Juntos

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Quiero comenzar este capítulo con esta canción porque creo que define perfectamente lo que Valerio le diría a Lu para darle valor, mientras ella muere de miedo el sólo toma su mano y le dice que la amará por siempre, pase lo que pase. Ha esperado mucho tiempo por estar así como hasta ahora con ella y justo en este momento que son lo que siempre desearon no dejará que ella se venga abajo. 

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- Nadia ¿podemos vernos más tarde?. Se que es tu primer día de casada pero realmente necesito verte - escribió Lu en el chat de su amiga- 

Aquella mañana habían despertado como siempre, abrazados. Lu con los ojos muy hinchados de tanto llorar y como sino fuera suficiente las náuseas matutinas la tenía aferrada a la taza del baño con Valerio sosteniendo su cabello. 

- Creo que ya estoy bien -dijo sin fuerzas de tanto vomitar- 

- ¿Quieres un poco de agua? -Valerio le alcanzó una toalla para que se secara la cara- 

- La verdad en este momento sólo quiero volver a la cama y que me abraces -las lágrimas amenazaban con salir- 

Así lo hicieron, aún no salía el sol pero las náuseas habían despertado a Lucrecia que apenas había dormido tal vez un par de horas. Se acostaron pero no pudieron dormir, Valerio abrazaba a Lu que se acomodó en su pecho, el chileno acariciaba su cabello y en ocasiones sus rostro. 

- Amor -Valerio se dirigió a Lu- 

Ella subió la cara para mirarlo a los ojos. 

- Sólo quiero que sepas que estoy aquí contigo, esto es cosa de ambos -afirmó dándole un poco de alivio- 

- Lo se Val, lo se. Pero eso no quita que me sienta tan perdida -se aferró aún más a el- ¿tu? ...

La mexicana hizo una pausa larga. 

- ¿Yo? ... -preguntó impaciente el rizado- 

- ¿Quieres tenerlo? -las palabras salieron de su boca torpemente- 

- Lu, pero por supuesto que quiero tenerlo. Es nuestro hijo, lo amaría tanto como amo a Emilia -respondió Valerio mirándola a los ojos- Pero si en algo tienes razón es que tampoco soportaría perderlo.

Valerio intentó no soltar las lágrimas que llevaba horas conteniendo. Lu acarició su rostro, pasó la mano por sus rulos y entrelazó sus manos, esta vez invitándolo a recostarse en su pecho, no se había dado cuenta cuan afectado estaba Valerio por toda la situación, ella también quería darle contención, toda la que el siempre le dio. 

Así se quedaron por un rato, Valerio en el pecho de la chica y ella acariciando sus perfecto cabello rizado. En un movimiento involuntario la mano de Valerio quedó justo en el vientre de Lu, lo cual al principio le incomodó un poco porque aún no sabía bien que hacer, Valerio se dio cuenta pero cuando fue a quitar su mano Lu entrelazó la suya con la de el invitándolo a tocar su vientre, este entendió y acarició el vientre de la chica. 

- No se cuanto tiempo podamos disfrutarlo -Lu tragó saliva al decir aquello- No estuviste en todo este proceso con Emi ... Y pase lo que pase, tomemos la decisión que tomemos mereces sentirlo. Es tu hijo también Val, y sólo quiero que lo vivas como yo lo viví. 

- Tampoco es que deba encariñarme mucho -respondió sin dejar de acariciar el suave vientre de Lu- 

- Será imposible, te lo aseguro -respondió triste- 

El resto del día no hablaron mucho del tema, Lucrecia se ocupó con algunas cosas de la empresa mientras Valerio había salido a ver un tema de las bodegas. 

Nadia había llegado y Lu aprovecharía que Valerio se había llevado a Emilia a conocer las bodegas para poder hablar con ella. 

- Todas dieron positivo -lanzó sin más Lucrecia- 8 pruebas Nadia, y todas tenían el mismo resultado. 

Lu sacó todas las pruebas y Nadia se cercioró que realmente habían dado positivas. 

- ¿Qué piensan hacer? -preguntó sin más- 

- Aún no lo sabemos, Val lo quiere pero entiende los riesgos. Yo estoy en la misma situación. Es mi hijo, nuestro hijo. Nos amamos, estamos económicamente estables como para tener un bebé más y deberíamos estar saltando de la felicidad. Maldita la hora en que Valerio y yo tuvimos que ser hermanos -Lucrecia se sentía frustrada- 

Debían estar celebrando la llegada de su próximo hijo pero en vez de eso estaban decidiendo si tenerlo o no. 

- El 35% de probabilidades es un número considerablemente bajo, no los explicó el genetista con el embarazo de Emi -Nadia hizo referencia a una de las consultas a las que acompañó a Lu. 

- También nos dijo que evitara a toda costa repetir la historia -Lu suspiró- 

-No quisiera estar en tu lugar, ahora mismo que seré mamá no quiero ni pensar tener que tomar una decisión tan difícil - Nadia sostuvo la mano de su amiga- 

- Y los días siguen pasando -respondió Lu triste- no puedo tardar mucho más en tomar mi decisión. 

Los días pasaron y los Montesinos evitaban hablar del tema del embarazo a toda costa, sin embargo; en ocasiones Valerio dormido inconscientemente acariciaba el vientre de Lucrecia, ella se daba cuenta pero lo dejaba, lejos de molestarle o incomodarle le gustaba, la hacía querer seguir con el embarazo aunque ya habían tomado una decisión. 

La noche anterior antes de ir a la clínica dejaron a Emilia con Carla y Samuel ya que Guzmán y Nadia estaban disfrutando sus primeras noches de casados. Aunque Carla no estaba de acuerdo con la decisión que habían tomado Lucrecia y Valerio eran sus amigos y debían apoyarlos. 

- ¿Están seguros de esto? -preguntó Carla después de instalar a Emilia en la habitación donde estaría- 

Ambos negaron con la cabeza. 

- ¿Por qué lo harán entonces? -replicó la rubia- 

- Es lo correcto -dijo Lu con la mirada baja, Valerio sostuvo su mano- 

Al llegar esa noche a casa, tanto Lucrecia como Valerio estuvieron muy callados hasta la hora de dormir, Valerio besó los labios de Lu mientras la acurrucaba en su pecho. 

- Lu, aún podemos -ella no interrumpió- 

- Val, sólo abrázame ¿si? -pidió con ojos suplicante- 

Varias lágrimas cayeron por sus mejillas, Valerio también derramó algunas. 

- Amor ¿estás llorando? -preguntó Lu incorporándose, Valerio muy poco lloraba y esto realmente le estaba afectando- 

- No me gusta verte así, no quiero que pases por esto -respondió Valerio besando la coronilla de la chica- 

Ambos se limitaron a abrazarse fuerte. 

El camino a la clínica fue un suplicio, su cita era a las 9:00 de la mañana y llegaron puntuales. 

- Lucrecia Montesinos -se escuchó una voz, ambos tragaron saliva- 

- ¿La acompañarás? -preguntó la enfermera a Valerio- 

- Por supuesto, no la dejaré sola -respondió- 

Lu se acostó en la camilla del quirófano, ya estaba preparada. Valerio sostuvo su mano. 

- Comencemos -dijo el doctor acercándose y encendiendo los aparatos-

Lu apretó fuertemente la mano de Valerio y cerró los ojos. 

- Val ... -articuló Lucrecia cómo pudo entre el miedo- 


Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora