Capitulo 52. Soy tuya.

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Frederick en multimedia 


- Eres mía – Es lo primero que escuchó cuando me levanto, abro los ojos solo para encontrarme con la mirada de Dante, proceso sus palabras una y otra vez, recordando los últimos tres días que he estado con él.

- Lo soy – Las palabras salen de mi boca sin poder evitarlas. Se queda congelado y juro que deja de respirar.

- ¿Qué?

- No lo repetiré, mastodonte.

- ¡Repítelo! Quiero escucharlo de nuevo – Demanda.

- No.

- ¡Isabela! – Advierte y muerde mi oreja – Repítelo, cobarde.

- Soy tuya – Su repuesta en un beso ardiente, que me transmite demasiadas cosas para mi propia salud mental, pero las palabras ya están dichas y no hay vuelta atrás.

- ¿Qué me estás haciendo? – Inquiero mirándome fijamente - ¿Qué hechizo usaste conmigo, bruja?

- Ninguno, mastodonte – Se ríe y vuelve a besarme - Júrame que no tendré que arrepentirme de entregarte todo de mí, incluso mi alma, Dante.

- No te vas a arrepentir Isabela Rodríguez – Asegura, y le creo de verdad lo hago.

- Si me lastimas, te vas a arrepentir toda tu maldita vida – Advierto – Nunca confíes en una fiera como yo Dante Arslan.

- Se lo peligrosa que puedes ser fierita mía – Besa mis labios.

Desayunamos en el hotel, y luego abordamos el jet que nos lleva directo a Miami. Todo el vuelo el mastodonte me beso cada que podía, y me obligo a punta de cosquillas a que le repitiera una y otra vez que soy suya, no puedo negar que me encanta esa parte juguetona que solo me muestra a mí, que solo comparte conmigo.

Al llegar a la unidad, un soldado se nos acerca informándonos que nos esperan en la sala de juntas. Nos dirigimos a la sala de juntas y nos encontramos con el grupo elite y el general Davidson.

- Buenos días – saludamos los dos al ingresar, Ethan me mira y sé que tendremos una larga charla más tarde. Mientras estuvimos en parís me estuvo llamando, pero no tome sus llamadas.

Dante me informo que ya le había enviado la grabación que nos brindó el presidente a los generales, y supongo que la reunión es para hablar sobre eso. Como era de esperarse la reunión se basa en investigar quien es el otro hombre a cargo, y verificar si podemos rastrear de alguna manera la voz de alguno de los dos, se dividen tareas y una hora después me dirijo a mi oficina.

- ¿Por qué fueron a Paris? – Alzo la mirada de mi laptop cuando Ethan ingresa a mi oficina.

- No te importa – Aun estoy molesta con él, no entiendo el motivo por el cual se fue un mes completo a Alemania y no tomo ni una sola de mis llamadas.

- Frederick quiere verte, te espera en Kendall Indian Hammocks Park – Cambia el tema.

Sale dejándome sola, tomo mis cosas y me preparo para salir.

- coronel – escucho detrás de mí y me encuentro con los niñeros.

- Odio confesarlo, pero los extrañe – Les digo. Ambos me sonríen.

- La llevaremos – Me dice Jayden.

Nos subimos a una camioneta y emprendemos camino

- ¿Qué hicieron mientras no estuve? – pregunto

- Ser parte de la guardia del general Davidson.

- ¿ha pasado algo extraño?

- No, coronel.

ENTRE LUZ Y Oscuridad (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora