Plan B

676 59 10
                                    

- ¿Y? ... Ya hablen por favor -Carla tenía una evidente emoción-
Guzmán y Samuel no tenían muchas esperanzas, deducían que algo andaba mal por la cara de sus amigos.
- Chicos hablen ya joder -pidió Nadia casi en súplica-
Valerio negó con la cabeza.
Esa tarde cenaría en casa se Ander y Omar que ya estaban enterados de todo lo que estaba sucediendo.
- Emilia corazón -Omar se dirigió a la niña- ¿Por qué no vas arriba a jugar con tus primos?
La niña asintió con alegría.
- ¿Puedo mami? -preguntó-
- Claro que si mi amor, ve -accedió la mexicana-
La niña se fue directa a la habitación de sus primos, mientras sus padres se quedaban hablando con sus amigos sobre lo que había sucedido mientras esperaban la cena.

- Joder que sólo era una firma -protesto Carla- 

- Vuestro padre siempre ha sido un testarudo pero esta vez si que se ha pasado, es el futuro de su nieta, tal vez la única nieta que tenga en la vida -agregó Guzmán- Porque no van a tener otro hijo, ¿o si? 

- ¡Guzmán! -Nadia le llamó la atención cual niño pequeño- 

Los demás incluyendo a los Montesinos rieron. 

- No hemos hablado de ello, en nuestros planes nunca estuvo ser padres la verdad, esto sucedió porque éramos unos niños -comentó Valerio- Pero ... Podría hablar por los dos cuando digo que lo volvería a hacer sólo para tener a Emilia con nosotros. 

- No, no vamos a tener más hijos -añadió rápidamente Lu- 

Todos rieron, incluyendo al Chileno. 

- ¿Y ahora que piensan hacer? -preguntó Ander desviando el tema-

Los Montesinos se vieron a la cara, la respuesta ni ellos la sabían. Se hizo un silencio, el cual se rompió con Omar abriendo una botella de champagne para pasar el momento. 

- Bueno, bueno por ahora brindemos por nuestras vidas y nuestro reencuentro -el chico vio a Lu y le dedicó una gran sonrisa- 

Después de unas cuantas copas cada uno estaba hablando de temas diferentes. Carla con Valerio, Samuel con Nadia, Guzmán con Ander y Omar con Lu. 

- Definitivamente amaste a quien te hace sentir fuera delo normal -dijo Omar en tono divertido- 

- En todos los sentidos, cariño -dijo Lu refiriéndose a la inusual relación entre ella y Valerio- 

Ambos rieron. 

- Ahora que soy padre te entiendo, entiendo todo lo que hiciste. En otro momento no hubiese comprendido nada pero justo ahora te entiendo más que nunca -Omar sostuvo la mano de su amiga- Estoy seguro que lograrán formar la familia que se merecen. 

- Gracias amor, siempre tienes las palabras indicadas -Lu apretó su mano también- ¿Sabes? yo nunca planeé nada de esto, Emilia fue un regalo que me hizo madurar tanto y hacer lo que no haría por nadie. 

- Esos son los hijos -agregó el chico- Y lo mejor de tenerlos es con la persona que amas. 

- Escuché amor por aquí -Ander le dio un tierno beso en la mejilla a su esposo y se unió a la conversación- 

- ¿Estás seguro Val? -preguntó Carla dubitativa- 

- Más que nunca, no dejaré que mi familia se vuelva a destruir. No quiero que Emilia sufra lo mismo que yo, un padre ausente -argumentó Valerio-

- Sabes que te voy a apoyar -respondió Carla- Sea cual sea tu plan te voy a apoyar. 

- ¿Apoyar en qué? -preguntó Samuel quien se unió a la conversación para que Valerio le contara el plan B- 

Habían pasado varias semanas desde la llegada de los chicos a España, tal como lo había prometido Carla llevó a Emilia a muchos sitios divertidos con Samuel. Lucrecia y Nadia estaban trabajando desde España y monitoreando que todos los proyectos se estuviesen ejecutando con ayuda de Guzmán quien llevaba todas las legalidades. 

Esta tarde Carla había citado al Sr. Montesinos a su casa con la excusa de proponerle un negocio. Al final no era tan excusa, tal vez podría ofrecerle algunas acciones en las bodegas sólo por aceptar firmar los documentos que Lu y Valerio necesitaban, lo que el intachable Felipe no sabía era que las acciones que realmente se le ofrecerían serían las de Valerio. 

- Buenas tardes Felipe -Carla extendió la mano para saludar al mayor- 

- Carla, un placer siempre -El hombre hizo el mismo gesto- 

- ¿Pasamos al despacho? -invitó la rubia al mayor, este asintió- 

Dentro del despacho eran esperados por Samuel, que estaba terminando de preparar todos los papeles. Ambos explicaron al hombre el trato, se convertiría en socio de las acciones que uno de sus más importantes accionistas estaba cediendo con la única condición de firmar unos papeles, no debería pagar ni un céntimo, esto último inquietaba al hombre.

¿Quién en su sano juicio cedería sus acciones sólo por unas firmas? Al ser un diplomático importante seguramente querían involucrar en negocios turbios de los Rosón. ¿Cómo no lo pensó antes? seguramente Carla era como su padre. Todas esas interrogantes rondaban en su cabeza. 

- Se que tienes dudas, pero lee el documento -invitó Carla- 

El hombre comenzó a leer, al llegar el nombre del propietario hizo un alto "Valerio Montesinos". El mayor se levantó de la silla y entregó los papeles de mala gana a Carla. 

- ¿Qué carajos quiere Valerio ahora con esto? -preguntó molesto- 

- Creo que el te lo puede explicar mejor -respondió la chica saliendo con Samuel del despacho y dejando que entrara Valerio- 

- Papá, antes de que hables -el chico fue interrumpido- 

- ¿Qué mierda quieres Valerio? al grano -respondió de mala manera su padre- 

- Estoy dispuesto a cederte en 70% de mis acciones sólo por tu firma. Porque dejes que Lu, Emilia y yo seamos una familia -Estaba a punto de ser interrumpido otra vez por su padre- Po favor ... déjame hablar, por una vez en tu vida. 

El hombre respiró profundo y lo dejó continuar. 

- Sólo necesito una firma papá, por favor. Sabes que no fuiste buen padre ni con Lu ni conmigo, al menos haz el intento esta vez. O al menos trata de ser buen abuelo, Emilia tiene un corazón enorme y no para de preguntarnos cuando verá otra vez a su abuelo, la única razón por la que no la hemos llevado es porque no queremos que se sienta como nosotros de pequeños, ella está muy ilusionada con la idea de convivir contigo pero ¿vas a repetir el mismo patrón con ella?. Emilia no sabe ni siquiera que soy su padre y merezco serlo -Valerio tragó saliva y comenzó a contarle toda la historia a su padre- 

El mayor lo escuchó en un silencio sepulcral, lo dejó terminar.

- Jamás estaré de acuerdo con una relación entre ustedes dos -replicó secamente- 

- Y no tienes que estarlo, no estamos pidiendo aprobación de nadie. Sólo queremos ser felices como la familia que somos, darle a nuestra hija lo que no tuvimos nosotros, un hogar -el dolor en la voz de Valerio era evidente- 

Valerio le entregó un sobre a su padre en la mano. 

- No me respondas en este momento, piénsalo. No lo hagas por Lu o por mi, hazlo por Emilia, ella no merece esto. Mi oferta sigue en pie -dijo y salió del lugar-

El hombre se sentó un momento, debía respirar. Abrió el sobre y vio el contrato, el 70% de las acciones de Valerio serían de el. Con el contrato los documentos que debía firmar para que Valerio dejara de ser Montesinos y una foto de uno de los pocos viajes felices que habían tenido como familia, era en una playa de México donde habían disfrutado juntos cada momento, Valerio tenía unos 10 años y Lucrecia 8, ambos en trajes de baño abrazados por su padre, uno de cada lado y sonriendo plenamente. 

El hombre recordaba a la perfección aquel viaje. Con la foto una nota con la letra de Valerio "permite que Emilia viva este momento no sólo una es en la vida, sino para siempre". 

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora