Despedida

1.1K 66 25
                                    

Quiero comenzar diciendo que este capítulo será muy emotivo, por ello esta canción para iniciar, pues me hace pensar en todo lo que estaba sintiendo Valerio ese día.

------------------------------------------------------------------------

El tiempo no pasó en vano, aunque vivir el amor fue una hermosa aventura duró muy poco.

Los pocos meses que tenían juntos habían pasado volando, y allí estaban acurrucados como cuando eran pequeños. Los Montesinos no pretendían esconder ese día sus sentimientos, después de hacer el amor el calor de sus cuerpos debajo de las sábanas blancas era todo lo que tenían esa madrugada.

Los besos no faltaron, Valerio besó en la frente a Lucrecia, siempre lo hacía en signo de protección y cuidado, Lucrecia por su parte comenzó a mojar el pecho descubierto de Valerio con sus lágrimas.

- No llores bombón, nos veremos. Lo prometo -Aseguró Valerio-

Para Lucrecia los últimos meses habían sido más que una aventura, se sentía por primera vez realmente feliz, sus problemas alimenticios estaban controlados, no tenía ataques de pánico ni de ansiedad. Valerio, su medio hermano era su refugio y ella más que nadie lo sabía. Ahora que se adentraba a cinco años en la universidad en Nueva York no sabía como afrontaría todo el cambio, y lo más doloroso para ella era que el amor de su vida no estaría a su lado.

- ¿Cómo lo hago sin ti? -pregruntó mirándole a los ojos-

- Eres Lucrecia Montesinos, puedes con todo y más. Yo confío en tí Lu, además será por un tiempo corto porque cada que pueda iré a verte -Aseguró el chileno-

Obviamente por razones económicas Lucrecia no podría viajar, pero Valerio al estar trabajando en la empresa de Carla tendría una entrada de dinero que le permitiría en la medida de lo posible ir a visitar a su medio hermana.

- Te amo Val -articuló la morena mientras acercaba sus labios lentamente a los del chileno-

Se fundieron en un beso largo, con necesidad de más, de sentir el sabor de sus bocas por una última noche. Con deseo, ese deseo que solo ellos sabían que existía y entendían desde hacía muchos años.

- Y yo te amo a ti Lucrecia Montesinos, que sepas que te voy a extrañar y a pensar todos los días de mi vida, mientras no estemos juntos. No sabría que hacer sin ti, mi vida no tendría sentido. Me salvaste y gracias a lo que hemos pasado estos últimos meses he comenzado a dejar las drogas -aseguró el chico- No me imagino la vida sin ti, y quiero que sepas que te voy a esperar el tiempo que sea necesario para volver a estar juntos.

- Val -atajó la chica al chileno- Necesito que me prometas algo.

El asintió con la cabeza.

- Vas a rehabilitarte, si te pasa algo por culpa de las drogas me muero Valerio. Sólo quiero que estés bien -dijo en tono suplicante-

El asintió prometiendo que iba a buscar una buena clínica de desintoxicación y poniendo de su parte para mantenerse limpio. Valerio se tomaba muy en serio las promesas que hacía con Lucrecia.

Así entre promesas y amor pasaron la noche más corta de sus vidas, según su perspectiva pues sólo pudieron conciliar el sueño par de horas.

Al despertarse Lucrecia se vio sola en la habitación, el chico con el que había hecho el amor el día antes no estaba a su lado, era muy extraño porque el jamás se iba sin despedirse y menos sabiendo que ese día la Mexicana partiría a un largo viaje.

Lucrecia asumió que Valerio estaba en la cocina, preparandole el desayuno como todas las mañanas. Ya era costumbre para ella hacer las tres comidas, cosa que jamás pasaba en su anterior realidad, pero Valerio puso su mundo de cabeza.

Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora