La sirenita: ¡Así no será la historia!

Vol I [Viaje a otro mundo]

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Cap 1: ¡¿Por qué soy tan desafortunada?!

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Violette sentía que flotaba sobre una inmensa suavidad, había un sonido relajante a su alrededor, lo que la hacia querer dormir un rato más.

- Nerea ¡Despierta, despierta, despierta! - una niña de cabellos castaños rojizos y ojos verdes movió con gran fervor el hombro de la joven de cabello castaño.

- Mhmmm... Cinco minutos más... - Violette gimió y se cubrió la cara con sus brazos, sin intención de despertarse.

- ¡Pero es el día, es el día de tu Ceremonia de las Tres Virtudes! Nerea ¡Date prisa! - Meredith Miramar, la Sexta Princesa del Reino de las Sirenas de las Profundidades, estaba enojada ante la falta de seriedad de su hermana mayor, sus labios se enroscaron en un puchero.

- Mhmhmmmm... ¿Ceremonia de que...? - Violette agitó su mano como para espantar a una molesta mosca.

- ¡¡¡LA CEREMONIA DE LAS TRES VIRTUDES!!! ¡¡¡ES TU CUMPLEAÑOS NÚMERO 13!!! - el gritó de la Sexta Princesa Meredith Miramar, de 11 años podía escucharse en todo el Palacio, las aguas de los alrededores se agitaron con gran fervor.

Violette estaba aturdida por la fuerte voz de la niña, su mente apenas estaba comenzando a despertarse, toda su vida pasó ante sus ojos: el accidente de auto que le quitó a sus padres cuando tenía 6 años, su tío y su abuelo criandola durante más de 10 años, su entrada a la Universidad central del País Z en la facultad de derecho y ciencias políticas, los ocho semestres que curso (4 años), sus amigas y compañeras de cuarto, el libro que encontró en la casa de su abuelo en unas vacaciones y finalmente el accidente aéreo que le quitó la vida.

Con su mente más clara su cerebro comenzó a procesar los últimos momentos de su vida y los recuerdos de la persona en la que ahora renació.

Su nombre era Nerea Miramar. La Quinta Princesa del Reino de las Sirenas de las Profundidades, hija del Rey del Mar, Morgan Miramar, y la Reina del Mar, Luna Arenas Profundas. Tenía un hermano y tres hermanas mayores y una hermana menor: El Príncipe Dylan Miramar, Príncipe Heredero, ocho años mayor que ella; la Segunda Princesa Briseida Miramar, seis años mayor que ella; la Tercera Princesa Nahir Miramar, cuatro años mayor que ella; la Cuarta Princesa Itziar Miramar, dos años mayor que ella; y la Sexta Princesa Meredith Miramar, dos años menor que ella.

Su cuerpo siempre había sido el más delicado desde que nació, por lo que desde su nacimiento su abuela, la Reina Viuda Malia Aguas del Norte, una sirena bastante habilidosa con temas de magia curativa, siempre le había prestado especial cuidado. De hecho para Nerea Miramar llegar a los 13 años de edad ya era un milagro.

Pero estos datos triviales carecen de importancia en este momento. Violette De la Costa solo estaba de humor para gritar con todas las fuerzas de su corazón:

¡¡¿POR QUÉ SOY TAN DESAFORTUNADA?!!

Ella había renacido como la protagonista del libro que odiaba pero que no podía dejar de leer durante sus últimos seis meses de vida: La sirenita.

¡Renació! ¡Como! ¡La! ¡Protagonista! ¡De! ¡Ese! ¡Libro! ¡Con! ¡Bad! ¡Ending!

¿¡Puede su suerte ser peor!?

El final del libro pasó por su mente lentamente como una película de terror.

¡Maldita sea!

Violette deseo por tres segundos volver a morir. Pero después cambio de idea.

¡Así es! Ella es ahora la protagonista, ella puede elegir como vivir su segunda vida. Ella no se enamorará de ese estúpido príncipe humano con bajo coeficiente intelectual y emocional, ni se convertirá en espuma de mar por una mala decisión. ¡Ella construirá su propio destino!

Pero antes, debe concentrarse en el problema inmediato frente a ella... ¿Qué es la ceremonia de las tres virtudes?

Buscando en sus recuerdos descubrió que este era un mundo de fantasía, por lo que la ciencia, si es que existe, es impulsada por la magia.

Existen siete elementos mágicos básicos: Aire, agua, fuego, planta/tierra, roca, luz y oscuridad. Pero estos son manejados por los humanos y seres terrestres. Las sirenas en cambio tienen otros atributos mágicos: Agua, lava, algas, arena, luz, oscuridad y rayo (electricidad).

La Ceremonia de las Tres Virtudes se realiza en el cumpleaños número 13 de cualquier sirena. En ella se revelan el atributo mágico de la sirena o tritón. Además de eso revelan a través de una técnica ancestral las tres virtudes sagradas que posee en su alma. Las virtudes sagradas son doce: Paz, sabiduría, compasión, liderazgo, esperanza, decisión, empatía, curiosidad, valentía, paciencia, alegría y creatividad. Esta ceremonia era presidida por las sacerdotisas y sacerdotes, cada año se hacía una de estas ceremonias para todas las sirenas y tritones que cumplían trece años. Para la familia real era diferente porque su Ceremonia de las Tres Virtudes siempre tuvo la gran fortuna de ser precidida por la Sabía de las Profundidades, la mensajera de los dioses.

Toda esta información solo se mencionaba vagamente en el libro por lo que Nerea tuvo que recurrir a sus recuerdos dispersos.

Con todo ello en mente, Nerea por fin se levantó de la cama con edredones de una alga que parecía tela, suave y buena al tacto. Bostezó y se retiró como un gato perezoso. Al fin le puso atención a la pequeña sirena frente a ella: su aleta era de un color anaranjado con detalles amarillos, su cabello era rizado y color rojizo, su piel era clara y delicada como la porcelana, además tenía unos bellos ojos color verde. A simple vista era una niña alegre pero de fuerte temperamento, además de que parecía una linda muñeca de porcelana.

- Ya estoy despierta. Solo dame un momento para peinarme - Nerea miró su aleta con curiosidad disimulada, era azul degrade con los bordes de las escamas con un lindo color violeta. Nadó hacia el tocador de piedra y se miró en el espejo hecho con magia de atributo agua. La imagen en el espejo era la de una joven sirena de piel pálida, cabello castaño ondulado y ojos color verde. La joven sirena era muy hermosa y un aire gentil la rodeaba, no obstante, su delgadez y palidez demostraban cuan débil y enferma estaba.

Nerea agarró el peine hecho de coral blanco y peinó su cabello mientras suspiraba por la belleza de las sirenas, no importaba como lucieran porque siempre habría un encanto magnético a su alrededor, incluso la anfitriona original que tenía una enfermedad congénita era una belleza enfermiza estandar.