⏳33. Ŧµяợµıɑ.⏳

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¿En realidad llego a amarlo?

Una cuestión que posee una firme respuesta que no quedo clara para el contrario cuando se retracto y decidió ceder ante la labia del egipcio. Aquellas poderosas palabras en su momento lo pusieron entre la espada y la pared, no quería que sus hijos crecieran en un hogar fracturado desde su nacimiento, más al contrario, quería pintarles una pintoresca historia feliz en el mural blanco de sus inocentes mentes, que vivieran en una absurda mentira, un montaje que jugaría con sus sentimientos.

Aun recuerda aquella conversación que ambos poseyeron hace un buen tiempo atrás, quizá una que despertó aquel sentir en su destrozado corazón que ardió hasta hacerse cenizas por alguien que dejo de ser tan solo un vivo recuerdo de un romance milenario.

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Era de noche, el crepúsculo había caído majestuosamente dando la bienvenida a la hermosa noche de estrellas que brillaban con fulgor y que podían divisarse de una manera espectacular en la bóveda oscura. La tenue luz de las velas iluminaban la sala, el calor de las brasas en la chimenea era satisfactorio, ambos sentados frente a un sutil banquete preparado por el turco disfrutaban del aroma de las flores de lavanda que armonizaban la mesa. El contraste cálido del calor se reflejaba en el rostro bicolor que degustaba con satisfacción la comida. Turquía no podía apartar su mirada y atención de Israel, quería acercarse y rozar sus labios sobre los de él, sentir el toque de su piel sobre la suya, sentir el choque de su respiración sobre su rostro al momento de besarse, era una velada romántica seguida de una hermosa canción que tocaba en la radio. Una cena deliciosa en la cual satisfecho halagaba la buen sazón de su anfitrión, su mirada agradecida era el mejor regalo para el enamorado turco quien se había parado y se había dirigido a su persona.

—Israel.—lo llamó y el mencionado mantenía su atención fija en su mirada.— quiero que me respondas una pregunta con la más pura verdad.—mencionó con serenidad.

Turquía extendió su mano siendo aceptada por el hebreo mediante el cual lo ayudó a levantarse del asiento, tomo con sus rojizas manos casi temblorosas las cálidas y suaves manos blanquecinas de su invitado, era inevitable no sentirse nervioso, sumido en el pavor carraspeo un poco antes de hablar.

—Aún amas a Egipto...?.—soltó después de cerrar los ojos con fuerza en un intento de evitar que el hebreo viera su pavor.

—...—el silencio lo invadía y las palabras yacían hechas una maraña de ideas mal formadas, erradas y más de una no le brindaba la respuesta que buscaba.—No...no lo se...—soltó de la nada, confundido y melancólico bajo su cabeza y cerro sus ojos, una respuesta que esperanzó al contrario.

Turquía abría lentamente lo ojos observando al hebreo, suspiro y con el dedo índice de su mano derecha sobre el mentón ajeno levanto la cabeza de Israel, su mano izquierda acariciaba con vehemencia los pómulos del bicolor que abría los ojos con sorpresa, un toque sutil y ejercido con decoro, suave...gentil...hicieron a Israel sentirse renovado y amado.

—Cuando algo malo te suceda, tienes tres opciones.—bajo su mirada y alejo sus manos del rostro ajeno para tomar sus manos entre las suyas en un tierno agarre.—dejar que te marque, que te destruya o que te fortalezca...¿cual escogerías?.-cuestiono levantando su mirada.

Israel analizaba la pregunta y la comparaba con su experiencia, todo era repentino, un vaivén de emociones surgían en su interior generándole una severa confusión con sus sentimientos.

°•¤Ħɑвıвı¤•°  (Egipto X Israel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora