°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)

⏳31. Δℓεɢяıɑ εи µи ∂ıɑ ɢяıઽ.⏳

Recluido nuevamente en su habitación quedo pensativo una vez más, analizando con profundidad la situación en la que se halla sometido, buscando alguna salida que logre beneficiarlo en demasía sin dañar a sus seres queridos. Ha pensado en ellos varios días enteros, preguntándose el como ellos estarían afrontando dicha situación, afrontando su muerte.

Por primera vez después de varios años ha pensado en ellos sin dejarlos ser parte de la sombra de su ser, pensó en su gobierno y se pregunto: ¿Qué medidas habían tomado para evitar que la histeria consuma a su gente?.

Precisaban una imagen idéntica para calmar sus angustias ante semejante noticia que procedió a dar la ONU a nivel mundial, justo a vísperas de su "cumpleaños" hace menos de un año. Su mente pensó en varias posibilidades ¿Quizá fue una representación de un gobierno aliado?, ¿Quizá tal vez uno de sus hijos?, ¿o quizás...? descarto un personaje de su pequeña y a su vez amplia lista de suposiciones en su mayoría erróneas.

Pensó que se trataría del americano, su buen amigo Estados Unidos, pero aquello estaba por mucho alejado de la realidad aunque no mucho debido a que su influencia fue clave para ducha elección. Una chispa encendió su juicio y solo entre todos sus hijos había uno que guardaba semejanza con su apariencia, quien más sino Tel Aviv.

¡Oh, como estaría sufriendo aquel joven muchacho! Un mundo lleno de responsabilidades mucho más importantes que las distritales, ser la imagen de un gobierno rodeado de enemigos era una tarea difícil, estar a nada de caer en sus provocaciones, de siempre estar lidiando con constantes discusiones en reuniones globales, mirar sus miradas de odio inyectadas de resentimiento y miedo, escuchar la forma en que sus voces transmiten aquel odio de forma directa sin rodeo alguno. Fue en este preciso momento en que pensó en los demás en lugar de en simismo. Sabe a perfección que su situación es difícil pero también la de ellos.

Tel Aviv lidia con responsabilidades que simplemente observo desde pequeño en su presencia sin imaginarse que en algún momento de su vida seria él quien se convertiría en la nueva imagen de sus tierras, reemplazando una identidad que aun duda esta muerta.

Egipto vive atormentado, sumido en la más profunda depresión y adicción a causa de su desaparición, culpándose por todo lo malo que llego a suceder en su relación, lamentándose el hecho de no haber podido rescatarla cuando aún había esperanza de reconciliación. Si tan solo supiese que la culpa la comparte con él, que no solo fue él quien termino por sentenciar su relación milenaria sino Israel. El amor dejo de ser el mismo después de tan largos años separados, ambos cambiaron y cometieron el error de vivir en aquel pasado que dejaron inconcluso, retomar aquella relación fue un error de ambas partes...ambos poseían en sus corazones dudas sobre el futuro de su relación, acallaron esas voces que al final las mismas gritaron más alto que el amor que decían tenerse mutuamente.

Él amo a otro mientras otro aun seguía amándolo pese a que estaba con otro.

Turquía le guardo rencor, uno que ni siquiera se imagina, el hecho de haber jugado con sus sentimientos es un aspecto que difícilmente perdonara y posiblemente jamás lo haga. Para el fue suficiente haber sido avergonzado y humillado en el día de su boda por el griego, cuando lo dejo plantado en el altar esperando una jornada entera su llegada, que no perdonaría en un millón de años que él le hubiese dado esperanzas de forjar una hermosa relación más allá de una simple amistad. Su error, haberlo amado a pesar de saber que aun seguía casado y cuyo corazón pertenecía eternamente a Egipto.

Un sutil toque a su puerta lo llama nuevamente a la realidad, no hace falta que se levante ni diga palabra alguna porque ellos siempre atraviesan aquella puerta con libertad.

—Buenos días, ¿como estas el día de hoy?.—saludo y pregunto curioso mientras sostiene en su regazo una pila de periódicos que parecen ser del día de hoy.

Simplemente silencio, ni una sola planta salio de sus labios tan solo una mirada sarcástica lanza al contrario, algo que parece serle de mucha gracia, tanta que le provoca sonreír de forma divertida y grotesca mientras se aguanta las ganas de reír a carcajadas.

—Vaya pregunta la mía, veo que no me responderás...¡que pena!.—hay un tono peculiar en su voz, una de pena fingida.

Su mirada muestra un claro desprecio y felicidad confabuladas con la ironía.
Observa atento la forma en que sus manos dejan aquella pila de periódicos sobre la mesa y procede a sacar una cinta de VHS de su pequeña maleta. ¿Por que no un disco DVD?, ¿Por que no simplemente una grabación con el teléfono móvil?, ¿Por que el uso de algo tan ambiguo y obsoleto en el mundo moderno del ahora?.

Fueron sus preguntas, preguntas que quizá nunca obtendrán respuesta, al menos el no preguntaría ni exigiría por una para aclarar su confusa mente.

—De seguro te preguntaras que es este pequeño objeto. —movio aquel video-casete de un lado a otro con ligereza despertando aun más la curiosidad del otro, más que curiosidad la intriga.—En este pequeño aparato yace una grabación que quizá te alegre y te ponga nervioso, una que te hará parar los pelos de punta y te helará la sangre, acelerará tu corazón, congelara tu mirada y alimentara a tu desesperación.—dijo maliciosamente mientras el contrario parecía estremecerse con cada una de sus palabras.

En silencio sostuvo aquella cinta, misma que el contrario dejo en sus manos, la observo con detenimiento sintiendo una extraña corazonada. Aquella entidad se retiro de su habitación dejando un periódico olvidado seguramente a propósito.

En su habitación estaba quizá el último aparato capaz de reproducir aquella cinta, le extrañaba la manera en que se conservaba en un muy excelente estado, sin titubeo alguno puso aquella cinta en el reproductor de aquella vieja televisión y se quedo observando aquella pantalla con notoria ansiedad.

La pantalla en azul lo asusta un poco por lo sorpresiva que resulta y de ella cambia a imágenes que estremecen su corazón. Imágenes en movimiento de los recuerdos que se aferran a su mente sin tener la intención siquiera de desaparecer. Extrañas sensaciones aflorar de su ser poniéndole la piel de gallinas conforme sus ojos se cristalizan y un nudo aparece en su garganta evitándole sollozar.

Eran sus pequeños, miraban fijamente a la cámara con una curiosa sonrisa en sus inocentes, ingenuos e infantiles rostros. Cada uno en diferentes lugares dándole a entender que Egipto tal como alguna vez llego a suponerlo no fue capaz de cuidarlo...no fue capaz de seguir adelante con su muerte...al menos eso creía.

Se abalanzo contra aquella imagen, abrazo aquella televisión mientras llora en silencio, escucha sus dulces balbuceos, sus risueñas risas infantiles estremecen y enternecen a su roto corazón, sus ojos no pueden evitar seguir derramando lágrimas al verlos nuevamente aun siendo en un vídeo...habían crecido, se veían amados, queridos, apreciados y sobre todo bien cuidados.

De repente se cortan aquellas imágenes y sale una grabación de una boda, quizá aquella que supuso desde su reclusión. Egipto y Libia se casaban, demostraban felicidad o aparentaban perfectamente hacerlo, los invitados agasajaban a la nueva y feliz pareja, lanzaron pétalos de flores mientras ambos salían tomados de las manos de aquella mezquita; otro corte da la bienvenida a un testimonio que destruye por completo la minúscula pizca de amor que aun le guardaba al egipcio. Seria padre otra vez...ya nada podía hacer contra ello.

Los escasos fragmentos de su corazón cayeron al vacío rompiéndose en minúsculos fragmentos apenas visibles, fueron noticias extrañamente agradables de recibir, al menos una de tres.

De cualquier modo haber visto aquellas dos ultimas imágenes no arruinarían la felicidad que aun posee de haber podido ver una vez más a sus hijos, a sus pequeños niños frutos de un amor mal concebido.

Al menos fueron aquel pequeño rayo de luz que reina sobre sobre su eterna oscuridad, aquel arco iris al final de la tormenta...al menos un poco de color en un día gris.

La felicidad en un día sobrio y amargo.