Inauguración

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Habían pasado tres años desde que Lucrecia y Nadia se graduaron de la universidad, con sus estudios de ciencias económicas invirtieron sus ahorros en una pequeña empresa consultora de proyectos económicos que se habían vuelto tan famosa que ya tenía dos sedes más, y esa noche era la inauguración de la tercera sede en el corazón de Nueva York. Las chicas habían aprovechado al máximo su tiempo en la universidad. 

Las empresas Montesinos & Shana eran de las más nombradas en la Gran Ciudad, las chicas pensaban expandir su negocio al mercado europeo. Por supuesto, sus empleados y socios no podían ser más que personas preparadas. Entre los socios se encontraba Santiago, el esposo de Lucrecia y ex compañero de universidad. El fue uno de los socios mayoritarios, a pesar de que no le interesaba el negocio, solamente deseaba invertir dinero, la especialidad del chico eran las empresas textileras, había nacido entre ellas y moriría allí también. Por ello cuando Lucrecia tuvo la suficiente capacidad económica le ofreció el doble de lo que el había invertido para recuperar sus acciones, Santiago no lo pensó mucho y le vendió sus acciones a Lucrecia ya que el tema nunca le interesó, lo que la convirtió a ella junto con Nadia las socias mayoritarias de la empresas, su esposo solo pisaba las oficinas de M&S sólo cuando iba a buscar a la mexicana o en casos de extrema necesidad como consultorias externas, pero ya estaba completamente desligado. 

Para ese día Lucrecia había invitado a su amiga Carla a la gran inauguración ya que la rubia estaba de paso por Nueva York para cerrar algunos negocios. Y de sus viejos amigos por supuesto Guzmán que desde que salió de Las Encinas se había mudado a Nueva York para estar con Nadia mientras ambos estudiaban, el leyes y por supuesto era parte del grupo de M&S.

Dieron las 8:00 de la noche y comenzaron a llegar los invitados, sería una recepción sencilla pero con mucha clase como estaban acostumbradas las empresarias. 

- Lu, Nadia. Me alegra tanto verlas -dijo Carla abrazando a sus amigas- Guzmán quien lo diría, todo un abogado. 

Los cuatro estuvieron hablando un buen rato mientras seguían llegando los invitados, poniéndose al día en temas de sus carreras profesionales y uno que otro tema personal como la boda de Nadia y Guzmán que se acercaba. 

- ¿No piensan volver a España? -preguntó Carla- 

- Normalmente yo voy cada que puedo, por mis padres que ya están muy mayores y amo ver a mis sobrinos -dijo Nadia quien le encantaba disfrutar de los mellizos de Omar y Ander- 

- ¿Y tu Lu? -preguntó la rubia?

Lucrecia por un momento se puso algo melancólica, ir a España era encontrarse con Valerio y era lo último que quería y debía hacer en la vida. El momento de tristeza le duró muy poco cuando vio entrar a su esposo. 

- Santiago ¿por qué la trajiste? -dijo Lucrecia haciendo referencia a la niña que la abrazaba- 

- ¡Mami! -se escuchó decir a una niña- 

- Lo siento Lu, pero la niñera tuvo una emergencia no la iba a dejar sola ¿o si? -Santiago dirigiendo la pregunta a Lucrecia- 

Santiago dejó a la niña con su madre y se fue sin ni siquiera saludar a Nadia, Guzmán y mucho menos presentarse a Carla. Lu no le dio importancia, estaba más que acostumbrada a sus desplantes y tenía un problema más grande que resolver.

- No pasa nada Lu -dijo Nadia tranquilizandola- Emi está acostumbrada a estos eventos. 

- Pero en la mañana Nadia, en la noche debería estar dormida ve la hora -dijo Lu- 

- Si le da sueño la llevamos a la oficina, mi sobrina es la niña mejor portada que hay ¿verdad Emi? -dijo Guzmán alzando el brazos a la pequeña- 

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora