Violette Delfina De la Costa era una prometedora estudiante de la facultad de derecho de la Universidad central, hasta que... en unas vacaciones de regreso a su ciudad natal, el avión en el que viajaba cayó al mar.
Como si fuera un mal chiste, rena...
Abarne observo la expresión oscura de Nerea, era más oscura que el fondo de una olla quemada. Espero a que su temperamento se calmara antes de hablar:
- Creo que por ahora lo mejor es que no hables frente a otros. Podrías tráerte problemas a ti misma. Además no creo que haya ser terrestre que te entienda.
Nerea se mordió el labio inferior y respiró profundamente antes de asentir.
Abarne mostró una rara sonrisa en su rostro normalmente inexpresivo.
- Te traje algo. No es que me desagrade el que llevas puesto pero no eres del Templo de la luz como para andar toda de blanco.
Abarne dijo esto y saco una linda caja forrada en papel regalo del clóset y se la paso a Nerea.
Nerea abrió la caja y encontró un bello vestido morado. Las mangas eran de una tela semi transparente y la falda también tenía la capa más externa de está tela morado semitransparente que era más larga que las capas internas.
Nerea se paró de la cama y probó el largo del vestido. La tela morada le llegaba justo a la rodilla y la capa transparente le llegaba cinco o seis centímetros más abajo. A primera vista le gustó mucho el vestido que desprendía un aire elegante y casual. Le sonrió a la otra mujer antes de correr detrás del biombo* para cambiarse.
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Abarne busco otra caja en el clóset y de ella saco un par de baletas color azul oscuro, y después se las paso a Nerea.
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Toc toc*
Un golpe en la puerta sonó de repente. Abarne dejo los zapatos a un lado y corrió a la habitación exterior para abrir la puerta.
Aoki entró después de que su hermana le abriera la puerta. Su mirada inadvertidamente recorrió la habitación exterior antes de que sus hombros tensos se relajaran un poco.
- ¿Ella está bien?
Abarne sabía a quién se refería pero decidió hacer como si no lo supiera.
- ¿Quién?
Las cejas de Aoki se fruncieron con descontento parpadeando en sus ojos. Pudo refrenar el impulso de golpearla, ya que esta mujer irritante era su hermana menor.
- No te hagas la inocente, Abarne.
- Está bien - Abarne frunció los labios - Ella se está vistiendo.
Aoki asintió inexpresivo, aunque las puntas de sus orejas estaban un poco rojas. Entró a la habitación exterior y dejó la caja que llevaba en sus brazos, sobre la mesa de centro. La caja emanaba un seductor aroma de comida, lo que hizo que Abarne casi babeara.
La princesa elfo podía ser muy indiferente habitualmente, pero era una entusiasta glotona. Cada vez que había una comida deliciosa, no podía evitar estirar sus garras para devorar hasta que no pudiera comer más.
(N/A: El poder de la comida MUAJAJAJAJAJAJAJAJA)
Aoki miró los ojos depredadores de su hermana y no pudo evitar poner los ojos en blanco.
- No es para ti. Si quieres, ve y compra tu misma.
Los ojos brillantes de Abarne se opacaron casi instantáneamente. Ella resopló con fastidio y se dio la vuelta para volver a entrar a la habitación interior.
En la habitación, Nerea ya se había puesto los zapatos y estaba sentada junto a la ventana, mirando con curiosidad el exterior. Una suave sonrisa estaba plasmada en su hermoso rostro. Un sentimiento complicado la envolvía.
Ya había olvidado como se sentía.
Cómo se sentía respirar el aire, como se sentía mover los pies y caminar a merced de la gravedad. Había olvidado como se veía el mundo desde tierra, como se veía el mundo humano.
No la malinterpreten. No es que extrañe este mundo humano. Después de todo, este no era el mundo humano que ella conocía. En este mundo Violette Delfina de la Costa no existe, ni existen Daniel De la Costa (su tío) y Leonard De la Costa (su abuelo). En este mundo no existieron Andrew De la Costa y Katherin Rivera. Y tampoco hay un País R o una Universidad Central en el País Z.
En este mundo hay magia y muchas razas que en su mundo original no son más que simples leyendas.
En este mundo no es humana. Es una sirena.
Durante los últimos 5 años ha estado huyendo de la pregunta que en un principio le daba mucha curiosidad.
¿Por qué ella?
En su vida pasada no era alguien tan sobresaliente. Su familia tampoco podía considerarse impactante. Simplemente eran dueños de un bufete de abogados, eran buenos pero no los mejores.
Su personalidad tampoco era tan agradable. No era muy sociable y tenía pocos amigos, la pasaba la mayor parte del tiempo leyendo novelas. Y no era una persona que confiara fácilmente en otros.
¿Por qué fue ella la que transmigró?
Todavía no lo entiende.
Pero tal vez estando aquí pueda averiguarlo.
- Hora de comer - en este momento la voz de Abarne saco a Nerea de sus pensamientos.
Y tal vez los cambios en este mundo y las personas que aparecieron de repente a su lado, sean sus guías para resolver está duda.
Nerea asintió y sonrió. Siguió a la mujer fuera de la habitación para almorzar.
❄️🎶❄️🎶❄️
N/A
Gracias por su apoyo!
En verdad disfruto escribiendo esta historia. Trataré de actualizar más seguido.
