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Nerea parpadeo para aclarar su mente. Sentía como si hubiera estado dormida durante mucho tiempo, pero por más que lo intentaba no podía recordar ni siquiera un fragmento de sus sueños, por más de que estuviera segura de que había olvidado algo importante no podía encontrarlo sin importar cuánto lo buscara.
«Ay Nerea Nerea Nerea ¿la vejez te golpeó tan pronto? ¡qué es esta memoria de pescado por el amor de los dioses! ¡Apenas tienes una edad mental de 20 años más 5 años de adaptación a este nuevo mundo! ✧\(>o<)ノ✧ Un día de estos tu memoria te va a matar»
Mientras Nerea se despreciaba internamente un millón de veces, levantó la mirada al cielo oscuro y estrellado sobre ella, con una mirada de resignación. Con una mirada de repente se dió cuenta de que algo andaba mal. ¡Muy mal! ¡Demasiado mal!
w(°o°)w ¡¿Dónde rayos se encuentra ahora?! ¡¿Por qué está bajo el agua?! ¡¿Y qué hora es ahora?!
— Al fin, estoy a muy poco de congelarme y convertirme en un tempano de hielo. ¿Tienes idea de lo frío que es estar sentado junto a una cascada en medio de la noche? — Abarne estornudó a mitad de su frase. Temblando de frío y cabeceando de sueño. Abarne se imaginó a su anterior cuerpo cayendo directamente en la sala de urgencias en el hospital debido a una fiebre tan alta que haría delirar a la gente. Afortunadamente las defensas de los elfos eran más altas que las de un humano promedio, y con la doble protección de la magia, estaría bien por el momento. Pero su constitución especial no la salvaría del sueño, y cuando la gran Princesa Elfo Abarne Myrkviar tenía sueño y no le dejas dormir, su malhumor podría agriar la miel más pura en poco tiempo.
Nerea parpadeo con inocencia, decidida a no ser el blanco de esta entumida amiga suya. Decidió concentrarse en el asunto más importante del momento: Como volver a una forma humana.
Ni siquiera sabía cómo había terminado con aletas en primer lugar. Entonces ¿cómo iba a resolver este gran dilema? Su estancia en tierra dependía enteramente de que este problema se resuelva.
#Esperando ayuda en linea#
Abarne siguió despotricando un par de veces antes de volver a centrarse en el tema principal y caer en cuenta de una horrible situación que seguramente pasaría cuando volvieran.
— Llevas casi 4 horas desmayada y mi hermano probablemente ya regreso a la residencia. ¿Qué crees que es lo primero que hará ese chico al volver? Pues buscará ver el estado del enfermo ¡Si sabes lo que es mejor para las dos, te recomiendo que pongas manos a la obra y hagas que esas dos envidiables piernas de modelo vuelvan rápido para irnos a casa! — Abarne aplaudió tres veces para enfatizar lo urgente que era la situación.
Nerea se sintió repentinamente muy nerviosa por lo que dijo Abarne y trató de encontrar la sensación de tener piernas un par de veces.
Después de un par de intentos fallidos, al fin pudo convocar una forma humana.
Y con esto ambas corrieron de regreso a la residencia, rogando al cielo que no tuvieran que enfrentarse a una tormenta de hielo.
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Dahlia paso la página del libro antiguo con mucho cuidado. Estaba en la biblioteca secreta de la mansión Lyonel, buscando alguna otra información sobre las sirenas.
Las bibliotecas secretas eran por así decirlo un gran lujo, las más grandes y antiguas eran custodiadas por los grandes templos. Las más extensas y antiguas eran las bibliotecas secretas del Templo de la Luz y el Templo de la Oscuridad, lugares en los que una persona común como Dahlia jamás tendría la posibilidad de visitar.
La biblioteca secreta de su ducado era solo la segunda más grande del reino Geles, después de la de la familia real. Aunque ya haya leído estos libros de arriba a abajo en su anterior vida en busca de información, los re-leería para repasar su conocimiento hasta que tuviera acceso a la biblioteca secreta del palacio real.
Dahlia sabía que el lugar más idóneo para encontrar información sobre las sirenas era la biblioteca secreta del Templo del Agua, pero su talento innato no le permitíria siquiera saber en dónde se encuentra ese misterioso templo.
*Suspira* Sus manos estaban atadas. Y su alcance estaba limitado a los manuscritos incompletos guardados en su propio país y en los países aliados más cercanos.
Jamás deseo tanto ser un mago genio como en ese momento.
Mientras Dahlia lamentaba su mala suerte, sus pensamientos vagaron hacia los gemelos elfos y la princesa sirena. Estaba claro que ambos conocían el secreto de Nerea Miramar y que la estaban protegiendo, teniendo esto presente una alianza entre ellos sería beneficiosa para ambas partes.
El problema era acercarse a esas personas.
Con su experiencia reciente, Dahlia entendía que no podría obtener nada de Aoki Myrkviar, ya que parecía más que decidido a llevarse ese secreto a la tumba. Pero quizás si empezaba con Abarne Myrkviar o Nerea Miramar, habría una pequeña posibilidad de que formaran una alianza exitosa.
Dahlia estaba muy avergonzada (por todo lo que pasó en su anterior vida) de buscar directamente a Nerea, aunque sabía que el carácter amable de la chica le daba a ella (a Dahlia) las mayores posibilidades de cumplir su objetivo. Por lo que decidió tratar de comunicarse con la princesa de los elfos primero. Aún así no estaba muy segura del éxito que podría tener este movimiento, ya que aunque tenga la ventaja del renacimiento, que podría contarse como recuerdos proféticos, lo cierto era que en la vida se habría encontrado con este par de miembros de la realeza de Myrkviar de no haber sido por los cambios extraños que tuvo la línea de tiempo que ella conoce.
En la anterior vida, lo único que había oído de este par de hermanos eran las historias que circulaban por el continente, que describían al heredero al trono del Reino Myrkviar como un despiadado y cruel mago por transferencia de atributos duales.
Y en cuanto a Abarne Myrkviar... En la vida pasada había muerto a la edad de 9 años a causa de un envenenamiento por maná.
En la línea temporal de la que Dahlia proviene, Abarne Myrkviar ya no existe.
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La sirenita: ¡Así no será la historia!
FantasiaViolette Delfina De la Costa era una prometedora estudiante de la facultad de derecho de la Universidad central, hasta que... en unas vacaciones de regreso a su ciudad natal, el avión en el que viajaba cayó al mar. Como si fuera un mal chiste, rena...