°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)

⏳34. Iиε√ı†ɑвℓεઽ ઽµεи๏ઽ ђıяıεи†εઽ.⏳

Noches de extenuantes y despiadados tormentos se han suscitado en los últimos tres días, frente a una grotesca tormenta donde el cielo nocturno se ilumina y retumba ferozmente por los truenos su cuerpo se retuerce constantemente. Moviéndose de un lado para otro, frunciendo el ceño y los labios, queriendo por las puras despertar de tan atroz realidad para encontrarse con una cruenta verdad.

Esta noche ha de ser la excepción para dos personas en particular, unidas por un mismo sentir que se niega a desaparecer, un fuego que no pretende extinguirse y si seguir flameando hasta no poder más, destellando un agradable fulgor cálido que reconforta sus melancólicos y tristes corazones.

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【Israel】

Las ventanas de su habitación reflejaron las luces de los truenos que caían en la lejanía, su retumbe en los cielos le provoco un escalofrío que recorrió todo su cuerpo poniéndolo nervioso y pavoroso. Tenia asco de si mismo, sentía repugnancia al tocarse porque aun no ha superado aquel acontecer que lo dejo impuro ante los ojos de su señor. Bajo la verdad de una cruel mentira ha vivido estas ultimas semanas, deseando el día de su muerte con ferviente fervor se inclina para rezar una vez más arrepintiéndose de cada pecado cometido, asumiendo la culpa de cada acontecer de su vida en la ultima década.

El sueño es inevitable, sus párpados pesan y un gran bostezo sale de sus maltratados labios, retomando una posición erguida se dirige a su cama para así conciliar el sueño sin percatarse de que sus mayores temores lo acechaban desde la penumbra de su habitación, lo que muchos considerarían un consuelo para el seria revivir un tormento, impedir que sus heridas cierren...impedir que sanen.

Grandes cúmulos de nubes carmesí obstruyen la débil luz lunar mientras lloran, dejando caer a la tierra una tortuosa lluvia seguido del retumbe del cielo que pareciera dar a entender su caída a una tierra herida y bendita.

Frunce el ceño, se retuerce constantemente mientras las pesadillas se apoderan de su ser...

Sumido en el más profundo de sus sueños se halla corriendo por largos pasillos de metal y piedra, el cielo gris retumba furioso mientras múltiples truenos caen no muy lejos de su presencia. Un complejo gigante lleno de barrotes, alambres de púas, hambre y enfermedades observa y revive el más grotesco acontecer de su historia. La mirada de cientos de inocentes se hallan clavadas en su presencia mientras los observa marcharse hacia su destino final, se queda petrificado mientras una enorme marca vuelve a resurgir en su cuerpo provocándole el más indescriptible dolor que halla experimentado en su vida. El recuerdo de aquella época no lo deja irse, no sin antes mostrarle aquel cruento y despiadado final de numeras vidas que fueron castigadas por el mero capricho de un dictador, todo por simplemente ser judíos.

Observando con dolor aquella escena el suelo se agrieta y las fraguas ardientes del infierno se abren hambrientos por consumir el alma de los inocentes y culpables de semejante genocidio, garras oscuras se incrustan en sus piernas arrastrándolo con fuerza a su interior ardiente, aquellas garras queman su piel dejando una horrible marca mientras escucha numerosos lamentos en su recorrido.
Su cuerpo material suda en exceso mientras su rostro muestra temor, culpa, terror e impotencia en la realidad mientras aquel imaginario se halla en una situación que a más de uno lo haría saltar de la cama exaltado y asustado. Atrapado en el más cruento de sus recuerdos a la espera de otros que le provoquen sufrimiento.

Azotado contra un fino suelo de madera observa a la concurrencia, harapiento y sucio observa a los presentes y recuerda con claridad sus rostros y nombres, ¿cómo podría olvidar aquel día tan mágico?. Con todo el pesar y dolor del mundo apenas logra pararse del suelo mientras observa el transcurso de la ceremonia que marco un antes y un después en su vida; las aves trinando, el cielo despejado...azul como el  mar con un radiante sol que se alza muy en lo alto lanzando sus rayos UV sobre la tierra. Con nostalgia lo observa, observa su nerviosa mirada, aquellos ojos temerosos y aquella forma en que se desenvuelve aceleran a su corazón enternecido por sus gestos tímidos y nerviosos. Vuelve a escuchar sus promesas, que en parte se hicieron verdad y que al final dejaron de serlo, se conmueve nuevamente al verlo sostener sus manos y depositarle aquel anillo que une su vida con la suya en una sola. Su corazón late sin cesar, en el silencio de su mente lo escucha gritar con pasión mientras su mente suprime con fuertes declaraciones su caótico y pasional grito.