⏳21. ċօռtʀǟtɨɛʍքօ, ǟʟ ʍɛռօֆ ʊռ ʟɛvɛ ǟʟɨvɨօ.⏳

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Se quedo pensativo toda la maldita tarde, en la esquina de su cama, sentado y encorvado, con aquel vestido entre sus manos pensó en su próximo paso. Se levanto de su postura y encaminándose a aquel espejo cuadrado y pequeño que tiene decorando su lujosa y solitaria habitación paso por su cabeza una idea absurda y por tanto peligrosa.

Se miro las manos y envolviendo las mismas con aquel vestido que rompió a la mitad, lanzo un certero y fuerte golpe a aquel espejo haciendo que pequeños fragmentos filosos caigan y a su vez produzcan un estridente sonido que alarmó a aquellos que custodiaban su habitación, no tenia tiempo para volver a pensarlo o reconsiderar su postura mientras el vértice filoso de un fragmento de cristal reposa amenazante sobre su muñeca derecha.

Mirando con temor y escuchando con pánico como es que pretenden forcejear su puerta corre directo hacia la habitación del baño y procede a cerrarla desde dentro, le han dado la libertad de hacerlo porque se confiaban de que seria cobarde para pensar en suicidarse.

Suspiro y trago en seco antes de incrustar aquel filoso objeto entre sus visibles venas, le dolió y mucho pero debía hacerlo, posiblemente lograrían evitar que se desangre pero al menos postergaría su cita de esta noche. Pensó un leve instante mientras se desangraba de forma lenta, ¿por que no cavar con este suplicio de una vez por todas si este mismo ira empeorando?. Recostado en la bañera y con la mano derecha fuera de la misma cerro sus ojos un leve instante, tomo aquel filoso objeto entre sus labios y posteriormente entre sus dientes para cortarse las venas de su muñeca izquierda, vivir en el suplicio de que en los posteriores días su tortura seguirá siendo aun mucho peor que las anteriores era algo con lo que no estaba dispuesto a lidiar, moriría antes de verse ultrajado y de entregarse o ser forzado a lo mencionado, no mancharía la honra de su pareja ni de su familia...no volvería a verlos con semejante vergüenza, con semejante suciedad sobre su ser.

Un leve suspiro mientras los constantes golpes retumbantes se oyen a lo lejos, mientras los gritos y llamados exigen en forma de eco su presencia, mientras los pasos retumbantes y lentos llegan a su puerta e intentan abrirla a toda costa. Se despide con una acción bastante cuestionable, sin pensar en quienes posiblemente aun esperan con ansias su retorno, sin pensar siquiera en sus hijos ni en su pareja quien se derrumba y se rehúsa a aceptar que ha partido. Aun así el destino no permitiría que se marche, aun tiene planes para él a futuro...

¡Oh, por Allah!,¡Saquelo de ahí y venden sus muñecas!.—alguien dio la orden con tal preocupación, aquella misma persona permaneció en el marco de la puerta mientras otra más preocupada socorría al herido.

Aquella otra entidad se sometía a la peor histeria y pánico que jamas haya vivido, con desesperación intentaba mantener al pobre desdichado y desafortunado israelí consciente. Sus grandes y fuertes manos sostenían con fuerza aquellas muñecas ensangrentadas mientras cubrían las mismas con retazos de aquel vestido que a leguas se veía costoso y elegante.

Su mirada denotaba tal pena y preocupación que nadie dudaría que se preocupa por el, al menos entre aquel grupo de entidades existe alguien que vela por su seguridad y bienestar con bastantes limites.

—Sigue con nosotros, no camines más halla del sendero...—abrazo con fuerza aquel cuerpo maltratado esperando que el mismo acuda a su llamado.—por favor....no me dejes...

Una suplica en forma de susurro, un pedido que por mucho quería gritar con todas sus fuerzas. Aquel cuerpo poco a poco llegaba a sentirse frío, tardaron exactamente media hora en abrir las puertas de la habitación, mismas horas en que aquel desdichado paso desangrándose dejando un gran charco coló carmín en la habitación del baño.

Con severa preocupación llevaron aquel cuerpo ante la presencia de la gran Entidad para que el mismo buscara la forma de curarlo y/o salvarlo. Lo necesitaban, aun era necesario que siguiera con vida.

Aquella entidad miro con malos ojos a sus secuaces, observo con repugnancia y preocupación aquel enclenque y desahuciado cuerpo, sus fulgurantes orbes parecían quemar en carne viva a la presencia que pretendía acabar con su diversión. Se acerco y moviéndolo con la punta del pie suspiro agobiado mientras sus manos se posaban en su rostro restregándolas por el mismo con severa frustración.

Las circunstancias habían llegado a este punto y si logra mantenerlo aun en la realidad del mundo terrenal evitaría a toda costa que en algún futuro no distante cometiese la misma tontería de suicidarse. Aquel cuerpo daba débiles respiraciones prolongadas mientras la entidad que viste de túnica y deja ver su larga y muy bien cuidada cabellera pelirroja intenta curar sus heridas, dos bofetadas recibió en cada lado de sus mejillas, una simple  instrucción, una demanda que el contrario exige a gritos que se cumpla.

¡Despierta de una maldita vez!.—una ultima bofetada estruendosa, el tono de su voz se hizo más grave y demandante que asustaría a cualquiera que no lo conociera.

Al menos que no conociera aquella otra parte de su personalidad que oculta de los ojos del mundo.

Despertó exasperado, soñoliento y un tanto molesto por aquel golpe. Lo menos que sus ojos querían ver era aquella mirada álgida que demuestra la contraria mezclada con odio y severa hostilidad. Aquellas manos sostuvieron sus rostro con fuerza, aquellos dedos se hundieron en sus mejillas y el detestable aliento del tabaco y alcohol chocaban contra sus rostro somnoliento.

—Buen intento...pero no habrá una segunda vez, no lo permitiré corderito~.—susurró amenazante mientras chocaba sus labios con los ajenos iniciando así un beso por lo demás forzado.—llevenlo devuelta a su habitación, pero antes, una pequeña parada a su sitio de  escarmiento.—sentenció.

Los demás asintieron y llevándolo a rastras desde los brazos lo tiraron a aquel frío y solitario calabozo infrahumano, para sorpresa suya él ya no estaba ahí...ahora estaba completamente solo.

Por lo menos se libró de cenar con aquella entidad vistiendo un vestido indecoroso. Pero solo esta vez.

Para las siguientes no habrá excusa o acontecimiento que valga para evitar lo que resulta inevitable.

°•¤Ħɑвıвı¤•°  (Egipto X Israel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora