De vuelta a casa

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Por fin se escuchó un llanto después de 5 largos minutos. El doctor y las enfermeras respiraron aliviados. 

Lucrecia comenzó a llorar y se aferró al cuello de Valerio. 

- ¿Qué sucedía? ¿Por qué no me dijiste nada? -reclamó al rizado- 

- Amor el bebé no reaccionaba y pensé lo peor -finalmente Valerio salió de su trance y respiró aliviado- 

El doctor se acercó a ellos. 

- Lucrecia, Valerio; felicidades es un hermoso niño -el doctor se acercó a la pareja-  

Ambos sonrieron y se dieron un pequeño beso.

- Sin embargo -el doctor hizo una pausa- Acabamos de pasar un susto con el bebé ya que no reaccionaba pero pudimos estabilizarlo. Como pueden escucharlo está llorando -habló el médico dirigiéndose a ambos- Necesitamos hacerle algunos estudios de corazón sobre todo para asegurarnos que el episodio que vivió haya sido por haber nacido unas semanas antes. De igual manera debemos llevarlo a la incubadora por al menos un par de días para asegurarnos también que sus pulmones estén completamente maduros. 

Ambos asintieron con preocupación. 

- ¿Podemos verlo? -preguntó Valerio- 

- Si pero sólo un momento, debemos llevarlo a la incubadora -les confirmó- 

La enfermera se acercó con el bebé en una pequeña cuna de cristal en la que suelen colocar a los recién nacidos. El pequeño tenía tez clara como la de Valerio, el cabello castaño como el de Lucrecia. Sus padres no podían dejar de admirar sus pequeñas manos y las facciones del niño, la nariz perfilada y pequeña como la de Lu y aunque aún en el momento lo vieron con los ojos cerrados estaban seguros que los tendría oscuros e inmensos como los de su hermana.

 Sus padres no podían dejar de admirar sus pequeñas manos y las facciones del niño, la nariz perfilada y pequeña como la de Lu y aunque aún en el momento lo vieron con los ojos cerrados estaban seguros que los tendría oscuros e inmensos como los d...

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- Es perfecto Val -dijo Lucrecia acariciando la mequilla del pequeño- 

- Más que perfecto -respondió el chico- ¿Puedo sostenerlo?

La enfermera asintió con la cabeza, Valerio lo tomó en sus brazos y le dio un beso en la pequeña frente, mientras lo colocaba en los brazos de Lucrecia que sonrió al verlo. 

- Mi amor, eres el niño más perfecto del mundo -Lucrecia no dejaba de observarlo- 

Tomo su manito y el pequeño la apretó, ella besó la mano del niño mientras Valerio abrazaba a su esposa y observaba también al pequeñito tan frágil e indefenso. 

- Chicos ya debemos llevarnos al pequeño ... -El doctor se detuvo pues no sabía el nombre del niño- 

- Lucas -dijeron a coro- 

Cada uno besó la frente de su hijo y se lo entregó a la enfermera. 

- En un par de horas podrán ir a verlo, Lucrecia podrá alimentarlo. Por ahora debes descansar Lucrecia -le recalcó el doctor- Vendremos por ustedes cuando Lucas esté listo. 

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora