Capítulo 26

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Mientras tanto – Casa de los Vera

Día tras día.

¿Cuánto sufrimiento puede soportar el ser humano?

¿Cuánto es capaz de resistir la conciencia de alguien que es constantemente lastimado?

¿Cuán fuerte es el espíritu?

¿Cuánto es el tiempo que tiene antes de doblegarse?

La vida va pasando delante de nuestros ojos, pasa, mientras que cada quien está envuelto en sus propios problemas, en sus propias angustias, en sus propios demonios. Sin percatarnos que alguien cercano puede estar sufriendo la peor de las pesadillas, que alguien está sumido dentro de su propio cuerpo esperando un ángel que pueda rescatarlo o en el mejor de los casos, el día que pueda morir para escapar de todo ese dolor que le atormenta. Pero, ¿qué tan hipócrita podría ser preguntar si eso nos importa?

Sería poco realista el que nos planteemos ideas mágicas donde los finales felices existen, porque la realidad es que no es así, la vida no es así.

Hay personas que justo en este momento sufren.

Siendo secuestradas.

Maltratadas.

Violadas.

Vendidas.

Justo ahora, hay personas que están perdiendo su vida en manos de alguien que poco le importa arrebatársela.

¿Pero importa?

¿Lo hace de verdad?

Igual se sigue viviendo. De la misma forma se sigue haciendo planes y creando nuevos momentos junto a personas queridas, junto a amigos.

De igual manera, se sigue riendo.

Risas que opacan los gritos mudos de los que están padeciendo el infierno en carne propia.

No podemos entender el dolor de quien lo vive, sin antes vivirlo.

— ¡Bro!

Una pelota de goma impactó en la espalda de Mario sacándolo de sus pensamientos.

Volteó a ver a su amigo Johan que estaba totalmente estirado sobre su cama mientras se preparaba para lanzarle otro objeto.

Ese si fue capaz de esquivar.

— Tengo horas llamándote y tú solo tienes esa cara de pendejo mirando a la nada –se burló —¿Qué te pasa? Incluso pareces a tu prima la freaky.

Dicho eso, soltó una sonora carcajada, como si fuese el mejor de los chistes.

Pero no hubo acompañante.

Mario seguía con la mirada hacia la nada, volviendo a sumergirse en sus pensamientos.

Los intentos de llamarlo por parte de Johan eran en vano, era como si simplemente su cuerpo se hubiese desconectado y solo hubiese pasado a estado de reposo.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora