá está aquí.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora