Capítulo 25

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Heladería en el centro Comercial

Poché comía muy despacio su helado napolitano.

De verdad... muuuuy despacio.

Saboreando cada capa de sabor que le explotaba en su paladar. Incluso llegaba a cerrar los ojos de placer cuando finalmente lo sentía bajar por su garganta.

— ¿Come todo así tan... lento? –murmuro Lucía en el oído de su melliza mientras veía como Poché llevaba otra porción de helado a su boca.

— No tengo idea, Lu. –fue la respuesta al tiempo que absorbía un poco de su malteada de chocolate.

Laura estaba siguiendo cada movimiento de la pequeña Poché. Le parecía interesante todo lo que veía, su personalidad, su forma de actuar, era loco, pero hasta sus nervios le parecían... eso... interesante.

— Bueno es hora de ir a hacer lo que vinimos –dijo finalmente Paula que llevaba esperando unos quince minutos que Poché terminase su helado.

— Cierto –concordó Ricky.

— P-pero... -trató de responder Poché con un poco de helado aún en su boca —pero yo-yo aún... aún no he terminado –con su mirada señaló el helado que apenas estaba a la mitad.

— Llevas como treinta minutos con el mismo helado, en realidad, me parece increíble que no se te haya derretido aún –fue Paula, lo decía mientras recogía sus cosas de la mesa dónde estaban y tenía la intención de irse.

— Pero...pero...mi...mi-mi...mi... -Poché cerró los ojos y se reprendió el tener todos esos tics.

— Respira –escuchó decir en un susurro y más allá, sintió como tocaban su mano. Abrió los ojos y siguió la dueña de esa mano para dar con Laura que la veía con una sonrisa agradable y sincera.

Poché hizo lo que le indicó, respiró tranquilamente buscando calmar su tartamudeo y sin quitar la mano de Laura de la suya volvió a hablar.

— No he terminado mi helado, es lo que quise decir. –Palabra por palabra salió de su boca con total naturalidad, tanto que hasta la misma Poché se sorprendió y frunció el ceño.

— Chicos mejor vamos nosotros –propuso Lucía, dándole una mirada comprensiva a su hermana que fue devuelta.

— Yo me quedaré contigo hasta que te acabes el helado, toma todo el tiempo que necesites –Laura le dijo a Poché que sonrió ampliamente y volvió su atención al helado.

Laura aún tocaba su mano.

Poché no se sentía incomoda con eso.

Al otro lado de la ciudad – Antigua casa de los Garzón

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora