EXTRAS VOLUMEN I

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EXTRA II: ¿Qué hubiera sido si... ?

— ¿Estás lista, Vio? —  Victoria se colgó una mochila en la espalda y agarró su maleta rodante.

— *Ah* Estoy lista — Violette suspiró, recogió y guardó el libro de tapa gruesa azul en su bolso antes de agarrar su maleta para seguir a sus otras dos compañeras.

- Adiós, Roxi - Vanesa se despidió de la última chica, que estas vacaciones no pensaba volver a casa y se quedaría en la ciudad trabajando a medio tiempo.

—Cuídense. Que tengan buen viaje — Roxana sonrió al ver la partida de sus amigas, aunque se sentiría sola estos dos meses, entendía que ellas debían ir a ver a sus familias.

Las tres chicas subieron al auto de Vanesa, quien llevó a las otras dos al aeropuerto antes de dirigirse por carretera a su ciudad natal.

Aeropuerto, Ciudad Z.

Violette y Victoria esperaron sus vuelos, no volarán juntas ya que sus ciudades natales eran diferentes. La casa de Violette está en la capital del País R, por otro lado, Victoria provenía de un pequeño pueblo en el País E.

— Pasajeros del vuelo XXX444 con destino al País R, por favor pasar a la sala de embarque número 13B.

— Es mi vuelo. Debo ir — Violette se levantó de la silla — Adiós, Vicki — con estas palabras se dispuso a alejarse pero su compañera la detuvo.

— Espera un momento, ¿trajiste tu pasaporte? Estaba sobre tu escritorio — Victoria detuvo a Violette y le recordó.

— ¿Mi pasaporte? Esta en mi bolso — Violette estaba desconectada.

— No, estaba sobre tu escritorio — Victoria insistió, estaba muy segura de que vio ese documento en el escritorio de Violette antes de ir al baño a empacar sus cosas, no lo había mencionado antes porque confiaba en la responsabilidad de su compañera de cuarto, pero ahora tenía un mal presentimiento e hizo esta pregunta para desahogar sus sentimientos de ansiedad. 

Violette frunció los labios con agravio, descolgó el bolso de su espalda y empezó a rebuscar en casa bolsillo para encontrar su pasaporte. Con cada bolsillo revisado se dió cuenta de que, en efecto, había olvidado su pasaporte.

P*t*!!

— Te lo dije — por alguna razón desconocida, Victoria se sintió aliviada.

— Pico de cuervo... No puedo viajar así — Violette casi sollozaba de frustración — Tendré que reprogramar mi vuelo.

— Es una pena. Sé lo mucho que ansias ver al señor Leo — Victoria decidió no decir nada sobre sus sentimientos aliviados porque eso podría ganarle una paliza de su amiga. En su lugar consoló a su compañera.

— Pasajeros del vuelo CAT688 con destino al País E favor de dirigirse a la sala de embarque número 35C.

— Creo que debo irme — Victoria suspiró con pesar y palmeó suavemente el hombro de Violette — Lamento tu situación, Vio.

— *Ah* Si no puedes ir, no puedes ir. Está bien, por mucho tardaré tres o cuatro días más en la ciudad. No importa — Violette se encogió de hombros, sin tomárselo enserio.

Después de ver a su amiga irse, Violette tomó sus maletas, se puso sus audífonos para escuchar música y decidió salir del aeropuerto. Mientras tarareaba una canción de manera distraída, torpemente chocó con alguien que iba corriendo en la otra dirección.

— ¡Por favor, perdona! — el joven de unos 19 años, delgado y alto, de cabello rubio y ojos color castaño, se disculpó apresuradamente.

— Está bien — Violette se inclinó para ayudar al joven a recoger las cosas que había dejado caer.

— Tenía mucha prisa y no vi por dónde caminaba — el joven se disculpó una vez más.

— ¿Perteneces a Myrkviar Corp? — Violette observó con admiración el logo en la carpeta en su mano con gran admiración.

— Supongo que si — el joven no iba a decir que él era el presidente y el mayor accionista de Myrkviar Corp, no quería asustar a la chica.

— Wao eso es increíble — Violette sonrió y dejó el tema atrás, aunque era admirable que este chico perteneciera a la compañía multimillonaria más grande del mundo, esto no tenía nada que ver con ella — Ten tu carpeta.

Violette se dió la vuelta lista para irse pero la voz del joven la detuvo.

— Espera, ¿Cuál es tu nombre?

— Violette De la Costa ¿y el tuyo?

— Aoki Myrkviar — Aoki apretó las carpetas en sus manos — Espero volver a conocerte más adelante.

EXTRA III: Dayanna Paz.

Hola, mi nombre es Dayanna Yulianna Paz. Solía vivir en la Ciudad Z y estudiar psicología en la Universidad Central del País Z, mi promedio estaba entre los 20 primeros de la facultad. Tenía amigos y muchos conocidos, siempre fue fácil para mí relacionarme de manera positiva con los demás.

No de igual forma, me aleje de mi familia apenas tuve la oportunidad.

Contexto: Mi padre es un alcohólico que nunca sintió un ápice de cariño por mi y mi madre, me golpeaba cuando tenía la oportunidad y nos abandonó cuando yo tenía 7 años. En cuanto a mi madre, es una mujer cuya vida no funciona si no tiene a un hombre cerca.

Decepcionante ¿verdad?.

Se volvió a casar con un hombre que tenía una hija de su matrimonio anterior, Paola, quién se dedicó a hacerme la vida imposible. Paola me odiaba sin motivo, mi padrastro trataba de compensar el acoso que recibía, y mi propia madre decidió ignorar lo que pasaba.

Por eso me mude con mi abuela materna.  Y fue la mejor etapa de mi vida, aunque mi abuela era algo estricta y temperamental.

Tristemente mi abuela murió cuando tenía 16 años. No estaba dispuesta a regresar con mi madre y su familia, así que busqué a mi segunda mejor opción: mi tercera tía paterna, Silvana Paz, la única persona amable de la familia de mi bastardo padre.

Mi tía Silvana me dió alojo, pero no iba a ser gratis. Tuve que trabajar en su cafetería mientras al mismo tiempo estudiaba para mí examen de ingreso a la universidad.

Logré entrar a la Universidad Central del País Z con una beca y me mudé al dormitorio de la universidad.

Con esfuerzo, me habría graduado a los 22 años.

Es una lástima que me hubieran atropellado por andar despotricando acerca de un mal libro.

Contrario a lo que esperé, en realidad no morí.

Volví a abrir mis ojos para darme cuenta de tres cosas sorprendentes:

1. He transmigrado a otro mundo.

2. Al parecer ya no soy humana. Soy un elfo.

3. ¡Ahora tengo 9 años de nuevo! .·´¯'(>▂<)´¯'·. 

Supongo que una segunda oportunidad debía tener alguna desventaja.

En fin, vuelvo a presentarme: Hola, mi nombre es Abarne Myrkviar. Y soy la princesa de los elfos.

Ah ¿mencioné que ahora tengo un hermano mellizo mayor que yo por 20 minutos?

La sirenita: ¡Así no será la historia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora