Capítulo 10

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[N/A: Recomiendo escuchar Fix You - Coldplay mientras leen este capítulo]




El tridente de las Panteras había corrido detrás de Lauren y Daniela. El trio estaba nervioso por lo que podrían hacer, sus caras solo demostraban las ganas de golpear al responsable de todo el daño recibido por Poché.

Sin embargo, en el salón de arte, Daniela por su ira incontrolable había olvidado la pieza más importante, la misma Poché.

La niña de dieciséis años se había quedado en su lugar, las manos aferradas a la silla apretando con fuerza, con más de la necesaria. Su rostro bajo, con la mirada en sus piernas temblorosas.

Murmuraba su conteo habitual.

Del 1 al 11 en bucle.

Ally fue la única que decidió socorrer a Poché, a sus ojos, esa niña parecía el ser humano más indefenso. Fue entonces que la imagen de ella siendo abusada le pasó por la mente y cerró los ojos tratando de evitar soltar alguna lagrima.

Esa niña que apenas tenía fuerzas para respirar.

Era la misma que ahora estaba recibiendo constantes golpizas sin razón alguna.

Además del poco amor propio y la poca seguridad que poseía. Ella se veía como la freaky, ese era su lugar en el mundo.

Ally se llevó la mano hasta su pecho y trago el nudo que tenía en la garganta. Se empezó a acercar con precaución a Poché.

Un paso a la vez.

— Soy yo... Soy Ally, Poché –dijo buscando con eso tranquilizar un poco aquel cuerpo tembloroso —No te haré daño, solo quiero ayudarte.

— No-no-no-no....por-por favor. No-te-acerques –dijo rápido entre sollozos —soy una freaky, soy una freaky, soy una freaky, soy una freaky –Poché se balanceaba en su lugar —Le harán... la va a lastimar...él le hará daño y solo será mi culpa.

Ally atinó a dar pasos más grandes y logró llegar a Poché, la abrazó contra su cuerpo y la apretó con fuerza buscando así tranquilizarla, hacerle entender a su mente que ella estaba allí.

La delicada mano de Ally se paseaba por la espalda de Poché que solo lloraba repitiendo que todo era su culpa.

— Shhh.... Por favor, cálmate, Pochesita. Nadie te hará daño.

— Es mi culpa-es-es mi culpa.

Imágenes se vinieron a la mente de Poché, imágenes de su mamá.

Las pocas que puede recordar.

Las pocas que la vida le permitió convivir con ella durante 9 años.

Martha arropándola al dormir.

Meciéndola entre sus brazos cuando sufría algún tipo de ataque de ansiedad.

TOC Trastorno Obsesivo-Compulsivo | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora