Habían llegado hacía un par de semanas a Nueva York, las chicas dieron algunos paseos para encontrarse con lo que sería su hogar por 5 años. En otro momento Lu estaría comprando toda la ropa de los maniquíes en cada boutique, esta vez sólo debía conformarse con disfrutar de las vistas. Por supuesto la estresaba bastante, sin embargo no permitiría que el no comprar a su gusto y preferencia la afectara.
Al pasar las semanas Lu y Nadia se habían vuelto bastante cercanas, aunque Lucrecia seguía siendo la mejor amiga de Carla con Nadia era un complicidad distinta. Algunas cosas nunca cambiaban y las chicas en los primeros exámenes de la universidad a pesar de que estudiaban juntas competían por la mejor nota. Y aunque su rivalidad ya era más que por competencia por diversión esto hacía que una sacara lo mejor de la otra.
En las tardes en el departamento de estudiantes donde vivían hablaban de cualquier tema siempre y cuando no estuviesen estudiando. Nadia comenzó a contarle a Lucrecia que Guzmán le había estado reclamando, no por la distancia física, sino porque ella estaba dejándolo a él de un lado, o al menos él lo sentía así ya que Nadia estaba concentrada en la universidad, ambas debían esforzarse al máximo para mantener su beca hasta el final. Lucrecia sabía como manejar a Guzmán, después de tanto tiempo con él, así que ayudó a Nadia a mantenerlo tranquilo. Mientras que Nadia se había vuelto la confidente de Lu, esta no juzgaba la relación que tenían los medio hermanos pero si le pedía que llevara todo con mucha calma porque ante la sociedad ellos eran hermanos y nada cambiaría, lo cual le podía traer problemas. Entre ambas habían estado pensando como hacer para lograr mantener esa relación, entre la clandestinidad escondiéndose siempre o buscando la manera para que fuese legal. Muchas ideas se les habían ocurrido pero aún tendrían tiempo para resolverlo mientras los chicos estarían estudiando y trabajando duro para su futuro.
Lucrecia como todas las noches después de estudiar hablaba por vídeo llamada con Valerio, aquel día no sería la excepción.
- Hola amor -dijo la chica al responder-
- Hola bombón, se que me estas extrañando como siempre -dijo el Chileno riendo-
- Aunque lo digas en broma si te extraño idiota -respondió la mexicana-
El chileno le sonrió con ternura.
- ¿Qué tal la U? -preguntó interesado el chico-
Lucrecia le explicó que estaban viendo una materia bastante pesada, que era la que le estaba dando más dolores de cabeza, sin embargo, Valerio le respondió que ella era una cerebrito y que siempre sería la mejor de la clase, la chica se rió.
- ¿Y tu trabajo? ¿Las Encinas? ¿La clínica de rehabilitación? -preguntó la chica-
Valerio le contó que en el trabajo le iba muy bien, habían firmado varios contratos. Con respecto a la clínica iba llevando muy bien todo el proceso, en ocasiones tenía mucha ansiedad pero ya le habían dado métodos para controlarla. La chica se alegró y sintió muy orgullosa al saber que Valerio le estaba dando un rumbo a su vida y que en parte era por el amor que le tenía. Con respecto a Las Encias le contó que habían nuevos alumnos para el último año, muy guapas y guapo. La mexicana gruñó y el se rió, le encantaba poner celosa a la chica que en seguida marcaba su territorio.
- Pues cabrón, la que tiene el anillo en el dedo soy yo -aseguró triunfal- Además otra más guapa y mejor partido que yo no encontraras. -Dijo sexy mordiéndose el labio mientras se deshacía del brasier que tenía puesto. El chileno se mordió el labio.
- Tienes muchísima razón bombón, jamás nadie me hará sentir lo que siento por ti -respondió el Chileno mientras se acomodaba para desabotonarse el pantalón-
Los enamorados habían encontrado la manera de disfrutar en la distancia, ambos eran fuego y los kilómetros que tenían de por medio no harían que ese fuego se apagara así que a medida que pasaban los meses el cyber sexo se volvió parte de sus llamadas nocturnas.
Por supuesto no todo era sexo, ambos estaban muy pendientes de cuando uno o el otro se sentía mal. Lucrecia apoyaba a Valerio cuando este luchaba con su drogadicción y Valerio era el sostén de Lu cuando ella se sentía mal por el tema de Polo o por sus problemas alimenticios. Siempre, desde muy pequeños eran el apoyo del otro y así sería mientras estuviesen juntos, ahora que su relación iba más allá de la hermandad tenían un vínculo aún mayor y tenían una razón más para ambos luchar, el futuro que anhelaban juntos.
Valerio estaba preparando todo para su primera visita a Lu, quería que fuese sorpresa y por ello no le había dicho nada, habían pasado 6 meses desde la última vez que se habían visto y el deseaba que su reencuentro fuese una grata sorpresa para la mujer que más amaba en el mundo. Así que no tuvo más remedio que esconderlo mientras seguía entre el trabajo y las clases, deseaba graduarse rápido, Las Encinas sin su bombón no eran lo mismo.
Dos semanas después Valerio estaba en el avión rumbo a Nueva York y la única que sabía era Nadia que prometió no decir nada a Lucrecia, era la cómplice de Valerio en esta aventura. Valerio estaba más que ansioso por el reencuentro, esperaba la misma reacción que Lucrecia al verlo allí, sino tanto esfuerzo no había valido la pena.
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Todo lo prohibido (TERMINADA)
FanfictionLucrecia Montesinos la ha pasado realmente mal después de la muerte de Polo, su sostén y consuelo más grande ha sido su medio hermano Valerio. Ambos luchan constantemente entre la pasión desbordante y su historia prohibida.