Entre la oscuridad corren desesperados por conseguir alejarse de aquella malévola entidad que ha sumido sus vidas en el temor y la venganza, una entidad que los involucro a vivir en un infierno bajo sus constantes amenazas que ambos no dudaban era capaz de cumplirlas por el severo trastorno que lleva sobre sus hombros.
Un cadáver que lleva arrastrando desde que se alzo como una entidad importante y reconocida tras una importante revolución que marco un antes y un después en la historia de su existencia.
—No te detengas, sigue corriendo.—ordena agitado mientras sus pasos se hacen más rápidos a medida que el presentimiento de peligro se intensifica al tan solo recordar la mirada asesina de su verdugo.
Tomo la decisión más arriesgada con un único fin, salvarlo y quizás ser perdonado y con ello purgar todos sus pecados, seguir viviendo en paz consigo mismo sin el pesar de su consciencia.
Su mano ejerce mayor fuerza sobre la delgada y huesuda muñeca de su enclenque y débil acompañante, su pálido y maltratado rostro denota extremo cansancio, esta agotado y aun así no puede darse el lujo de descansar ya que aquel ser les pisa los talones.
Tal como si fuese un sabueso de caza aquel ente sigue a carta cabal sus pasos, su alta resistencia le permite seguirles el rastro en lugar de perderlos; tan cerca y tan lejos al mismo tiempo de su crucial objetivo, el motivo por el cual durante cinco años se ausento de sus tierras, dejo de lado sus deberes e incluso descuido sus deberes como padre en nombre de una retorcida convicción.
Con solo una pistola en mano y guiado por los tenues rayos plateados de la hermosa luna llena se adentra más y más en aquel bosque, prestando toda su atención a sus sentidos para guiarse y de ese modo recuperar aquello que es suyo de las manos de otro traidor.
—Muy bien, has tomado tu decisión... Una decisión patética y estúpida.—sentenció irónico al ver como dos sombras agotadas parecían escabullirse entre los grandes arbustos y quizá descansar en la copa de los arboles.
Una sonora risa retumbo en el bosque conforme aquel dúo descansaba sobre la corteza de un gran roble, retomaban el aliento antes de seguir su camino salvo por un ligero y preocupante inconveniente, su compañero ya no daba para más.
—¿Qué hacés? ¡Levantate!.—susurro alterado intentado de todas las formas reanimarlo, observo el inconveniente y era serio.
La palma de sus descuidadas manos de muñecas azules mostraban una viscosa y carmesí consistencia, una mancha cuyo origen yacía en su abdomen, al examinarlo rápidamente se percato de lo serio de su situación complicando más su plan.
La ultima sutura que su cuerpo había sufrido estaba rota, tres puntos de los siete se habían roto provocando una hemorragia externa que apenas pudo controlar, los cielos oscuros retumban grotescamente provocando que de un pequeño salto mientras venda aquella zona con un pedazo de tela de su camisa blanca, la gélida brisa de la madrugada recorrió todo su maltratado cuerpo lleno de cicatrices...se sentía muy culpable por ello.
Sus manos dejaron de maniobrar rápidamente observando todas aquellas marcas impresas en la piel de su espalda, hematomas que varían entre los tonos del morado y el verde, extensas y largas cicatrices que yacen una sobre otra provocando que la cicatriz no pase desapercibida para la yema de los dedos de sus temblorosas manos; una pequeña caricia a aquellos segmentos provoca que el contrario se estremezca y gruña de dolor al sentir el ardor de su herida, al sentir como aquella sucia tela roza su herida abierta.
Su respiración es acelerada, sus delgadas y débiles piernas apenas pueden mantenerlo erguido pero tambaleante, muchas de sus heridas han cicatrizado dejando horribles marcas y más de una se ha curado de la forma incorrecta provocándole ahora dolencias con las cuales lidia en silencio.
—¡Vamos, debemos seguir!.—declaro tomando su mano y tirando de ella, guiándolo hacia su libertad.
Cinco pasos delante y cayo estrepitosamente al suelo, a lo lejos se escucha como aquella entidad maligna esta muy cerca de ambos, una encrucijada que lo obliga a decidir entre él y aquel que yace tendido en el suelo retorciéndose de dolor debido a que más suturas se fueron rompiendo.
Se arrodillo y tomo su cuerpo entre sus brazos, observando con miedo como aquel empezaba a cerrar sus ojos sin antes gestuar una mueca de extremo dolor, se sentía impotente al verlo en ese estado sin obviar aquel atroz sentimiento de culpa que se apodera de todo su ser.
—¡Despierta, no cierres tus ojos, no lo hagas!.—insistió de forma vana, agito su inconsciente cuerpo pretendiendo despertarlo y mantenerlo aun vivo.
No era capaz de dejarlo, pese a todo lo que su cabeza le dice se queda a su lado, sosteniéndolo con fuerza entre sus brazos y observando una parte de su cuerpo que bastante preocupación le causa, deseando que aquello por lo cual se arriesgo mantenga su corazón aun funcionado.
Esperando que aquella vida siga con viva.
Tres pasos imponentes y el beso de un frío calibre yacen frente a sus ojos, la presencia infernal yace hincada en frente suyo sosteniendo aquel arma de fuego sobre su frente, cargada y dispuesta a descargar una bala mortal sobre su cabeza, su burlona expresión le infundía terror.
Una mirada asesina y fría, una sonrisa demoniaca, un gesto que demuestra triunfo le provocan confrontarlo con una mirada llena de odio y rabia.
—¿Qué pretendías?.—cuestiono burlón ejerciendo mayor presión sobre la boca de aquel arma en la frente de aquel traidor.—debo admitir que fue un juego bastante interesante, uno del cazador y la presa...¿Qué hacer ahora?, ¿Deberia matarte?, seria muy fácil tirar del gatillo y ver como tu mirada se torna vacía y sin vida.—leves movimientos circulares se dan sobre la superficie frontal superior del rostro de su víctima, una ladina sonrisa se dibujo sobre su rostro conforme acercaba su rostro al de él. —o quizás debería deshacerme de aquel despojo que tienes entre tus brazos y evitar que otra escoria surja, un dos por uno.
El arma ahora apunta a dos entidades, una inconsciente y otra aterrorizada.
Una aterradora y desquiciada risa surge de la nada y conforme se prolonga más personas aparecen por detrás de la corteza de los robles y arboles existentes en el lugar, son muchos y no hay posibilidad alguna de poder matarlo, la oportunidad de hacerlo paso de sus manos hace menos de quince minutos.
—Llevenlos de regreso, nuestros invitados están ansiosos de regresar.—exclamó sarcástico, alejando aquel arma amenazante del rostro ajeno y encaminándose de regreso a su "hogar".
Aquellos seres ataron sus manos con cuerdas, como si fuesen animales y los llevaron a rastras por todo el bosque de regreso a aquella mansión.
Él fue llevado a empujones, atado de las muñecas y jalado constantemente provocándole caídas esporádicas que terminan por ser levantado a golpes con la culata de sus armas largas, al contrario de aquel a quien pretendía salvar.
Observo de reojo como aquellos seres arrastraban el maltrecho y mal herido cuerpo de su acompañante, sin importarle aquellas suplicas que lanzaba para que evitaran hacerlo siendo estas nulas, ninguno de ellos pretendía hacerle caso ni mucho menos intentar ser empaticos por aquella desahuciada alma que yace mal herida entre las sogas y siendo arrastrado como si se tratara de un sucio trapo maloliente.
Todo estuvo tan cerca de cumplirse, lastima que su destino ya fue escrito.
Esta no seria la manera en la que él saldría vivo, al menos no seria la manera en que seria libre.
No en esta ocasión.
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°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)
FanfictionCuando el amor es más fuerte que cualquier obstáculo...supera hasta el más imposible de todos. . . -mi amor....¿donde estas? Con el corazón en la mano buscas una respuesta que no encuentras,pistas que no alineas y el miedo de no encontrarlo nunca má...