Siguiendo el rastro

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En menos de media hora habían llegado Carla y Samuel al townhouse de los Montesinos, los agentes los interrogaron y por supuesto dijeron que iban a darle contención a sus amigos, no que en unas horas estarían planeando como recuperar al bebé más rápido que la policía. 

Carla se  fue directo con su amiga que se encontraba en su habitación, había dejado a Rodrigo con su abuela, la mamá de Samuel quien pasaría una temporada fuera de Marruecos.

- A ver si entiendo bien -dijo Samuel mientras se sentaba en la silla del escritorio de Valerio- Cayetana secuestró a Lucas y creemos que es por venganza. Porque ella jamás avanzó y culpa a Lucrecia por matar a su pase directo al éxito. 

Valerio asintió. 

- Por supuesto, odia a Lucrecia porque sacó a Polo del camino y aparte te alejó a ti de ella -completó Samuel-

Mierda, pensó Valerio. Había olvidado ese pequeño gran detalle. 

- Bien tenemos unas cuantas horas para preparar la coartada, cuando Guzmán llegue afinaremos detalles -afirmó Samuel- 

- ¿Quién podría conocer todos sus movimientos? -se cuestionó Valerio- 

Ambos chicos pensaron un rato. 

- ¡Las Encinas! -gritaron a coro- 

- ¿Y quién nos puede dar información de Las Encinas? -más que interrogante era una afirmación de Samuel- Exacto, Ander- 

- No lo sé Samuel, si seguimos involucrando a los chicos en esto la policía nos frenará -la preocupación de Valerio se notaba- 

- Vale, que te entiendo tío. Pero Ander es de confianza y no haremos que venga o que vaya con nosotros para no despertar sospechas -aseguró Samuel- 

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Más tarde ese día Omar y Ander estaban en la casa de Azucena, Omar distrayendo a Azucena con los mellizos mientras Ander revisaba en la portátil donde sabía que su madre respaldaba la información de Las Encinas. 

Lo tengo -pensó el chico quien le envió la información a Samuel- 

- Una lástima lo que ha pasado con Cayetana, la policía ha investigado cada paso que ha dado desde que salió de las Encinas ese día -habló Azucena con desconcierto mientras ayudaba a sus nietos a cortar las galletas con un molde de animalitos- Siempre es bueno tener distracciones en días como estos y nada mejor que mis pequeños. 

La pareja de chicos sonrió. 

- Justo por eso quisimos venir a dormir contigo mamá -mintió Ander que si quería pasar tiempo con su madre pero realmente iba con otras intenciones- 

- ¿Qué saben de Lucrecia y Valerio? ¿Cómo están? -preguntó la mujer- 

- Destrozados, esperamos que la policía haga algo rápido no como con ... -Omar no terminó de hablar- 

- Lo encontrarán cariño -Ander tomó la mano de su esposo- 

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- Ya se durmió -afirmó Carla que arropaba a su sobrina- 

Mientras Lucrecia encendía una pequeña lámpara de noche, la niña solía dormir con todas las luces apagadas pero cuando se encontraba asustada su mamá sabía que debía dormir con una pequeña luz aunque fuese. 

- ¿Segura que no querrá que nos quedemos a dormir con ella? -preguntó Carla- 

- A diferencia de mi, que siempre que estaba asustada y buscaba a Valerio en las madrugadas -indicó Lucrecia- Emilia es una niña muy valiente, me recuerda mucho a Val cuando éramos pequeños, muchas veces que iba a su habitación lo encontraba sentado en la cama con algunas lágrimas. Así es Emilia, sólo que ella si tiene miedo si va a buscarnos, nos pide que la acompañemos un rato y regresa a su habitación, siempre dice que debe afrontar sus miedos. 

Lucrecia se sentía muy orgullosa del temple de su hija, aunque muchas veces quiso que la niña se quedara a dormir con ella si tenía una pesadilla, ella sólo buscaba un abrazo de su mamá asegurándose que todo estaba bien para regresar nuevamente a la cama. 

Las amigas salieron de la habitación, Lucrecia se fue a su habitación esperando a Valerio y Carla hizo lo mismo, entró a otra habitación para esperar a Samuel no sin antes darse un fuerte abrazo entre ellas. 

- Gracias, Carla -Lucrecia abrazó a su amiga, la rubia la abrazó fuerte y le dio un beso en la mejilla- 

Lucrecia daba vueltas en la cama esperando a Valerio, definitivamente esa noche no podría dormir sin él. Finalmente, el rizado entró y se acurrucó con ella en la cama. 

- Amor te prometo que mañana a esta hora estaremos durmiendo los 4 juntos, así Emilia no quiera -aseguró Valerio limpiando las lágrimas de su esposa-

A esta se le escapó una pequeña sonrisa. 

- Quiero que estés tranquila Lu -el rizado la abrazó- 

- Confío ciegamente en ti Val, pero me siento fatal en todos los sentidos. Estoy anímicamente mal y físicamente mal -dijo señalando sus senos- Joder tengo un bebé de tres meses y medio que tiene que comer al menos cada 4 horas y mi cuerpo lo sabe. Además tengo muchísimo miedo que te pase algo a ti o al bebé pero no confío en la policía. También se están exponiendo Guzmán y Samuel, por ende Nadia y Carla. Ambas con bebés pequeños. 

Lucrecia se incorporó y se llevó las manos a la cabeza. 

- ¿Y si esta psicópata está aliada con alguien más? -la preocupación de Lu era evidente- 

- Bonita, quiero que estés calmada ¿si?, ya tenemos información y estamos detrás de sus pasos, hoy hicimos unas cuantas llamadas, su celular ya está intervenido así que sólo necesitamos una llamada de ella a cualquiera, un mensaje, lo que sea para que se active y dar con su ubicación -afirmó Valerio- Cuando Guzmán llegue saldremos él y yo primero y detrás de nosotros Samuel que se encargará de llevar a la policía, a ellos pues les explicaremos después que necesitábamos adelantarnos y no esperar a que esta loca quisiera llamarnos algún día pidiendo el rescate. 

- Sólo cuídense ¿si? -Lucrecia abrazó a Valerio después de decir esto-

Escucharon la puerta y Valerio se levantó a abrir, mirando hacia abajo y dándose cuenta que era su hija a la cual levantó en sus brazos. 

- ¿No puedes dormir princesa? -preguntó a su pequeña- 

La niña negó con la cabeza. 

- ¿Puedo dormir con ustedes hoy? -preguntó mirándolos a ambos- 

- Por supuesto que si -respondió la pareja en coro- 

Metieron a su hija en la cama y así se quedaron abrazados los tres, Lucrecia sin poder conciliar el sueño, apenas cerraba los ojos recordaba la escena del arma apuntándolos a ella y a Lucas. Valerio sin cerrar los ojos cuidando que sus dos princesas estuvieran bien y pensando en cada uno de los pasos de su plan para no poner en riesgo la vida de su hijo, la de él o la de sus amigos. 


Todo lo prohibido (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora