Habían pasado los primeros 5 días después de año nuevo, Valerio debía retornar a España pues en par de días regresaba a clases y al trabajo, Carla le había dicho que podía atender algunas cosas por teletrabajo porque sabía que quería pasar más tiempo con Lu, sin embargo Valerio y Lu no quería que perdiera clases porque eso le costaría caro y ambos necesitaban que el estuviese fuera de Las Encinas ese mismo año.
La última mañana en que despertaron juntos fue el día que Valerio regresaba a España, tenía vuelo para la noche y aprovecharía el día con Lu, así que durmieron hasta tarde porque la noche anterior había sido de bastante pasión y estaban además con un poco de resaca.
El reloj dio las 10:00 de la mañana, los chicos estaban abrazados mientras dormían. Valerio descansaba su barbilla en el hombro de Lucrecia, el olor a su cabello lo llevaba a un lugar seguro, mientras su brazo se posaba en el vientre de la morena por encima de las sábanas y debajo de ellas se sentía el calor de sus cuerpos desnudos.
Valerio abrió los ojos contemplando por un momento a Lu, mientras ella aún seguía durmiendo. El con cuidado se fue levantando no sin antes dejarle un beso en el hombro. Valerio se metió a duchar y justo cuando tenía los ojos cerrados por el shampoo en su rostro, sintió un cuerpo pegándose al suyo, las manos de la chica comenzaron a recorrer el abdomen del hombre de su vida, este se estremeció al contacto y sin más se dio vuelta para besarla, allí en la ducha lo hicieron como nunca pues sabían que en unos cuantos meses no volverían a hacerlo. Se amaron y aprovecharon cada centímetro de su piel y cada minuto de su tiempo.
Salieron de la ducha para tomar algo para desayunar, el mal hábito de Lucrecia de no desayunar desde que estaba con Valerio, no existía. Él la estaba ayudando a superar sus desordenes alimenticios y ella era su fuerza para dejar de lado las drogas.
- Amor ¿quieres tus tostadas con queso crema o con mermelada? -preguntó el chileno mientras se inclinaba para buscar las cosas en la heladera-
- Queso crema -respondió Lu-
- Debemos darnos prisa amor para llegar a tiempo al aeropuerto -dijo Lu mientras le daba una mordida a su tostada-
- Señorita Montesinos -dijo Val en tono de pregunta- ¿Son cosas mías o usted me está corriendo?
El chico fingió molestia.
- Jamás amor -dijo ella levantándose de su asiento para sentarse en las piernas de Valerio- pero no quiero que pierdas tu vuelo, prácticamente entras a clases mañana, y mientras más rápido apruebes todo, más rápido estarás aquí conmigo.
Ambos habían acordado que Valerio estudiaría en España pero iría con mayor frecuencia a Estados Unidos, mientras Lu y el terminaban la universidad y comenzaban sus vidas juntos, el negocio de Carla posiblemente se expandiría y necesitarían comenzar a trabajar en territorio Estadounidense, entonces allí estaría Valerio.
Los chicos terminaron de desayunar y se arreglaron para irse al aeropuerto.
La hora de la despedida era inevitable, así como las lágrimas de ambos.
- Te voy a extrañar muchísimo amor -dijo el chico abrazando a Lu que sollozaba-
- Sentiré otra vez que los meses pasan demasiado lento, es imposible no sentirlo cuando no estas Val -dijo mientras sollozaba en el pecho de Val-
- Vamos a seguir llamándonos diario bonita, estamos acostumbrados a esto. Recuerda que de pequeños siempre nos sucedía -dijo en un intento de calmarla acariciando su cabello-
- Lo sé, pero en ese momento era diferente. Para ese entonces éramos solo medio hermanos -dijo ella-
- Igual nos queríamos -replicó-
- Pero no así, no libremente. En ese momento era normal que nos separaran, ahora mismo no quiero separarme nunca de ti -siguió llorando-
- No nos separaremos nunca bonita, te lo prometo -dijo el sujetando su mano-
- Val, cuídate por favor, estudia mucho y no te metas en problemas. Trabaja duro y sobretodo ni se te ocurra drogarte -sonó más como orden que como petición-
- Por ti eso y más -respondió el rizado-
Finalmente la hora de abordar había llegado, los chicos se dieron un beso apasionado. Olvidándose del mundo y de todo lo que sucedía a su alrededor.
Último llamado, pasajeros del vuelo 698 con destino a Madrid abordar por la puerta 6 -se escuchó en el altavoz-
- Te amo mi amor -dijo Lu besando nuevamente a Val- Fue la mejor navidad, contigo siempre lo será.
- ¿Mi amor?, me encanta que me digas así bonita. Te amo -respondió el chico-
Ambos se abrazaron y Val emprendió nuevamente su viaje a Madrid, mientras Lu tenía que esperar par de horas a que su roommate llegara,ese mismo día con unas horas de diferencia llegaba el vuelo de Nadia, por lo que Lu decidió caminar un rato para despejarse un poco. Pidió un latte en una cafetería y prácticamente esa fue su comida, no tenía hambre ni ánimos para comer.
Horas después llegó el avión donde venía Nadia, Lu al verla la abrazó y no pudo evitar derramar algunas lágrimas.
- Ya se que lo extrañas Lu, pero tranquila que en dos días que iniciemos la universidad ya verás que tienes mucho en que concentrarte -dijo la musulmana-
Lu asintió, ambas se subieron a un taxi que las llevaría hasta su departamento, Nadia subió su maleta y luego se sentó en el asiento trasero con su amiga para contarse todo, Lu como la había pasado y Nadia como estaba todo por Madrid y cuanto la echaban de menos sus amigos.
- Todos te mandaron saludos, eres más popular de lo que pensé -dijo Nadia mofándose-
- Lo sé -respondió Lu con aires de superioridad-
La musulmana le dio un codazo en juego, Lu hizo una mueca de dolor por supuesto fingida.
Llegaron al departamento y mientras Nadia desempacaba seguían hablando. Lu abrió una botella de vino y le ofreció una copa a Nadia, esta la aceptó.
- Sólo una Lu, sabes que no soy de tomar -replicó-
- Tranquila, yo me tomo el resto -rió la Mexicana-
Nadia fingió molestia, se hicieron aproximadamente las 9 de la noche cuando Valerio le escribió a Lu.
- Ya en Madrid bonita, rumbo al piso de Samu. Te amo, te escribo al despertar, estoy muerto
- Te amo amor, descansa. Dulces sueños.
- Si son contigo, son más que dulces. Espero soñar a que nos despertamos otra vez como todos los días abrazados.
- Ya descansa amor, te extraño y deseo lo mismo pero tengamos paciencia.
- La tendré bonita.
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Todo lo prohibido (TERMINADA)
FanfictionLucrecia Montesinos la ha pasado realmente mal después de la muerte de Polo, su sostén y consuelo más grande ha sido su medio hermano Valerio. Ambos luchan constantemente entre la pasión desbordante y su historia prohibida.