Prólogo

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Ocaso.

He conocido el peor de los infiernos que mi carne haya sido capaz de soportar, aquellas calcinantes fraguas atraparon entre sus cimientos fulgurantes de odio aquello que creí que seria inquebrantable, intentan sofocar aquella flama que alimenta mis ganas de seguir manteniéndome firme ante sus insistencias mundanas.

Aveces me dedique a observar el horizonte tras las barrotes de aquella ventana, un ápice de esperanza de esas que nos dan la energía y el valor de seguir luchando sin el temor de caerte y jamas querer levantarte; sueños que se hicieron parte de la brisa han de ser trasmitidas a mi descendencia como el dulce beso del verano.

Creo que el ocaso de mi vida comienza desde que el mismo sol nace tras las cumbres, tras aquel inmenso horizonte, tras aquellos largos kilómetros que me han alejado de ti.

Un sentimiento en mi ha nacido y se ha incrustado como espina venenosa dentro de mi corazón, nunca imagine que alguna vez seria capaz incluso de odiarte. Que más daría yo por tenerte a mi lado de la manera en que siempre lo soñé, cada día despierto, cada noche siendo torturado por el insomnio de mis pesadillas hechas realidad.

He considerado, al escribir este pequeño relato tomando los formatos de un dulce poema, que este escrito seria mi epístola, dedicada a ti en especial para que no sientas pena por mi ni que seas capaz de guardarme luto. Sí, he pensado en hacer aquello que te imaginas, te conozco lo suficiente para pensar aquello que piensas al leer este escrito (claro si es que fuiste capaz de encontrarlo, debo admitir que hacerlo seria un milagro).

Considero los mejores años de mi vida aquellos que compartí contigo, desde el preciso instante en que a las riberas del Nilo fui capaz de reconocerte y a la vez apreciarte de una manera muy mágica; Dios te puso en mi camino, hizo que mi destino coincidiera con el tuyo de manera espectacular. A diferencia de nuestros malentendidos y discusiones considero firmemente que lo que tuvimos no fue un error, pienso distinto a lo que me diste a entender aquella noche en que, entre gritos que guardan nuestras verdades tras simples apariencias que recordamos y vivimos como actuales experiencias, fuimos capaces de dejar salir aquello que nuestros verdaderos "yo" siempre mantuvieron atorado en sus gargantas.

He tenido varias oportunidades en que mi corazón se dividió dando lugar a quien consideras tu peor enemigo. Sí, aveces he pensado en el de una manera un tanto especial; mis errores los estoy pagando con creces, por haber cometido el simple hecho de amarte y amarlo a él a pesar de haber escogido estar contigo.

Mis ojos apenas contienen lágrima alguna que desperdiciar sobre la superficie de este papel manchado de indecencia. Mis labios resquebrajados apenas son capaces de obedecer las ordenes que mis maltratadas cuerdas vocales mandan en busca de misericordia ante semejante suplicio. Mi cuerpo, mi cuerpo es un desastre mayor del que puedes imaginarte, cada segmento de mi maltratada piel extraña tus caricias sin igual que aquellos que me tienen intentan comparar, me consumieron hasta tal punto de dejarme casi irreconocible, maltratado y humillado de las maneras más atroces que soy incapaz de relatar con mi puño y letra.

He buscado redención, tan siquiera una muestra de apoyo de tu parte y la misma la busque en el viento, intentando siquiera saber como estas y como están nuestros hijos. Solo pido que seas capaz de decirles que siempre los he amado desde el instante en que supe que seria capaz de darles la vida, diles que espero me perdonen por haberlos traído ante semejante infierno terrenal que más que un horrible escenario imaginario parece ser una realidad casi surrealista.

No dudo que hayan crecido fuertes como un roble, te juró que daría todo lo que poseo para tan siquiera verlos un misero instante y tenerlos entre mis brazos del mismo modo en que los tuve antes de marcharme, sentir aquel dulce aroma nuevamente y no así simplemente recordarlo con vaguedad, tocar su tersa y suave piel que cubre su tierno rostro angelical, su pequeño y frágil cuerpo. Una pequeña obra de arte valiosa y de invaluable valor, una que es única en mi mundo.

Esperare por ti y me mantendré luchando por ir tras ustedes, tener entre mis manos aquella felicidad que ellos me niegan y privan de gozar. Sabes, empece a tener un aliado entre aquellos seres inhumanos, un hombre que me prometió sacarme de aquí, ayudarme para no seguir sufriendo las torturas que me hacen. Dejar de escuchar sus gritos, sus voces, dejar de sentir sus manos sobre mi cuerpo, los objetos impactando sobre mi maltratado cuerpo que apenas aguanta el impacto de los palos y el frío helado de la madrugada calando hasta lo más profundo de mi ser.

Dulce ocaso
Extasiante naranja que me hace olvidar todas mis penas,
Luchando con valor para dejar una huella en el cielo azul,
Dime a través de tus destellos aquello que deseo oír con desesperación.

Dime que los días serán mejores,
Serán aquellos que recuerdo y anhelo revivir,
Dime que podre verte nuevamente en mi libertad, dímelo.

Dulce ocaso, soy sincero
Mi corazón anhela con locura estar con aquel a quien juro amar,
Mi mente no deja de pensar ni un solo instante en él,
Deseo en mi piel sentir tus últimos rayos cálidos del mismo modo en que desean sentir sus manos en mi rostro.

Dulce y gentil ocaso, eres capaz de recordarme sus ojos aun en la distancia del recuerdo que me genera pensarlo.

¡Oh ocaso! Espero un día de estos ser capaz de cumplir las promesas que fui capaz de prometer a aquellos que me aprecian, espero ser capaz de cumplir con mi palabra.

Tan solo me queda esperar que las cosas no lleguen a ser peores que las que he vivido, mis experiencias son nefastas y mis opiniones acerca de ellos son distantes a lo que es considerado sano. Ya mis manos se han manchado de sangre alguna vez ¿que de diferente tendría que ser esta vez para no desear hacerlo?.

Cordura he de suplicar, misericordia he de rogar. Aunque me quede mudo de tanto gritar, aunque me quede ciego de tanto llorar y aunque me quede paralizado de tanto golpe seguiré luchando tan solo para estar con quienes más amo.

Así como el ocaso simboliza el pronto retorno del sol he de yo regresar a ustedes, con aquella gran magnanimidad apareceré en la puerta y con una gran sonrisa seré capaz de abrazarlos hasta tal punto de no querer soltarlos.

Esperenme un poco más, ya pronto a su lado he de estar.

Así como el simple perfume de las rosas deleitan con su fragancia exquisita nuestros sentidos, mi amor hará lo mismo por ustedes.

"ורדים ... ורדים פשוטים"》

《{حبيبي}》

Noviembre 2023.

°•¤Ħɑвıвı¤•°  (Egipto X Israel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora