Somos una familia

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Habían pasado algunos días y Lu aún seguía muy nerviosa por la pesadilla que había tenido, esperaba que no significara nada malo por lo que para asegurarse ella y Valerio tomaron una cita con el doctor, este les confirmó que todo marchaba bien con su bebé y no tenían de que preocuparse. Por el momento nada anormal sucedía, en las ecografía que podía observar como un bebé normal, en algunas pruebas más a fondo todo marchaba bien, quedaba solo esperar el nacimiento del bebé y asegurarse que ese día no ocurriera ningún percance. 

- Lu -Valerio se acercó a ella con un te de manzanilla- ten esto, te hará descansar mejor. 

Lucrecia respiró profundo. 

- Val, es el tercero que me tomo en el día y me siento igual de nerviosa -dijo derrotada- esto no cambiará nada, supongo que cuando tengamos al bebé en nuestro brazos y sepa que está bien me sentiré mejor. 

- Amor -el chileno se sentó en el sofá al lado de su esposa- debes perdonarte. Todos sabíamos que Polo ... 

- ¿Y si no? -Lucrecia lo cortó en seco- ¿Y si al final se arrepentía y decidía no suicidarse?. Esto es algo que voy a cargar conmigo siempre. 

- Lu -el chileno abrió las piernas para que su esposa se recostara de él, Lucrecia recostó su cuerpo sobre el de Valerio- Le devolviste la paz a una familia entera, le diste paz a Polo, si no se suicidaba antes de ir preso lo haría en la cárcel. En cada circunstancia donde te sientas presionada, ansiosa o con miedo no te puedes dejar llevar por la sombra de ese pasado. 

Lucrecia suspiró profundo mientras le daba un sorbo a su te y Valerio acariciaba su vientre. 

- Ahora mismo tenemos dos razones por las cuales dejar el pasado atrás, la vida nos ha premiado Lu; te ha premiado. Tenemos una hija maravillosa, un bebé en camino y estamos juntos otras vez -el chileno resaltó lo último- Juntos y casados, algo que jamás pensamos que pasaría, yo si que lo desee muchas veces -dijo mientras besaba su cuello- Además tenemos una buena relación con papá y tu madre nos apoya. Si fueses una mala persona no tendrías nada de que que hoy hemos logrado. 

- Tu si que sabes como subirme los ánimos, Valerio Montesinos -Lucrecia seguía llamándolo por su apellido- 

- Rojas, Valerio Rojas -replicó bromeando- 

Lucrecia se volteó para darle un tierno beso en los labios. 

- ¡Que asco! -escucharon una voz quejarse- Son iguales a mis tíos. 

La niña hizo una mueca de asco y sus padres se rieron. 

- Ven aquí pequeña gremlin -la llamó Valerio abriendo espacio entre ambos- 

La pequeña se sentó entre sus padres, Valerio la abrazó y Lu le dio un beso en la frente. 

- ¿Ya te sientes mejor mami? -preguntó mientras acariciaba el vientre se su madre- 

Lucrecia un poco incómoda asintió con la cabeza. 

- Supongo que el bebé y tu serán inseparables pequeña gremlin -mencionó repitiendo la frase de Valerio- No deja de patear cuando hablas y acaricias mi vientre- 

- The baby will be my partner -dijo riendo picaramente- 

- Dolores de cabeza nos darán ambos -todos rieron ante el comentario de Lu- 

Aunque Emilia era una niña muy tranquila y jamás había dado ningún tipo de molestia tal vez con un hermano o hermana sería diferente y harían una que otra travesura juntos, pero los Montesinos, sobretodo Valerio por experiencia propia estaban listos para ello. 

Estuvieron un rato más los tres en la sala hasta que se levantaron a prepara la cena para después de ellos acostar a Emilia leyéndole un cuento como todas las noches. Esa noche sería algo peculiar pues tenían una "reunión" o algo así por skype con sus amigos. Valerio la había organizado porque ellos más que nadie le podían ayudar a Lu a superar su crisis de nervios después de la pesadilla. 

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora