La sirenita: ¡Así no será la historia!

Capítulo 15: Renacimiento

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Las desiciones personales no solo tienen un impacto en tu propia vida, afectan indirectamente la vida de quienes te rodean.

~ Dahlia Lyonel ~

Dahlia abrió los ojos repentinamente, su mente aún dispersa. Su cabeza dolía un poco y su cuerpo se sentía febril. Estaba desconcertada y desorientada. Desconcertada porque se suponía que estaba muerta. Murió por el golpe del rayo, en la Tormenta Eterna, que era el castigo de la raza humana al provocar la muerte de la hija amada de los dioses. Sorprendida porque vagamente recordaba este lugar, el lugar que había sido su habitación por casi 20 años, pero este lugar desapareció cuando el mar se tragó la ciudad capital y el impacto destruyó absolutamente todo lo que había en ella.

- ¿Está despierta, Milady? - una voz nítida y suave llago desde fuera del dosel de la cama.

Las pupilas de Dahlia se contrajeron abruptamente. Esa voz era muy conocida para ella, pertenecía a una de las pocas personas que trato bien y sin pretensiones en su anterior vida. Su doncella personal, Ada Blossom. Pero era imposible, porque Ada Blossom había muerto ahogada en el Lago Trébol Celeste, murió en las manos de una ondina de nivel 10.

Al menos eso ocurriría en unos dos años.

- ¿Ada? - la voz de Dahlia era ronca, quizás por el resfriado o quizás por sus tumultosas emociones.

Ada abrió el dosel de la cama y ayudó a su dama a sentarse antes de acercarle un vaso de agua.

Ada tenía 17 años. Su cabello era rosado claro y su piel clara, sus facciones angelicales y delicadas. Un par de ojos rojos miraban directamente a las personas, provocando una leve sensación de inquietud pero al mismo tiempo una sensación magnética. Tenía un par de orejas de gato y una cola de gato esponjosa color rosado. Era baja para su edad, lo que la hacía ver más joven de lo que es. Usaba un vestido gris de seda, de largo hasta la pantorrilla, junto a zapatos color blanco.

Dahlia tomó algunos sorbos de agua tibia mientras su mente se ajustaba gradualmente a la situación actual.

¡Ella renació!

Volvió al tiempo antes de la tragedia. Regresó a antes de la guerra entre tierra y mar, antes del castigo del cielo.

Estaba viva de nuevo. Sus padres aún estaban vivos, Ada no había muerto, la mansión Lyonel aún era espléndida, el Reino de Geles todavía estaba bien.

Los errores aún no se han cometido.

La historia debe cambiar.

Un destello determinado cruzó los ojos azules de Dahlia.

El nudo del problema radica en la muerte de la niña muda que salvó a su primo de ahogarse en el mar. Esa niña muda era en realidad la hija del Rey del Mar y la protegida de la diosa del agua y el dios del rayo. Al enamorarse y no ser correspondida, y al elegir la vida de Andrés Geles por sobre la suya, se condenó a convertirse en espuma de mar por el resto de la eternidad. Esto enfurecería a la sociedad marina, dando como resultado la destrucción del Reino de Geles al ser tragado por el mar, esto ocurriría dos años después, en su linea temporal un año después del matrimonio de su primo y Lirio Geraldine. Después de eso, todo el Continente Cascada de luz se vería envuelto en una terrible tormenta eléctrica, la Tormenta Eterna, un castigo celestial enviado por los dioses.

En cuanto a esa princesa extranjera, Lirio Geraldine, su primo se enteraría más tarde, antes de morir, que la pureza que presumía esa mujer era en realidad falsa. Lo único que buscaba esa mujer era un ganso dorado que pudiera mantener a flote su decadente reino, el Reino Geranio. La doncella personal de la princesa extranjera no era mucho mejor. Margarita Genévieve era una mujer arrogante y rencorosa, pero es una especialista en engatusar a las personas, diciéndoles lo que quieren escuchar para atraerlos a su bando, una mujer extremadamente astuta.

En su anterior vida, la ignorante Dahlia cayó en el control de esa extranjera por las jugadas astutas de ese zorro astuto despreciable.

Era demasiado ingenua y demasiado arrogante.

Se dejó engatusar y un desagrado infundado fue dirigido hacia la sirenita. Dahlia en realidad ya no recuerda la supuesta "razón" que en ese entonces justificó sus acciones. Pero recuerda que le hizo la vida imposible a la inocente sirenita y fue una de sus acciones la que de alguna forma le abrió el camino a Lirio para lograr enamorar a su (de Dahlia) primo.

La culpa siempre ha estado carcomiendola desde la muerte de esa chica.

Aunque en ese entonces nadie sabía que había muerto.

Su primo no dijo nada de este tema, él tenía la esperanza de traerla de vuelta. Lo ocultó de todo el mundo, incluso de su esposa y el regente, las dos personas en las que más confiaba. Y mientras el mundo creía que "Marina" había vuelto a casa con su familia, Andrés se sumergió en los libros buscando alguna pista sobre como traerla de vuelta. Él no encontró nada y con el tiempo Lirio se dio cuenta de su comportamiento anormal, y por supuesto, lo engatusó para olvidar el tema, aunque Andrés nunca le dijo verdaderamente el motivo de su anomalía.

Esto quedó en un punto muerto hasta aquel día.

Un destello de miedo cruzó los ojos de Dahlia.

- ¿Milady? - Ada miró la expresión extraña de su dama y preguntó con preocupación.

- Está bien - Dahlia sacudió su cabeza y eliminó los complicados pensamientos en su mente.

- ¿Qué día es hoy? - Dahlia bebió otro sorbo de agua tibia antes de preguntar.

- El día 14 del mes décimo del año 521, Milady - Ada respondió cortésmente.

Año 521... 14 del décimo mes...

Eso es exactamente un día después del cumpleaños 20 de su primo. Y un día después de la tormenta eléctrica.

Dahlia no sabía que tanto había cambiado en este momento, porque en su vida anterior aunque casi cae el mar en el hundimiento del barco, en realidad no se enfermo ni nada parecido.

Ahora estaba resfriada, lo que demuestra que las cosas en este mundo podrían no ser las mismas que las que conoce.

Pero una cosa es segura.

Todavía queda tiempo para corregir los errores cometidos.

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