⏳49. Pℓɑиıƒı¢ɑ¢ı๏и ∂εℓ ɢяɑи ɑ¢†๏ ₣ıиɑℓ.⏳

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El gran día esta cada vez mas cerca, del otro lado del camino, a escasos pasos suyos de concretar por fin su plan...ejecutar de una buena vez la "justicia" que por años ha estado esperando ansioso.

Sabe a la perfección que el deceso del bicolor no cambiara el rumbo de la historia que de por si ya fue escrita pero si cambiara el transcurso de la misma, la histeria se presentara en el mundo consumiendo la valentía y el coraje de aquellos que lo respaldan y brindan su incondicional apoyo.

Muy informado de los pasos que se han dado desde que dejo ir al iraquí y fue condenado a prisión preventiva mientras se siguiera investigando un caso que hace poco habían dado por cerrado con una única conclusión, aquel a quien buscaban con desesperación había ya dejado de existir...había muerto y eso es lo que mas les aterraba.

No había mucho que preparar para estas instancias, de hecho solo un acto simple y sencillo serian aquella cereza que decoraría a su morboso pastel inmundo. Fue a su ostentosa habitación, las ansias estaban a flor de piel mientras caminaba en aquella dirección con total determinación, una vez fuera tomó la perilla de la puerta y con un leve giro se adentro en aquel sitio, buscando un objeto especial entre los recuerdos que yacen resguardados en una pequeña caja de madera y oro resguardada en el primer cajón de su gran armario.

Con delicadeza tomo aquel rectangular objeto y la dejo sobre la superficie de su cama, el nerviosismo recorrió su ser al rebuscar entre aquellos recuerdos de su pasado su más grande muestra de determinación, un objeto envuelto cuidadosamente en una tela de seda roja con figuras bordadas con hilos de oro.

Su mirada destella un brillo especial, sus manos tiemblan conforme estas se acercan a aquel misterioso objeto. Su corazón se acelera cuando siente en las yemas de sus dedos la sauce superficie de la tela que al momento de desprenderla da a conocer una peligrosa figura letal.

Su brillante coloración dorada, su plana y fría superficie de metal le recordaba el más insólito, frío y cruel escenario del cual fue el principal participe. ¡Oh, que magníficos y turbios recuerdos!, vivía en la abundancia, lleno de riquezas y añorando el trono que su progenitora ocupaba con incompetencia.

Pareciera que en un abrir y cerrar de ojos el respeto que le guardaba se había perdido culminando con un trágico final para aquella entidad que había dado todo de si para cuidarlo y protegerlo de si misma. Pero, no estaba del todo vinculada a su presencia.

Fruto de un vaivén emocional con una entidad desconocida él apareció, sentenciando el destino de aquella entidad que no dio marcha atrás en su valiente decisión, aun cuando la videncia de los errantes del desierto le plantearon un trágico final a manos de aquel a quien tanto quiso.

Acaricio aquella hoja con delicadeza, recordando como el espeso liquido carmín de su víctima se deslizaba por la misma conforme la incrustaba más en su cuerpo en reiteradas ocasiones; el difuso brillo de su agonizante mirar, la forma en que gestuaba el dolor y la decepción eran sublimes, concordando con su maniática mirada llena de determinación y odio.

Sonrió levemente llevando la dorada hoja afilada sobre su rostro y deslizando la suavemente sintiendo su fría presencia, rememorando aquel acontecer que lo llevo a ser quien es ahora, lejos de la patética sombra de su antecesora.

—Hay tanto en ti que me emociona mucho...un no se que tan especial, una sensación de éxtasis antes del tormento.—manifestó emocionado, sosteniendo aun aquella daga entre sus manos.—Un acontecer nos une, tu eres mi  cómplice...juntos volveremos a hacer justicia.

Guardando los demás recuerdos de aquella caja y resguardandolas en su armario sale de su habitación con el propósito ya planteado. El calvario de su víctima cesaría con un atroz final, uno que de una vez por todas quebrara totalmente su espíritu y lo arrinconará a tomar una decisión.

La muerte.

●✦●

Un balde de agua fría lo despierta un tanto letárgico, no es tarea fácil conciliar el sueño cuando antes del mismo eres torturado hasta que tu garganta se desgarre por los estridentes gritos  y alaridos que salen de sus quebrados labios. Su identidad esta expuesta pero aun así la misma queda como secreto confidencial para aquellos que lo han visto.

Maquillado cada mañana después de las golpes matutinos, el frío suelo de mármol yace manchado de su sangre ya sean estas mezcladas con sus lágrimas o saliva o simplemente sean aquellas que salieron limpiamente de su cuerpo cuando uno de ellos decidió hacerle unas cuantas "marquitas" en la  espalda.

Todo su cuerpo yace cubierto por moretones pero eso no le importa. Que más daba si se lo merecía, había alguien más por quien preocuparse que por si mismo. Alguien por el cual decidió cambiar de bando y arriesgarse en cumplir un primordial objetivo, su libertad.

La preocupación carcome su ser, una fuerte corazonada le advierte sobre el gran peligro que se aproxima, sabe a la perfección que es muy tarde para él y aun así posee una pequeña esperanza de salvarlo...por lo menos a "eso".

La gran puerta de metal se abre con un rechinante sonido presentando a una presencia despreciable frente a sus ojos. El Ente y un par de hombres están presentes, tan solo una señal basto para que aquellos hombres quitaran las cadenas de sus muñecas y lo llevaran a rastras al exterior, observando aquel largo recorrido que el bicolor dio en sus primeros meses de estadía.

Obligado a reincorporarse y mantenerse erguido es empujado a la solida pared blanca y amenazado con un arma punzo cortante justo en la región del cuello, siente la filosa punta sobre la superficie de su cuello al momento de deglutir su saliva del extremo miedo que le tiene, logró observar su extraña mirada calmada con una sonrisa ladina pegada en sus labios mientras su mano empuña con fuerza el mango de la daga y gira delicadamente la hoja cuya punta se incrusta milimétricamente en su piel.

—Un último deseo antes de terminar sobre las rocas de la costa?.—cuestiono con un severo tono de burla, su mirada busca a la ajena intentando intimidarlo antes de imponerle una ultima tarea.

El contrario se quedo mudo, manteniéndose firme y aferrándose al silencio, cerrando sus ojos esperando su fin...algo que nunca llego.

—Entraras a aquella celda, tomaras esta daga, te le acercarás y arrebataras aquella "cosa" de sus manos, la tomaras de los tobillos y de un rápido y sagaz movimiento lo abrirás como si fuese una bolsa llena de patatas.—explicó detalladamente su retorcida orden, imaginándose aquel grotesco escenario decorado con el grito de terror de aquel a quien pronto "liberara".

El ente alejo la daga de su cuello lentamente antes de que los otros procedieran a golpearlo fuertemente en el abdomen haciendo que se arrodillará frente a aquel que le ordeno una barbarie.

—El día a llegado, ¡es maravilloso!.—exclamó ferviente de alegría, como si de un niño se tratase se hallaba muy emocionado pero sabia ocultarlo con su intimidante carácter serio.—De ti dependerá ser 'benevolente' con su dolor, caso contrario, seré yo quien tome tu lugar para dicho propósito. Acabare contigo en ese preciso instante de un solo movimiento.—amenazó deslizando su dedo índice sobre su cuello en linea horizontal dejando claro el modo que emplearía para aniquilarlo.

—También me haré cargo de él, de seguro se sorprenderá cuando se entere quien fuiste realmente.

Y se quedo mirándolo fijamente con impotencia, sintiendo toda clase de sentimientos y emociones llenas de culpabilidad y desesperación, miedo y vergüenza, coraje e ira.


No tiene otra salida, lo hace o terminara pagando con su vida...arrastrando consigo a quien tanto ama.

No hay otra salida salvo la muerte.

°•¤Ħɑвıвı¤•°  (Egipto X Israel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora