Pelea

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- Guzmán debemos ir ya mismo a la casa de Lu -dijo Nadia desesperada- 

Guzmán no entendía el porque pero no pintaba nada bien el panorama. 

- Lu lo va siguiendo, Valerio esta dispuesto a todo por defender a Emilia -dijo Nadia tomando su bolsa y las llaves- 

- ¿Qué hacemos con Emilia? -Guzmán la frenó en seco-

"Mierda", pensó la musulmana para sus adentros, no podían dejar a la niña sola pero tampoco podían poner en riesgo a Lu o a Valerio, todos sabían lo violento que podía ser Santiago cuando estaba tomado. Pero también conocían a Valerio molesto. 

- Tu quédate con ella, yo voy a detener a Valerio de hacer una locura -afirmó el chico- 

En el primer golpe había dejado a Santiago en el piso. 

- ¡Valerio basta! -gritó Lucrecia tratando de defender a Santiago- 

- Claro, claro sigue defendiendo a tu amado esposo, así te trate como una puta mierda a ti y a mi hija -El chico hizo énfasis en las últimas palabra con rabia- 

- Ah pero es que este hijo de puta ya tiene en claro que toda la vida he criado a su puta hijita -dijo Santiago incorporándose y secando la sangre que le corría por la nariz- 

Otro golpe de Valerio le hizo perder el equilibrio y caer al suelo nuevamente. 

- Valerio basta por favor -Lu suplicaba no sólo con palabras sino con la mirada- 

Santiago esta vez se incorporó más rápido para lanzar el primer puñetazo en el pómulo del chileno. 

- Valerio ¡no! -gritó Lucrecia al ver que Valerio caía al piso- 

Los dos hombres comenzaron a golpearse en el suelo, por suerte llegó Guzmán en el momento indicado apartando la pelea. 

- Vámonos Valerio -exigió Guzmán que también había recibido algunos golpes- 

- No me voy de aquí hasta que este imbécil no se entere de una puta vez que la próxima vez que trate a Emilia de la manera en que lo hizo hoy yo mismo lo mato con mis manos, como que me llamo Valerio ... -Lu interrumpió en seco- 

- Valerio cállate ya, y lárgate de una vez -exigió la chica ayudando a Santiago a levantarse- 

- Lucrecia -Valerio acercándose a ella- das pena, ¿Cómo te va a importar más este tipo que tu hija?. ¿ En serio le amas?

Lu se mantuvo en silencio. 

- Dime que le amas más de lo que me amaste a mi -insistió Valerio- 

Lu siguió en silencio, esta vez con ojos suplicantes que claramente pedían a Valerio que guardara silencio, el supo que algo no andaba muy bien, conocía a Lu pero la rabia que tenía era más grande. 

- Lucrecia te estoy hablando, dime que no me amas, que es más importante el que nuestra hija y yo, porque estoy más que seguro que Emilia es mi hija -La rabia de Valerio se sentía en cada palabra- 

- Valerio vete ya por favor -pudo articular Lu- 

Valerio lanzó un golpe al aire para darse vuelta y montarse en su auto, Guzmán le siguió y se montó en el asiento del copiloto. Lu entraba con Santiago a la casa sin mirar atrás. 

- Si vienes a reclamarme sobre mi relación con Lucrecia y a sermonearme sobre el incesto ya he tenido mucho de eso desde hace muchos años Guzmán. Si, estuvimos juntos, si, también mientras ustedes eran novios, esto es desde hace mucho y yo la amaba de verdad. -El rizado hizo una pausa- Así que si solo vienes a reclamarme o a darme una charla y pedirme que me aleje por favor bájate de mi auto que no quiero romperte la cara a ti también. 

- ¿La amabas o la amas? -preguntó el castaño- 

Valerio hizo una mueca de confusión. 

- Yo ya sabía todo Valerio, desde hace años -afirmó- 

- ¿De Emilia también? -Se le hizo un nudo en la garganta-

Guzmán asintió. 

- Todos sabían que mi hija había nacido y que Lucrecia me la estuvo ocultando todo este tiempo y nadie fue capaz de decirme -afirmó con más rabia que dolor- ¿Quién más lo sabe? ¿Carla? ¿Samuel?

- Carla se enteró el mismo día que tu, ella no podía saber nada. Samuel tal vez ya sepa, Carla tal vez habló con el y le contó todo, de igual manera necesitamos aliarnos Samu, otros colegas y yo en este caso -añadió Guzmán- 

Valerio le miró con confusión. 

- ¿Aún amas a Lucrecia? -preguntó nuevamente Guzmán- 

Una lágrima escurrió por la mejilla del chileno.

- Aún enterándome de esto jamás podré dejar de amarla -en su voz más que rabia ya sólo quedaba dolor- 

- Entonces tienes que escucharme, escucharnos a Nadia y a mi. Por favor. -Su tono fue suplicante- 

Guzmán bajó del auto, no sin antes pedirle a Valerio que lo siguiera hasta su casa. Al llegar se encontraron con Nadia abrazando a la pequeña Emilia que se acababa de levantar llorando, había tenido una pesadilla, esta la estaba intentando calmar. 

- Quiero a mi mami -dijo llorando la pequeña- 

Al ver que Valerio había llegado se bajó del sofá en donde estaba con Nadia y corrió a sus brazos, esa conexión entre ambos no se comparaba a ninguna otra, apenas se conocían hace unas horas pero su conexión fue inmediata, ese llamado padre e hija que nadie podría separar de ahora en adelante, o al menos Valerio se encargaría de eso. 

El chico no pudo evitar soltar una lágrima mientras la pequeña se lanzaba en sus brazos, este la cargó en sus brazos y ella lo rodeó con sus pequeñas piernas escondiendo su rostro en el cuello del rizado, tal como solía hacerlo con su madre. 

- Tío llévame con mi mami, no quiero que esté sola con papá -dijo la niña con los ojos llenos de lágrimas mientras veía a su verdadero padre a los ojos- 

- Tranquila Emi, tu mamá está bien no temas por ella -agregó Guzmán- 

- ¿En serio no debemos temer? -preguntó Valerio con preocupación- 

No había pensado en la posibilidad que Santiago pudiera hacerle daño. 

- Lu estará bien, Santiago jamás le ha puesto una mano encima -respondió Nadia- 

- Estás diciendo mentiras tía Nadia, papá una vez jaló muy fuerte a mami por el brazo, unos días antes de cortar el listó rojo -dijo la niña refiriéndose a la inauguración- 

Todos se miraron las caras. 

- ¿Recuerdas algo más Emi? -preguntó Valerio aún sosteniéndola- 

- Le dijo "si lo buscas sabrás de lo que soy capaz" -afirmó Emilia- 

Todos se miraron, sabían que Lu no estaría a salvo y que a todos les estaba escondiendo algo más. Nadia en ese momento supo que no sabían todo. Guzmán sacó su celular alejándose un poco de la sala en donde estaban Nadia, Emilia y Valerio.

- Samu, necesito que vayas por Lu y la lleves a tu hotel con Carla -su tono denotaba desesperación- Es urgente, si las cosas se complican me llamas. 


Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora