⏳9.‽ยภt๏ร ๔є ϑเรtค.⏳

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Han pasado alguna semanas en la que estuvo en reposo, le dieron la oportunidad de recuperarse, corrigiendo aquella idea, lo obligaron a recuperarse. De el dependía su vida misma y su estancia física, amenazaron con dejarlo convaleciente si no hacia lo que le ordenaron, amenazaron con golpearlo hasta el punto de su cansancio, dejarle de tener aquella miseria de respeto que le tienen.

Con la aguja de un suero incrustado en sus venas ha permanecido quedo pensando en su tan larga existencia primigenia, pensando en aquellos buenos como malos momentos que vivió a lado de quien menciono amarlo a morir. Una lágrima se deslizo por su mejilla al recordar en como de un momento a otro su más hermoso sueño se convirtió en una pesadilla.

Tan solo una simple discusión fue suficiente para distanciarse, alejarse el uno del otro con el orgullo en mano. Al parecer su relación que pintaba ser la más hermosa historia de amor con un final feliz tuvo una larga travesía llena de emociones relacionadas con la felicidad hasta un punto en que la misma desapareció y termino de una extraña manera, ambos viviendo juntos y en pecado. Un pecado que tuvo que pagar con creces y que aun sigue pagando.

Reflexiono un poco, observando la elegancia de su habitación blanca conforme recuerda estancias en que estuvo en una similar hace varios años atrás. Se miro el antebrazo observando aquella aguja y sin pensarlo dos o tres veces siquiera se arranco la misma con cuidado, no estaba tan loco como para atentar contra su propia existencia.

Dejenme salir!.—vocifera a todo pulmón golpeando la puerta de madera oscura con cerrojo de su habitación.

Que mas daba gritar cuando nadie seria capaz de oírlo, que perdía con intentar ser escuchado por un alma benevolente que se apiade de su ser. Tan solo gritar de esa manera raspó su garganta, dejándolo seco y sin voz que pudiese salir de sus cuerdas vocales. Se quedo afónico de tanto gritar, desesperado por su libertad sus puños parecían querer pertenecer a la consistencia de aquella madera.

—Por favor...—se derrumbo en aquella puerta con lágrimas de impotencia y con la voz a un hilo de perderla.

Escucho como del otro lado de aquella misma puerta alguien le quitaba el seguro, escucho sus pasos llegar desde hace un buen tiempo que quedo petrificado ante la misma. Arrodillado frente a la puerta con la cabeza baja observa la vestidura del mismo, parecía ser un traje costoso de fina tela negra, subió su mirada y levanto en el acto su cabeza hasta chocar con aquella mirada que le resulta casi como no familiar. Aquella forma en que lo mira, aquella forma en que se inclina y lo observa mas de cerca lo inquieta. Ve una sonrisa que cree haber visto en su vida recrearla a alguien tan solo sorprenderse ante su parecido puso en evidencia y nervioso a quien vino a calmarlo.

Una bofetada resuena en el lugar, aquel que la propino gozo de la misma como un deshago de algo que hace mucho quiso hacer pero que no tuvo el valor de hacerlo por miedo. Estando vulnerable seria mucho más fácil aprovecharse de él, tomaría aquello que él le negó darle...aquello que siempre deseo desde el instante en que dejo de pensar en su error.

Tanto alboroto por estar aquí? Deberías estar agradecido.—manifesto con notorio fastidio, apartándolo casi con asco de su camino mientras lo toma de los cabellos y lo lanza hacia el interior de la habitación.

Estaba cansado que cada quien entrase a verlo lo tomara de los cabellos y lo lanzara como si fuese nada menos que un misero trapo sucio.

Dejame salir, dejame ser libre... No ves que lo que haces esta mal?.—insistio captando la atención de quien por un momento creyó que hacia su pataleta.

Tal vez aquella insistencia suplicante toco la fibra más profunda de su ser para obligarlo a arrodillarse frente a el mientras le sostiene el rostro y le obliga a verlo, o tan solo actuaba conforme sus acciones le obligaban a hacerlo.

—Depende del punto de vista que lo veas corderito~.—seducción en su mirada, malicia en sus manos y un sin fin de palabras vacías salen de sus labios, artificios que facilitarían su entrada a su tan escasa confianza.

¿Punto de vista? ¿Acaso había otra forma de ver las cosas? ¿Habia otra forma de engañarse?. Al parecer la había tan solo que su punto de vista resulta ser más una clara muestra de su experiencia bajo la voluntad de sus captores.

veo que no has cambiado, sigues con aquel pensamiento radical que no te deja ver mas allá de lo que deseas...—hizo una breve pausa, esbozando una ladina sonrisa mientras empezaba a relajar más el ceño.—Es simple, para ti soy tu captor, aquel que arruino tu vida de cuento de hadas ¿verdad? ¡Responde cuando te habló!.

Un tipo de poca paciencia que no soportaba la lentitud de comprensión entre su gente y sus víctimas. Tan solo asintió temeroso ante aquel tono de voz que uso para demandarle respuestas.

Pero lo que piensas es errado, soy quien te abrió los ojos, te hice ver la vida desde otro punto de vista. No todo es malo, al fin estas en la completa paz de la que tanto hablabas. —su seguridad le incómodo hasta el punto de posar sus manos en aquellas muñecas que conducen aquellas manos sobre su rostro en intentar alejarlas.—No eso lo que tanto deseabas, vivir una vida lejos de responsabilidades con las que lidiar ¿acaso no estas feliz de que tu mayor deseo se hiciera realidad? Estas rodeado de la naturaleza aquella que la humanidad destruye a su paso, dime ¿Acaso no era esto lo que querías?.

El tipo parecía incrustar sus uñas en su piel, exigiendo con la presión de las mismas una respuesta rápida y convincente, todo aquello que que esperaba oír más simple silencio y algunos gemidos de dolor fue lo que obtuvo, habiendo perdido su tiempo con quien se supone le daría horas y horas de diversión tomo la iniciativa.

Se reincorporo en su postura erguida, alejó sus manos de aquel rostro patético y lo tomo del cabello, obligándolo a pararse para recibir lo que el llamaba "un buen correctivo".

Como si fuese un animal que se porto mal empezó a castigarlo, incluso un animal tendría mejor suerte que la suya.

Varios puños arremetieron contra su abdomen, uno más fuerte que otro como si estuvieran llenos de odio y coraje. El dolor era indescriptible que empezó a quedarse sin aliento a las pocas docenas que llegaron a su cuerpo, parecía que quien se las propinaba disfrutaba de hacerlo, incluso juraría que lo vio reír de manera sádica al instante en que gestaba su dolor.

Depende desde el punto de vista que lo veas corderito~, yo te corrijo a mi manera que es la más eficaz mientras tu piensas que te golpeo sin razón alguna...

Se marcho entre risas, soltándolo como si fuese un saco vacío dejo que cayera inconsciente, no le importo que dejó de respirar hace muy poco y mucho menos que empezó a sangrar a través de la boca, tan solo hizo unas señas para que sus secuaces entraran y lo reanimaran.

Era como un juguete, que si por accidente lo rompía tenia a quienes podrían arreglarlo para su póstumo disfrute.

°•¤Ħɑвıвı¤•°  (Egipto X Israel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora