Cuantos días habrían pasado desde que esta en aquel lugar, no tiene ni la más mínima idea si te lo propones preguntarle...
POV Israel:.
Me levante a medianoche a la par en que sentí como uno de mis tantos sueños se convertía en una hórrida pesadilla de la cual me urgía despertar. Pensando y teniendo la mínima esperanza de que él estaría a mi lado como siempre para reconfortarme, por más diferentes que seamos, por más riñas o pelas e inclusive discusiones no podía dejar de amarlo, era una fuerza tan poderosa que me era imposible eliminarla de mi corazón.
Aun tenia las esperanzas de que él atravesara aquella puerta vistiendo un pijama y se recostara a mi lado para decirme que todo fue una simple pesadilla. Cuanto desee con todas mis fuerzas que aquello fuese mi realidad y no esta.
Me levante a duras penas de la cama, el colchón rechino un poco cuando me levante, me apoye en sus laterales para evitar volver a caer. Juraría que aquel extraño sabor que siento dentro mi boca es sangre más solo parece algo producto de mi imaginación, camine apenas erguido hasta la ventana, intente forzarla con las escasas fuerzas que aun me quedan y fue algo imposible de lograr.
Vi en el cielo nocturno cubierto de nubes carmesí una hermosa luna llena, brillaba como aquel día en que él y yo hicimos de nuestras vidas una sola, lo recordé a perfección. Sus manos paseándose por mi cuerpo, las mías recorriendo el suyo con lujuria; sus ojos clavados en los mios y en mi cuerpo, sus labios recorriendo mi cuello hasta acabar en los mios en un apasionado beso que termino por llevarnos al clímax de nuestro encuentro. Su hermosa piel oscura resplandecía ante los rayos platinados de la luna en la penumbra, su mirada demostraba placer en cada movimiento, sus labios pronunciaron aquello que su ronca y gruesa voz articularon especialmente para mis oídos una mentira que creía verdad, una hermosa melodía que logro acabar con todos mis sentidos aquel día.
Pase mis manos por todo mi cuerpo intentando recordar sus caricias más solo hice que mi cuerpo recordara los golpes que ellos me propinaron desde que resido en este lugar, cerré con fuerza mis ojos, las voces se hicieron notar en mi cabeza, cada grito, insulto y ordenes que me veo obligado a simplemente cumplirlas y recibirlas, con la cabeza baja y con el autoestima por los suelos, arrastrando la misma como un peso muerto por todo el tiempo de mi vida.
Me mire en aquel escaso reflejo, no podía creer aquello que mis ojos volvían a mostrarme, aquello que con anterioridad en plena mañana vi y que era incapaz de creer y que por resignación debía hacerlo. Pase mis manos por aquel campo de desolación que es mi cabeza, mi cabello no existía en mi cabeza, me despojaron de él entre insultos despectivos, sentí como mis manos temblaron conforme bajaron a tocar los segmentos maltratados de mi rostro.
Grietas en mis labios, moretones en mis mejillas y cicatrices pequeñas pero muy notorias en los rincones del mismo, me note más pálido de la habitual y al instante en que vi mis ojos tuve la extraña necesidad de vomitar. No era ni la sombra siquiera de lo que alguna vez fui, mis ojos intentaron dejar correr un río de lamentos salinos que fui incapaz de crear, apenas pocas lágrimas salieron y eso provoco que mis ojos ardiesen. Mi corazón retumbó en mi pecho, lentos palpitares que me hicieron recuerdo de que solo yo era capaz de poder ponerle fin a esto, escuche lo que mi corazón y mi razón confabulaban entre si manteniéndome aislado hasta este momento de lo que seria un escape hacia mi libertad.
Al instante en que deje de verme y me perdí en mis recuerdos más remotos y hermosos de mi vida, un estruendoso sonido, un retumbe en los cielos que pareciese que aquella abstracta y oscura bóveda caería de un momento para otro. Volví en mi al ver un leve destello brillante en el cielo, un relámpago que retumbo incluso en mi mente, me estremecí y di un ligero salto por el repentino susto sobre mi lugar. Mis manos permanecieron aferradas a los harapos que conforman mi pantalón, mis piernas temblaron al sentir que después de aquel sonido alguien ejercía presión sobre mis hombros. Voltee mientras el lamento del cielo cae con fuerza sobre la tierra, juraría que si trataba de gritar en un intento de pedir socorro ninguno de ellos seria capaz de escucharme.
—No te asustes...no he venido a hacerte daño.—le escuche decirme en un susurro, evito con ello que un grito de espanto saliese de mis quebrantados labios.—¿Como éstas? ¿Mejor o peor?.—me pregunto con la tranquilidad mas envidiable.
Según suponía era quien entre ellos era el más benevolente, alguien que lograba compadecerse de mi situación pero que no se olvidaba de mostrarme aquella parte suya que se asemeja de manera leve a los demás, aquel semblante de odio que maneja y que esconde bajo la careta de su compasión.
—Y como quieres que este ¡mirame!.—eleve un tanto la voz, un tono que subió y bajo al mismo tiempo en que la torrencial lluvia parecía calmarse y al poco rato volverse más agresiva.—mirame...no soy ni la pizca de lo que alguna vez fui, por favor... Por favor ayudame a escapar...te lo suplico.—al poco rato de Serenarme mi voz se iba quebrantando, suplique de rodillas a quien frente a mi vista se mostraba compasivo.
Me aferre a sus piernas, derrame mis lágrimas escasas sobre la superficie de su suave pijama de seda azul, tan solo lo oír dar una profunda respiración antes de apartarme de su presencia con un sutil empujón, me miro con pena; el platinado rayo escaso de la luna que sucumbe a merced de las sangrientas nubes me dejaron observar el brillo de sus orbes verdes, la serenidad de su mirada, la seriedad de su gesto y la forma en como me sostenía de los hombros que hasta incluso se hincó hacia mi demacrada presencia me brindaron esperanza.
—No puedo, no soy capaz de traicionar a quienes hacen justicia, aquella justicia que el mundo se niega a otorgarnos.—manifesto con total convicción, al poco instante de haberlas pronunciado la benevolencia que expresaba en sus palabras pronto se convirtió en un rencor semejante al de ellos.—Tu eres la causa por la que él amor de mi vida sufre el más terrible de los calvarios ¡tu eres la causa por la que me veo involucrado en este embrollo!.—recrimino con cierto enfado, sentí su furia en la forma como sus temblorosas manos se aferraban a mi cuello intentando quitarme el aire para que así sucumbiera a la oscuridad.—¡Por tu culpa ella se convirtió en un vil peón de este maldito juego! ¡Por tu culpa ella sufre, por tu maldita culpa Israel!.
Sus gritos hicieron eco en mi cabeza mientras mis ojos parecían distorsionar un poco la realidad haciéndola más borrosa. Los sonidos hacen eco en mi mente, sus exclamaciones llenas de frustración y odio, las pisadas que retumban del otro lado de la puerta mezclados con exigencias y ordenes como golpes que no cesan hasta acabar con la puerta sobre el suelo, solo logro ver tres figuras a mi alrededor, dos de ellas intentando apartar a quien se impuso la tarea de acabar con mi existencia y sufrimiento.
Y caigo al suelo, apenas logró respirar mientras los escuchó discutir, aislado de su discusión mi mirada divisa como un objetivo de vida o muerte la puerta que parece ser mi única salida, arrastrando mi maltrecho cuerpo por el suelo y aprovechando que entre ellos una ardua discusión se crea logro llegar hasta ella, todo esta oscuro pero siento que la libertad esta más cerca de lo que puede llegar a imaginarmela.
Dando grandes bocanadas de aire y apenas poniéndome en pie corro por el amplio pasillo, siendo tal vez altas horas de la noche y confiándose de mi debilidad fueron incapaces de poner una guardia en la puerta principal, otro rayo retumba y escucho sus gritos desesperados intentando con sus amenazas lograr que saliese de mi escondite. El frío cala mis huesos mientras que la lluvia moja mis descalzos pies, una ultima mirada antes de marcharme y correr en busca de ayuda.
Entre destellos de luz en el cielo, un rocío álgido recorre mi cuerpo conforme mi alma se siente liviana como una pluma, incapaz de parar seguí corriendo sin tener la mínima idea de donde es que salio aquella extraña fuerza que me guía a perderme en aquel frondoso bosque, no descansare hasta encontrar una muestra de civilización por la cual pedir ayuda.
Esta noche seria larga y sería incapaz de dormitar, después de todos estos largos días que parecieron ser meses al fin era libre. Era una noche para festejar en silencio y en mis adentros que por la alegría de aquella hazaña se me seria incapaz de conciliar el sueño.
Una noche de insomnio, perfecta para celebrar mi futuro reencuentro con quienes amo y por quienes sería capaz de sacrificarme.
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°•¤Ħɑвıвı¤•° (Egipto X Israel)
FanfictionCuando el amor es más fuerte que cualquier obstáculo...supera hasta el más imposible de todos. . . -mi amor....¿donde estas? Con el corazón en la mano buscas una respuesta que no encuentras,pistas que no alineas y el miedo de no encontrarlo nunca má...