Cap 40: No has pagado la deuda

463 83 3
                                    

El joven no supo que decir, solo se quedó en el mismo lugar mientras temblaba.

— Siempre es la misma rutina — la mujer pareció ignorar la reacción del joven y siguió hablando — una joven sirena con la virtud de la curiosidad un día conoce ese nuevo mundo terrestre y se enamora perdidamente de un humano. Está tan enamorada que ignora el peligro y cambia algo suyo a cambio de un disfraz que le permita vivir en tierra. Ya sea la voz, la vista, el oído, el olfato, el gusto o el tacto, alguno de esos debe desaparecer y ella lo hará voluntariamente. Y luego ella irá a por su verdadero amor. Al principio sus sentimientos parecen ser correspondidos y no enfrenta muchos problemas a pesar de sus limitaciones. Pero cuando “ella" aparezca, el bello sueño de la sirenita acabará. “Ella" es quién se encargará de acorralar hasta la muerte a la pobre muchacha. ¿Sabes cuál es la cosa más irónica? Marina la tuvo a “ella” en su vida, pero después de ciertos acontecimientos, parte del alma de Marina se convirtió en la “ella" de las demás.

— ¿Por qué lo hizo? — el joven empezó a analizar las palabras de la mujer.

— Para pagar su deuda a los dioses — la mujer sonrió con frialdad — 50 doncellas divinas de primer rango, 50 doncellas divinas de segundo rango. Las primeras solo pueden nacer de la pureza y curiosidad de una sirena con esas características. Las segundas nacen de la ingenuidad y el dolor causado por la muerte de un ser amado, es más probable que nazcan de humanos, porque sus emociones son naturalmente intensas, aunque también han habido cambiantes, hadas y ondinas involucradas en esto. Tu amiga pertenece al primer grupo y tu prima al segundo... Con ellas, la deuda está saldada.

— ¿Qué les han hecho? — el joven apretó los dientes y los puños de repente.

— Solo se han llevado sus almas para refinarlas en doncellas divinas de primer y segundo rango. Pero si sus almas no pueden ser usadas pues... supongo que serán eliminadas — la mujer sonrió con ironía — Los dioses se hacen parecer santos y culpan de todo mal a los demonios, cuando la verdad es que ninguno es mejor que el otro. Los demonios se divierten jugando con el destino de las razas inferiores, pero al menos lo hacen de frente. Contrariamente, los dioses son tan indiferentes al destino del mundo mortal que si hubiera una extinción masiva no les importaría, pero igual ayudan a los mortales de vez en cuando solo para satisfacer su ego. ¿Cuál crees que es peor? ¿El que abiertamente es maligno o el que oculta su indiferencia y desprecio con su hipócrita mascara de bondad? — la mujer se rió a carcajadas con estridencia, su voz vacía de emociones daba escalofríos.

— Si los dioses son tan malos como dices, ¿por qué enviaron la tormenta eterna? — el joven se arrodilló sin fuerzas sobre la fría arena blanca de la playa.

— Porque la pequeña sirenita es uno de los experimentos conjuntos del dios del rayo y el dios del agua. Un espíritu primigenio y dual rayo-agua, iba a ser la hija de esa pareja de deidades masculinas. Pero hubo un problema con su joven alma y poco a poco fue perdiendo vitalidad. Para evitar su muerte, la diosa del destino la envío al mundo mortal, con la esperanza de sanar las grietas de la pequeña alma. ¿Quién iba a saber que tendría tan mala suerte de nacer como sirena y ser seleccionada por la maldición? — la mujer sacudió la cabeza con decepción — el karma de esa niña es demasiado desafortunado.

— ¿Entonces ella estará bien?

— ¡Humano tonto e ignorante! — la mujer se enojó de repente y lanzó un ataque de agua helada hacia el joven — Su alma está más destruida que antes, ¡solo un milagro podría salvarla!

— Cof Cof Cof — el joven tosió sangre mientras temblaba de frío — ¿No... puedes... cof cof... salvarla?

— No hay nada que yo pueda hacer — la mujer se encogió de hombros — Solo soy un yokai* atrapado entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

(* Un fantasma)

— ¿Y... mi prima? ¿Mi tutor? ¿Puedes hacer... algo por ellos? — el joven tosía sangre cada vez más abundante y su piel comenzó a ponerse azul.

— ¿Ellos? ¿Mmmmm? No lo sé... — mientras hablaba la mujer pareció tener un fuerte dolor en algún lugar, pero su voz lo ocultaba muy bien — ... Quizá conozca a alguien que pueda ayudarlos — después de una pausa la mujer concluyó — Pero hay un precio que pagar.

— ¿Cuál es? — en este punto el joven apenas podía hablar.

— Tu felicidad. Las personas que te han tenido siquiera un poco de cariño, después del trato podrían odiarte ¿Estás dispuesto a pagar tan alto precio? ¿Esas personas valen tanto para ti?— la mujer sonrió sádicamente, parecía disfrutar mucho la situación del joven.

— Hazlo — el joven no lo pensó dos veces mientras asentía con dificultad. Estaba tan malherido que sería muy difícil para él recuperarse totalmente de las heridas. Y tampoco tenía deseos de sobrevivir a esto.

— Como desees. El viaje puede ser largo para ti, no te pierdas en el espacio-tiempo — Marina agitó la mano para despedirse del joven, ya había perdido todo su interés en jugar con el chico — Fue un placer hacer negocios contigo, Andrés Geles.

El cuerpo inerte del hombre joven cayó pesadamente en el suelo.

Marina guardó silencio por un momento y después comenzó a gritar histericamente: — ¡Devuelveme mi alma! ¡Ya hice todo lo que me ordenaste hacer! ¡Liberame! ¡¡Liberame!!

— Yo dije 50 doncellas divinas de primer rango y 50 de segundo rango. Ahora solo tengo 49 de ambas categorías. Todavía me debes 2 doncellas divinas — una voz burlona sonó en el espacio.

— La acabas de liberar — Marina pareció calmarse un poco — Fuiste tu quién liberó el alma de la doncella de segundo rango.

— No por voluntad, pequeña estrellita — la voz sonó aún más burlona y con toques de frialdad penetrante — Las órdenes vienen de más arriba, no puedo desobedecer a Lucia** y Blagden***.  Pero nuestro contrato todavía sigue en pie, así que no te librarás de mi ¡Jajajajajaja!

(** Significa Luz. Vamos con esa pista ya deben deducir quién es )
(*** Significa Valle oscuro. Vamos es muy fácil, intentenlo)

— ¡¡Sueltame!! ¡¡Déjame ir!! ¡Matesu ****, me engañaste! ¡¡Sueltame!! — la mujer gritó y gritó aunque nadie le respondería en este espacio aislado.

(**** Les ahorraré está adivinanza. Así se llama la deidad demoníaca del sufrimiento en ese mundo )

🌊💦🌊💦🌊💦🌊

La sirenita: ¡Así no será la historia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora