Un último trazo en aquella vacía e insulsa página blanca en cuyo cuerpo ha relatado los acontecimientos de su vil existencia caótica.
Un último párrafo, una promesa que se repite una vez más, yace impreso en una hermosa letra cursiva de la mano de una pluma de tinta negra, quizá al estilo más antiguo y un tanto elegante del que tiene conocimiento pese a haber existido en un mundo contemporáneo con auges de grandeza sumida ante el frío modernismo.
—Quizá hay demasiado en aquella página. —un comentario que sale de la oscuridad ajena a su habitación, nuevamente sus orbes ardientes yacen sobre su confusa mirada, tal vez intentando descifrar aquello que al parecer oculta.
Suelta la pluma y se dedica a observarlo, su imponente caminar le infunde pavor al igual que aquel serio tono de voz que empleo para hacer notar su presencia.
—Estas nervioso, ¿existe algo que no me hayas contado con respecto a nuestro "querido" invitado?.—cuestionó risueño, su malévola sonrisa yace impresa en sus pálidos y finos labios cuya mirada demuestra desconfianza.
—yo...no, no se a que te refieres.—respondió cortante mientras hacia un vago intento de ocultar aquellos papeles en las que su puño y letra se encargaron de relatar un grotesco acontecer.
Aquella entidad arco una ceja, bufo y acto seguido de un movimiento rápido y sutil le arrebato la ultima pagina que conformaba su relato manuscrito.
Leyó con detenimiento cada párrafo y aquella mirada que con anterioridad mostraba desprecio y aires de superioridad ahora se hallaba consternada y abrumada.
—¿¡Qué demonios significa esto!?.—recrimino con cierto grado de enfado, el asco y la repugnancia yacen en sus modestos gestos de disforia y perturbación.
¿Qué hacer o que responder? Estaba expuesto ante aquella acusadora y fulminante mirada de aquella invasora entidad, tan solo quería darse un respiro pero al parecer su existencia yace ligada de una u otra forma a la presencia de aquella errante y caótica entidad.
—Es un incidente, se puede arreglar aún... Solo debemos esperar pacientemente y ya luego acabar con él. —dio una respuesta simple cuyo trasfondo es inhumano y cruel.
Una vida entre sus manos, la existencia de un ser debatidas entre dos monstruos que buscan o se refugian en el beneficio de la duda, es cruel incluso para alguien como él, sabe que quizá en alguna minoría sangre suya corre por sus venas pero pensar que yace manchada por la de una escoria eliminan cualquier reacción piadosa suya y lo lanzan a escoger entre dos opciones.
—Te haces cargo tú o me hago cargo de este problema ¿cuál es tu decisión?.—una interrogante que causa angustia en el contrario, la dicha de compartir su vida con la persona amada se esfuman con aquella premisa.
Que podría hacer, correr con esa "cosa" entre sus brazos arriesgando su vida en un intento de consolidar una "relación" con aquel a quien privo de su libertad hace ya varios años o simplemente restarle valor y ceder aquel minúsculo futuro en las manos de aquella entidad que demostró en más de una ocasión no poseer alma.
—Me haré cargo, solo dame tiempo para asimilar los pasos que daré de ahora en adelante...—respondio seguro, el miedo recorre su ser en conjunto con la incertidumbre que envenena su cabeza de pensamientos extraños y crueles.
—Perfecto, de hecho ya tengo un plan para acabar con él de una vez por todas, se llevara la mejor sorpresa a la tumba.—aludió dichoso, el placer de acabar con cualquier ápice que aun le restara por mínima que sea le hacia tanta ilusión, más ahora que aquel engendro seria aquella cereza del pastel que decoraría su atroz acto final.
Así como se presento se marchó, perdiéndose en la oscura esquina de su habitación, dejando ver como el destello de su infernal mirada desaparece a medida que la oscuridad se hace más densa.
Recordó los escenarios de aquel entonces, de esa vez en la que coincidieron para terminar en esta situación.
Ser el títere de quien lo manipuló hace ya 10 años atrás.
No faltaba mucho tiempo para la llegada de dicha "cosa" y pensar en la idea de que compartiría algún rastro incriminatorio le provocaba insomnio, incluso llegaba a ser el pilar de sus problemas dejando muy al margen el hecho de lo que más yace aislado de su ser.
¿A quien acudir en un momento de desesperación? A Grecia o a algún otro de sus amigos, quizá a alguno de sus vecinos , quizá a Palestina o a Siria...con quien contar cuando no cuentas con alguien en quien poder depositar tu entera confianza.
Marco un número y acto seguido espero que aquel le contestará para entablar una conversación capaz de aliviar sus incertidumbres y miedos.
—¿Hola?.—una pregunta que se repite tres veces, una voz familiar sale de aquel aparato pero se pone tan nervioso que no es capaz de soltar ni siquiera una palabra.
—Buenas noches ¿tienes un poco de tiempo para conversar?.—armandose de valor llego a preguntar con timidez algo que el contrario no esperaba oír.
Justo cuando aquel se había dado cuenta de quien se trataba lo interrumpió antes de que soltara el nombre de su verdadera identidad.
—¿Tienes tiempo libre? Al menos para charlar un poco mientras los minutos pasan y se convierten en extensas horas... No te quitare mucho tiempo, tan solo quiero desahogarme.
Aquella entidad que yace detrás del teléfono asiente con la cabeza antes de dar una respuesta positiva con la cual el otro no contaba puesto qué, al igual que anteriores veces en las que lo llamo borracho solía colgar la llamada o quedarse en silencio, esta vez quería oírlo...quizá ahora este arrepentido de todo el daño que ha causado con su retorcido actuar.
—He pensado profundamente en mis acciones, soy consciente del daño que he causado y aun así no siento remordimiento alguno. En mis días grises recuerdo nuestra historia y en como la misma termino forjando algo...mágico... Te pido que jamás le digas mi verdadera naturaleza, es lo único bueno que brinda alegría a mi triste existencia ¿Serias capaz de mantener esta complicidad por el bien de su futuro?.—una suplica que el contrario acepta sin tener otra opción más que hacerlo.—fuimos hechos el uno para el otro ¿Por qué lo destruiste todo?
Un silencio incomodo se suscita entre ambos, uno exprime cada gota de su amargado corazón, cada lágrima que guardo durante años para verse fuerte y no mostrarse vulnerable. Derribado por la culpa y el remordimiento de aquel hecho del pasado se sumió en el alcohol mientras mantenían la conversación.
Por el contrario, aquel que yace aun en la llamada se queda estático, que responderle o decirle, que excusa plantearle que no le haga quedar como un cobarde ante sus ojos. Aún le importa, aún cuando lo humilló y denigró, engaño y difamo, lastimo y blasfemo a sus espaldas...simplemente era incapaz de borrar la marca que él había dejado con su ida. Suspiro con desdén antes de proceder a darle una respuesta que ni el otro esperaba escuchar.
—Quizá no estábamos hechos el uno para el otro...quizá en otras circunstancias lo nuestro hubiera funcionado y disfrutaríamos de aquel sueño que tanto envidiamos a nuestros más cercanos...—respondió con el mayor pesar de su alma, como si se tratara de una tragedia...como si estuviera atravesando una etapa de duelo y luto.
—Quizás...
Una respuesta sosa pone fin a la conversación, quizá era el momento perfecto para dar fin a aquella página en la que quedaron estancados, al menos podrían rehacer sus vidas sabiendo que ya tienen concluida una historia que bien pudo haber tenido el final que ambos deseaban.
Un final feliz muy al margen del amargo que ambos tuvieron después de largos años de disputa.
Al fin soltaron aquel lazo del pasado que aun los unía en el martirio de recordarse a si mismos sus errores y culparse del fin de aquella relación que alguna vez alegro y lleno de júbilo sus existencias.
—Aquellos errores arruinaron nuestras vidas, en especial Él. —musitó antes de sumergirse en el liquido de aquella botella de licor, bebiendo hasta la ultima gota para al menos sentirse menos despreciable.
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°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)
FanfictionCuando el amor es más fuerte que cualquier obstáculo...supera hasta el más imposible de todos. . . -mi amor....¿donde estas? Con el corazón en la mano buscas una respuesta que no encuentras,pistas que no alineas y el miedo de no encontrarlo nunca má...