Falsa alegría. Parte I

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FLASHBACK

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Nueva York

- Lu ya basta, tienes más de 20 minutos encerrada en el baño -dijo Nadia desde afuera con desesperación- 

- No puedo Nadia, no puedo ver el resultado. Te lo juro que no puedo -decía Lu con un notable miedo en su voz- 

- Venga tía, abre ya que yo lo veo -pidió Nadia- 

Lu por fin se armó de valor y le abrió la puerta a su amiga, esta al entrar lo primero que hizo fue tomar la prueba de embarazo que estaba sobre el lavabo. Lucrecia en seguida se tapó la cara con las manos. 

- Venga tía, que sea lo que sea lo vamos a resolver -aseguró Nadia antes de darle vuelta a la prueba de embarazo- 

Nadia le ofreció su mano a Lu y ella la tomó con fuerza. 

- ¿Estás lista? -preguntó la rizada- 

- Jamás estaré lista para esto, pero ya es hora de saber -afirmó Lu aterrorizada- 

Nadia le dió vuelta a la prueba de embarazo, ambas la miraron fijamente por un rato tratando de procesar lo que sucedía. Hasta que finalmente Lu rompió en llanto. 

- Joder, joder, joder -la mexicana comenzó a llorar- 

Nadia soltó la prueba de embarazo y se sentó en el piso del baño donde Lu estaba encogida de piernas llorando, su amiga pasó uno de sus brazos por detrás de sus hombros y con el otro la arrimó a ella acurrucándola como una niña pequeña. 

- Lu tienes que intentar calmarte, no te hace bien ni a ti, ni al ... -Nadia no pudo terminar la frase- 

- Joder Nadia, ¿cómo quieres que me calme?, a ver ¿por dónde empiezo? - Lu estalló- Estoy desheredada y becada, con un embarazo automáticamente voy a perder mi beca, no tengo trabajo ni experiencia de ningún tipo, no puedo económicamente mantener a un niño, mucho menos podré terminar mi carrera. Nadia y lo peor de todo, es que este niño es de mi medio hermano. ¿Te imaginas que nazca con alguna necesidad especial? ¿cómo costeo todo esto? 

Lucrecia estaba realmente debastada, Nadia recordó a Marina y a su hermana, ambas habían decidido no seguir con sus embrazados y aunque Marina al final siguió con el de ella no pudo evitar pensar en como se sentían ambas en ese momento. Ahora mismo Lu, que para ella era como una hermana estaba pasando por eso o incluso algo peor. 

- Lu, quiero que sepas que sea lo que decidas yo te apoyaré y estaré allí contigo -aseguró Nadia abrazando a su amiga- Quieras o no tenerlo, tienes mucha razón. No tienes la capacidad de mantener a un niño y menos si ... 

- Si nace con alguna condición -la atajó Lu- Eso es lo que más miedo me da Nadia, no porque no lo vaya a aceptar como es, sino porque no podré costear su vida, al menos no por ahora que vivo de una beca. 

- Lu pero su papá también te apoyará, ayer me comentaste lo que había sucedido y que Val siempre estuvo contigo -añadió Nadia- 

- Si, pero en ese momento podíamos decir que era de alguien más y papá nos mantendría igual. Se enojaría conmigo si, pero siempre quiso nietos y seguro le amaría. Esta vez estamos sólos Nadia, y Val tampoco es que esté en su mejor momento. Paga cuentas, estudia y trabaja. Nosotros ya había hablado de esto y de nuestro futuro y por supuesto habíamos dicho que no tendríamos bebés, incluso Valerio se operaría y yo estaría igual cuidándome. Pero que pendeja soy -dijo Lu llorando otra vez- me gusta jugar con fuego. 

El resto de la noche Lu y Nadia estuvieron hablando, Nadia no la dejó ni un minuto sola hasta que finalmente entre el llanto de la morena se quedaron dormidas. 

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora