Un total de 6 noches han transcurrido desde aquel día en que aquella entidad entro en su habitación y le dejo una clara advertencia. Había tanto que perder si se rehusaba a cenar con él usando un atuendo femenino bastante exhibicionista.
Nuevamente en la esquina de su cama, sentado y encorvado yace sosteniendo y observando con detenimiento aquel vestido rojo que dicha entidad le cedió. Usarlo seria vergonzoso debido a que lo ve como una "humillación". Se ha burlado de su sentir y le ha obligado a usar un vestido para respaldar aquel sentimiento y catalogarlo como " natural y/o normal". Ellos no comprendían la pureza de su sentir, no había nada malo con amar pero sus perjuicios han hablado más alto que su razonamiento, cada uno ha pecado de algún modo y ahora son ellos quienes imponen sus decisiones por encima de las suyas, han suprimido cualquier palabra suya obligándolo a callar y aceptar su realidad sin la posibilidad de soñar. Sus sueños dejaron de ser los mismos, cada noche sueña con ellos, con sus insultos, con sus golpes, con sus insinuaciones lujuriosas; agitado, asustado y muy confundido cada madrugada ha despertado ansiando que las mismas simplemente fuesen pesadillas, que a su lado encontraría descansando a Egipto y que al atravesar aquella puerta se halle en los pasillos de su hogar encaminándose al balcón para observar el mar y escuchar su rugir mientras el viento acaricia su cuerpo con sus invisibles y frías manos. Un brazo siquiera de su pareja en aquella madrugada seria reconfortante para borrar recuerdo alguno de tan grotesca pesadilla que vivió como si fuese verdadera.
¿Y ahora? Miro todo a su alrededor con ganas de enloquecer y volver a intentarlo, tenia tiempo, tenia la oportunidad puesta frente a sus ojos. El espejo, los cristales de aquel reconstruido espejo podían quitarse fácilmente pero no puede, no puede volver a intentarlo, no seria capaz de poner en peligro lo que más ama en esta vida, sus hijos.
Con resignación suspiro lanzando al fuego de la desilusión y desesperanza toda pizca de esperanza que aun le quedaba, borrando cada momento en el que pensó que Egipto llegaría y lo salvaría de semejante tormento, que siquiera hubiese hecho el intento de buscarlo, que hubiese indagado bien y no se hubiese dado por vencido para encontrarlo, que no hubiese sido capaz de derrumbarse y si haberse mantenido fuerte para con sus hijos, bajo la tutela de un gran amigo han quedado, creciendo en hogares distintos y rezando para que crezcan sabiendo sus orígenes y parentesco. Al menos que aun lo recuerden siquiera una vez parta de este mundo cuando ellos se aburran de su presencia y logren destrozar cada centímetro de su alma marchita.
—Esta es mi sentencia...—asevero con tristeza y rencor mientras se miraba en aquel destrozado espejo.
Sus manos peinan su rizada cabellera mientras que del cajón de la mesita de noche saca aquellos cosméticos que le dio la entidad aquella vez que lo visito. Un labial rojo carmesí seguido de un par pestañas postizas y un par de pendientes de oro acompañados de un collar con una resaltante piedra de zafiro en medio. Sus manos temblaban un poco pero todo se debía a la impotencia de no poder decir "no" ante ellos, de no poder imponerse y protestar contra semejante trato, de no poder huir aun cuando ellos le dieron la oportunidad, de no haber pensado con claridad desde el primer día que llegó a esta prisión.
Se pintó aquellos quebrados y maltratados labios, se puso cada una de esas pestañas postizas que hacían ver a sus ojos sumisos, se puso cada pendiente de oro y a su vez aquel collar relucía sobre su varonil cuello lleno de marcas que relatan las incontables veces en que ellos intentaron matarlo, la última vez quedo plasmada en su piel dejando lineas sobre su cuello que son muy notables debido a que se coloraron de violeta. Se despojo de su harapienta indumentaria, tan solo en ropa interior procedió a colocarse aquel ceñido y extravagante vestido rojo, su cuerpo ancho era el problema para caber en semejante vestido hecho a la medida de una dama, curiosamente había listones a cada lado, desamarrar cada uno denotaba la realidad de dicho vestido hecho para humillarlo. Mostraba cada parte de su cuerpo, cada parte de aquel maltrecho y enclenque cuerpo que ni es siquiera la sombra de lo que alguna vez llego a ser, un cuerpo pecaminoso que corrompió a uno de los suyos en un mundo de perversión.
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°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)
FanfictionCuando el amor es más fuerte que cualquier obstáculo...supera hasta el más imposible de todos. . . -mi amor....¿donde estas? Con el corazón en la mano buscas una respuesta que no encuentras,pistas que no alineas y el miedo de no encontrarlo nunca má...