Capítulo 12

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[N/A: Así quedé cuando pensé que 250 comentarios era demasiado y no iban a hacerlo: 🤡]












Dos días después – Día del partido

Panteras vs Tigres

Dos días habían pasado después del incidente, la pelea, el caos, las mentiras y el alejamiento de Poché.

Había pasado de ser una niña que a duras penas lograba socializar a simplemente dejar de hacerlo.

Esa noche después de llegar de la escuela, Mario entró a la habitación de Poché, en la madrugada cuando todos dormían.

Tapó su rostro con una almohada y le dio golpes en el estómago hasta que sintió que el pequeño cuerpo de Poché no se movía.

Luego retiró la almohada y se encontró con los ojos llenos de pánico de Poché, la respiración apenas llegando luego que sus maltratados pulmones buscaran oxigeno desesperadamente.

— Por favor –rogó ella casi en un suspiro.

— Escúchame muy bien, freaky de mierda –Mario se acercó al rostro de su prima, pasó su mano alrededor del cuello de Poché y apretó mientras murmuraba —por tu culpa estoy castigado, por tu culpa mi mamá sabe que me metí en una pelea y por tu maldita culpa tengo ahora todo el rostro así –Poché trataba de apartar el brazo de su primo pero era imposible, él era más fuerte y después de los golpes recibidos en el estómago, no tenía energías para resistirse —vas a lamentar haberte aparecido en mi vida, me encargare que tus días sean un infierno y si me entero que vuelves a abrir esa boca asquerosa tuya –Mario apretó más el cuello de Poché —va a ser tu amiguita Daniela la que pague las consecuencias.

Y sin más la soltó y se fue, dejando a una María José agitada, adolorida, pero sobre todo asustada.

Es por eso que hoy, el día del partido, cuando todos en la escuela parecen haber sido poseídos por el más grande de los espíritus competitivos y andan eufóricos apoyando a las Panteras, Poché solo se sentaba en el árbol de siempre, ese que era solitario y que la alejaba de todos.

Estaba creando su propio muro, un muro que solo era quebrantado por las noches cuando su primo iba a golpearla.

Los demás chicos involucrados en la pelea, estaban asistiendo al castigo impuesto por el director, Lauren y Ally siempre veían con preocupación a Poché.

Mientras que Daniela... ella simplemente desapareció. No le escribía a Poché ni a ninguna de sus amigas, mucho menos a su prima.

Todos parecían estar viviendo en sus propias vidas, mientras que Poché, una adolescente que cada vez tenía tics más fuertes, se marchitaba y debilitaba. Los pocos días que había conocido la felicidad de la mano de Daniela, parecían cada vez más lejanos como si fuese otra persona o incluso otra vida.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora