ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO)

Capitulo 51. Me gustas.

Isabela

Abro mis ojos y me encuentro con los ojos color avellana de Dante, quien está sentado a mi lado.

- Pensé que estabas muerta – Menciona divertido, observo el lugar y me doy cuenta que estamos en un avión.

- ¿Qué hora es? Y ¿Cómo llegue aquí?

- Medio día – responde – Tienes el sueño muy pesado Isabela – me regaña

- Sí, mi único defecto es la pereza – contesto divertido y me levanto - ¿De quién es este Jet? – Cuestiono al ver que no es uno de la UFOEA.

- Mío.

- ¿Y qué paso con el de la unidad?

- Iremos a otro lugar, dúchate que ya casi llegamos – me señala el baño – Adentro encontraras todo lo que necesitas.

- ¿A dónde vamos?

- Una misión.

- ¿Y por qué yo no sabía?

- ¡Dúchate! – Gruñe perdiendo la poca paciencia que me tiene.

Hago lo que pide e ingreso al enorme baño, me doy una ducha y salgo en toalla.

- ¿Dónde está mi ropa? – pregunto, el alza la mirada y detalla mis piernas desnudas, quito la toalla de mi cuerpo y el abre sus lujuriosos ojos hasta más no poder.

- Como te gusta tentar al Diablo – habla con voz ronca y se levanta - ¿Te gusta quemarte Isabela?

- Me encanta, pero solo con tu fuego mastodóntico – cuando esta frente a mí, lleva sus manos a mi trasero y me levanta para que enrosque mis piernas en su cadera.

- Pues quemémonos juntos – susurra en mi oído, camina hasta llegar a una alcoba, besa mis labios y me deja sobre la cama. Baja sus pantalones y en menos de dos segundos ya está dentro de mí, como siempre me folla con fuerza, sin ningún ápice de piedad.

Creo que jamás me cansare de tener sexo con Dante.

- Señor Arslan en cinco minutos aterrizamos – se escucha afuera, el acelera sus movimientos y llegamos a la liberación al mismo tiempo.

- Toma lo que necesitas del closet– señala una puerta y sale del cuarto, busco entre el enorme espacio y me encuentro con ropa de mi talla y toda es nueva ¿En qué maldito momento?

Opto por una camisa suelta color blanco y un jean suelto, no sé qué misión tenemos o a donde iremos así que prefiero estar lista para cualquier cosa, mi cabello lo dejo suelto, salgo en busca de Dante quien ya me espera en la pista de aterrizaje junto a una camioneta negra.

Ingresamos a la parte trasera de la camioneta. De chofer se encuentra un hombre de traje negro.

- Llévanos a Le Jules Verne – pide en francés

- ¿Estamos en Francia? – Pregunto asombrada.

- Paris.

- ¿Qué hacemos aquí?

- ¿Tiene algo para sellarle la boca a esta mujer? – pregunta al hombre en francés, quien me mira con los ojos bien abiertos.

- ¡Eres un imbécil! – Me concentro en ver absolutamente todo por la ventana, una media hora después el auto se detiene en un enorme edificio, nos bajamos e ingresamos al lugar, marca el piso quince y cuando las puertas se abren es un restaurante. Miro a Dante, pero sigue con su cara de culo, nos ubican una mesa y puedo ver la torre Eiffel. Saco mi móvil y le tomo una foto.