— Alteza Myrkviar ¿puede contarme algo más sobre la chica? — Dahlia preguntó sin muchas esperanzas. Esta pregunta no era para recibir información sobre el origen de Nerea, el objetivo era encontrar algún indicio de si este hombre conocía la identidad de Nerea. Esta información le sería útil para planear sus pasos a seguir — ¿Por qué no habla español? ¿Lluvia es su verdadero nombre? ¿De verdad creció en el Lago Eterno Anhelo? ¿Ella es un mago o una persona común?
En su situación actual y con todos los sutiles cambios que ha descubierto en el transcurso de estos días de adaptación, una cuidadosa planeación era necesaria si quería evitar la muerte de la princesa sirena con los efectos colaterales menos desastrosos, o en el mejor de los casos, sin efectos secundarios.
En su vida pasada, Dahlia era al principio una persona demasiado ingenua, una flor criada en un invernadero de cristal, y ella demasiado arrogante para verlo. Por eso en esta vida, no estaba dispuesta a dejar cabos sueltos. Estaba decidida: Si iba a corregir todos sus errores en esta segunda oportunidad, debía hacerlo de manera que fuera beneficioso para todos y no solo para ella.
Ella debe admitir que quiere hacerlo de esa manera para expiar sus pecados, o al menos quitar todo ese peso que desde hace tiempo aplasta su consciencia. ┐( ̄ヘ ̄)┌ Si, al final lo único que tiene esperanza de obtener es algo de paz para su consciencia atribulada.
— ¿Por qué tiene tanta curiosidad, Lady Lyonel? No parece propio de usted — Aoki entrecerró los ojos peligrosamente, una luz sedienta de sangre empezó a surgir de las profundidades de sus pupilas color ladrillo. Aunque normalmente es bastante taciturno y evita las interacciones con otras personas, era mayormente porque le parecía demasiado aburrido y no porque no pudiera leer a la gente. Aunque no estaba claro exactamente el por qué esta humana mostraba tanto interés en su pececito, para Aoki era muy evidente que había un motivo oculto. Él no permitirá que otros se enteren de ese gran secreto, la protegerá de todo corazón ya que ha decidido tenerla a su lado.
— Solo curiosidad. Su alteza (Aoki) y su alteza (Abarne) le han dicho a mi primo que la Señorita Lluvia es muda de nacimiento, sin embargo cuando chocamos accidentalmente hoy en la tarde, pude escucharla hablar claramente, aunque no sé en qué lengua estaba hablando. No logro entender... el objetivo de esta evidente mentira — Dahlia cruzó los brazos, sintiendo un repentino frío en la espalda, pero no dispuesta a rendirse. Ya que no podía ver nada en el rostro de este hombre de hielo, decidió aferrarse a los puntos contradictorios para encontrar algún agujero en esa fachada.
— Conveniencia — Aoki sabía que entre menos dijera, más difícil sería para ésta fisgona entrometer las narices en sus asuntos.
— ¿Conveniencia?... ¿De qué tipo? — Dahlia entrecerró los ojos y le lanzó una mirada sospechosa.
— Es inconveniente responder preguntas como las suyas, por eso Madame Inna lo decidió así — Aoki decididamente le lanzó la pelota a la persona ausente, de este modo llevaría la conversación a un callejón sin salida. Este pequeño truco había sido usado muchas veces por su hermana menor, por lo que él más o menos sabía cómo usarlo.
— Está bien. Ya que es así, disculpe mi intromisión — Dahlia se sintió un poco avergonzada por la primera parte de esa respuesta, pero por el lado positivo ya había conseguido la información que buscaba. Entre más insistían el Príncipe y la Princesa Myrkviar en su historia, más extraño le sonaba a Dahlia, sobre todo porque hace unas horas había escuchado hablar a la mujer. Y teniendo en cuenta la verdadera identidad de esa chica, era prácticamente imposible para ella ir del mar al Lago Eterno Anhelo, ubicado en la parte más central del continente, y volver al Reino Geles en tan poco tiempo, esto considerando que apareció en tierra solo un día después de la tormenta eléctrica, cuando en su vida pasada demoró dos semanas en ser encontrada en la playa por su primo.
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La sirenita: ¡Así no será la historia!
FantasyViolette Delfina De la Costa era una prometedora estudiante de la facultad de derecho de la Universidad central, hasta que... en unas vacaciones de regreso a su ciudad natal, el avión en el que viajaba cayó al mar. Como si fuera un mal chiste, rena...